• El primer borrador del texto final de la COP26 de Glasgow no contiene ninguna mención a la eliminación gradual de los combustibles fósiles. En un cuarto de siglo, los líderes mundiales NUNCA han señalado la necesidad de reducir el uso de combustibles fósiles como acción para abordar las causas del cambio climático.
  • Greenpeace pide a las delegaciones de los países que aseguren que el acuerdo final mencione explícitamente el compromiso con la eliminación gradual de los combustibles fósiles.

El primer borrador del texto de la decisión final de Glasgow en la COP26 no menciona a los combustibles fósiles, a pesar del consenso de expertos sobre la necesidad de acabar con el carbón, el petróleo y el gas de inmediato para cumplir los objetivos del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global en 1.5ºC.

Gracias al bloqueo de los intereses pro combustibles fósiles -gubernamentales y empresariales-, la primera versión del texto oficial, publicada por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, no reconoce que los combustibles fósiles están impulsando la crisis climática. Tampoco se comprometen acciones tangibles para poner fin a la dependencia mundial del carbón, el petróleo y el gas. El texto tiene solo 850 palabras.

Los activistas están muy preocupados porque, por lo general, el primer borrador de un texto de la COP es relativamente ambicioso y se debilita durante la segunda semana a medida que los países trabajan en los detalles. No obstante, que el primer borrador sea tan débil no augura nada bueno.

Esta flagrante omisión se produce a pesar de que los expertos de la Agencia Internacional de Energía han dejado en claro que no puede haber nuevos proyectos de combustibles fósiles, más allá de los que ya están en marcha este año, si se quiere cumplir el objetivo de mantener el aumento de la temperatura global en 1.5° C. Después del informe más reciente del IPCC, el Secretario General de la ONU ha dicho que la ciencia climática más reciente debe sonar como una “sentencia de muerte para los combustibles fósiles” y que los países deben poner fin a toda exploración y producción de nuevos combustibles fósiles.

Para Greenpeace, el éxito de la COP26 radica en que: 

  • el texto de la declaración final mencione de manera explícita que se debe por fin a la era de los combustibles fósiles como acción inmediata para desacelerar el cambio climático;
  • se detengan de inmediato todos los proyectos nuevos de combustibles fósiles;
  • se establezcan planes ambiciosos de reducción de emisiones para reducir a la mitad las emisiones globales para 2030;
  • se rechacen los planes para abrir un mercado global de compensaciones de carbono u offsets (son una estafa y no funcionan). Más bien, deben establecerse reglas para una cooperación internacional equitativa;
  • se asegure que los 100 mil millones de dólares al año, prometidos en 2009, vayan de los países con altas emisiones a los países que soportan la peor parte de los impactos climáticos. Ese dinero es vital para que los países con menor responsabilidad en este problema puedan adaptarse a los impactos de la crisis climática, desarrollar sistemas de energía renovable y dejar de usar combustibles fósiles. Los mayores contaminadores históricos (Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido, Canadá, Japón) deben mostrar solidaridad con las personas y los países en la primera línea de los impactos climáticos.