• Senadores Monreal y Ramírez Marín pactaron acuerdo con la industria del plástico queriéndolo hacer pasar por una solución
  • Fundación Ellen MacArthur señala que el acuerdo mexicano no está alineado a estándares internacionales y ofrece ayuda para mejorarlo

La Fundación Ellen MacArthur, líder mundial en el tema de la nueva economía del plástico, envió una carta al Senado de la República para rechazar el “Acuerdo Nacional por una Nueva Economía del Plástico en México”, impulsado por los senadores Ricardo Monreal (MORENA) y Jorge Carlos Ramírez Marín (PRI), mismo que Greenpeace también rechazó públicamente desde su firma con industriales en diciembre de 2019.

La carta de la Fundación MacArthur señala a los senadores que promovieron este documento y a la industria del plástico, que el Acuerdo Nacional por una Nueva Economía del Plástico en México, no se encuentra alineado con la visión y ambición de su Iniciativa para una Nueva Economía del Plástico, por lo que rechazó apoyarlo.

Protesta Senado por una ley sin plásticos
Protesta Senado por una ley sin plásticos

Incluso pidió a los senadores no hacer referencia en las comunicaciones sobre su iniciativa al nombre de la Fundación, a los términos “Nueva Economía del Plástico” y al “Compromiso Global por la Nueva Economía del Plástico”, dado que son marcas registradas que no pueden utilizarse sin contar con autorización previa.

La Fundación indicó en dicha misiva que los principales puntos de divergencia entre el Acuerdo de los senadores Ramírez Marín y Monreal con el Acuerdo global, son:

  • El Acuerdo de los senadores mexicanos modificó sustancialmente la visión de la Nueva Economía del Plástico de la Fundación y su red de Plastics Pacts, favoreciendo enfoques no circulares (como la transformación de residuos en energía o incineración) como una de las soluciones a largo plazo para atender la contaminación plástica.
  • Los objetivos del Acuerdo mexicano incluyen la recuperación de energía de los residuos, por lo que estos objetivos no necesariamente promueven la creación de una economía circular. Por esto, la Fundación manifestó su preocupación por la posible ampliación en México de la infraestructura para incineración en lugar de aumentar la capacidad de reciclaje, anclando al país en una economía lineal que genera fuertes emisiones de gases de efecto invernadero.
  • La fundación criticó también el nivel de ambición del Acuerdo dada la emergencia de la contaminación plástica, de ahí que alentó a los firmantes a asumir compromisos adicionales de mayor envergadura, como la adopción de un compromiso específico para eliminar empaques plásticos innecesarios o problemáticos hacia el 2025, a transitar a modelos de negocio basados en la reutilización dejando atrás los plásticos de un solo uso, y a aumentar la tasa de reciclaje en México con una meta temporal fija, asegurando que en la práctica los materiales se reciclen realmente.


Como se recordará, en diciembre de 2019, los senadores Ricardo Monreal Ávila y Jorge Carlos Ramírez Marín pactaron con la industria el referido Acuerdo, con la intención de no respetar los resultados del ejercicio de parlamento abierto iniciado por la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Senado mexicano, presidida entonces por el senador Eduardo Murat.

En ese momento, Greenpeace México hizo público su rechazo a dicho Acuerdo, firmado por representantes de la industria plástica y señaló que este acuerdo era una mala copia del acuerdo global por la nueva economía de los plásticos que lidera la fundación Ellen MacArthur, en el cual solo se habían extraído las partes convenientes para que la industria continuara con la falsa promesa del reciclaje, un reciclaje que solo es para algunos productos y en porcentajes ínfimos, exceptuando el PET que suele ser la bandera de lucha en el discurso de la industria.

Al respecto, Dolores Barrientos, Representante en México del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), señaló que “más de 13 millones de toneladas de plásticos, la mayoría los denominados de un solo uso o desechables, se vierten en nuestros mares y océanos cada año. Si el ritmo actual de producción y consumo de estos productos plásticos sigue como hasta ahora, para el año 2050 podría haber más plásticos que peces en nuestros océanos y el 90% de los animales marinos habrán ingerido plástico. Ante este escenario poco alentador, es fundamental y necesario transitar de una economía lineal a una economía circular y precisamente esto es lo que busca el “Compromiso Global por la Nueva Economía del Plástico”. En este sentido, invitamos a todos los sectores en México a asumir compromisos y acuerdos ambiciosos, siguiendo las buenas prácticas internacionales y teniendo como eje rector el derecho a un medio ambiente sano”. 

Senadores juntos a empresarios de la industria plástica
Senadores juntos a empresarios de la industria plástica

Miguel Rivas, líder del proyecto de océanos de Greenpeace México señaló:  “coincidimos con la fundación Ellen MacArthur en que el Acuerdo Nacional por la nueva economía del plástico solo tiene medidas voluntarias poco ambiciosas para combatir la contaminación plástica, eso lo hicimos saber a los senadores y empresarios el día que lo firmaron. Este acuerdo únicamente pretendía entorpecer la adopción de reformas a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR) que ya se habían introducido como propuestas en el Senado de la República para su dictaminación. 

Queremos poner en evidencia a esta industria que no conforme con sacar provecho de la actual situación del COVID19, ha buscando influir políticamente convenciendo voluntades políticas cercanas para en conjunto engañar al pueblo de México, haciéndole creer que tiene una preocupación por el medio ambiente cuando lo unico que importa son sus ganancias, agregó el doctor en ciencias y activista de la organización medioambiental.

Por su parte Ornela Garelli, campañista de océanos de Greenpeace México hizo un llamado a los senadores Ramírez Marín y Monreal a “dejar de engañar a las personas con acuerdos engañosos cuando deberían estar legislando en la materia y exhortamos  a los industriales del plástico a asumir su responsabilidad y dejar de velar sólo por sus intereses económicos en detrimento del medio ambiente y el derecho de las personas a un medio ambiente sano”. 

Para esto, ambos actores deben adoptar medidas realmente ambiciosas para atender el problema de contaminación plástica desde su raíz  que vaya realmente en línea con la visión y objetivos del Acuerdo Global promovido por la Fundación MacArthur.

Para consultar la carta puedes hacerlo en esta liga*

*Greenpeace no obtuvo esta carta desde la fundación Ellen MacArthur si no de otras fuentes.

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