En diversos medios y espacios, hemos tenido la oportunidad de escuchar las preocupaciones y perspectivas de representantes de comercios y restaurantes capitalinos ante la prohibición de plásticos vigente en la CDMX desde el primero de enero. La principal preocupación detectada va en saber qué materiales o artículos están permitidos por la ley para continuar vendiendo comida para llevar, más aún en tiempos de pandemia y semáforo rojo donde esta opción es la principal que tienen disponible para la subsistencia de sus negocios. 

La visión o entendimiento imperante entre ellos es que al estar el plástico prohibido entonces deben sustituirlo por desechables de otro material, sean bioplásticos, biodegradables, compostables; papel, cartón o fécula de maíz. Algunos comerciantes incluso quieren asegurarse de qué plásticos sí están permitidos para seguirlos usando, por ejemplo un restaurantero que preguntó a la SEDEMA en una reunión si podían seguir comprando lechugas en empaque plástico.

Recolector de basura sobre una montaña de plásticos desechables. © Soojung Do / Greenpeace
Recolector de basura sobre una montaña de plásticos desechables. © Soojung Do / Greenpeace

Estas ideas muestran cómo el público en general y los comercios a los que va dirigida la ley les falta una mayor información sobre la razón de ser de la prohibición. Por lo anterior, es necesaria mucha información y difusión tanto para comercios como para consumidores, de modo que sea posible que la gente comprenda ampliamente el por qué de prohibir los plásticos y sepan cuáles son las mejores alternativas a tomar para lograr que la medida realmente proteja nuestro planeta.

En primer lugar, es muy importante aclarar que las prohibiciones de plásticos de un solo uso, en CDMX y en el resto del mundo, buscan un cambio cultural así como incentivar una transformación en las formas en que tradicionalmente se produce, se distribuye y se consume. Por esto, la idea no es prohibir los plásticos por prohibirlos, ni llevar a sustituirlos por desechables de otro tipo, lo central es acabar con la cultura del “usar y tirar”. 

La contaminación por plásticos de un solo uso es un problema porque los plásticos contaminantes, además de tardar siglos en degradarse, están diseñados para usarse por una vez o un par de veces y después tirarse. Aquí está el meollo del asunto, productos diseñados para convertirse en residuos, residuos que están inundando el planeta y que por tanto se deben evitar. Si cambiamos los plásticos por otros desechables (sean del material que sean) no estamos atendiendo el problema ambiental, solo estamos trasladando la presión ambiental a otro sitio.

El informe de Greenpeace “Tirando el futuro: las empresas ofrecen falsas soluciones a la contaminación por plásticos”, identifica las principales afectaciones ambientales de diversas falsas soluciones que empresas y comercios están impulsando ante las prohibiciones. Aquí algunos ejemplos:

Falsas solucionesAfectaciones ambientales
Plásticos de origen biológico








Biodegradables







Plásticos compostables
Estos plásticos están hechos parcialmente de material vegetal, como maíz o caña de azúcar. Sin embargo, el resto de su composición sigue siendo plástico de origen fósil (plástico regular).
Deforestación y riesgos para la seguridad alimentaria, ya que su fabricación depende de cultivos agrícolas no alimentarios que compiten con los cultivos de alimentos.
Cambio climático, ya que el uso de suelo para cultivos agrícolas industriales contribuye a un cuarto de las emisiones globales.
Los plásticos biodegradables requieren de condiciones específicas de calor y humedad para degradarse, las cuales no existen en la naturaleza, por lo que no desaparecen automáticamente. Más bien pueden simplemente fragmentarse en pedazos más pequeños y ser consumidos por los animales.
Igual uso de aditivos químicos tóxicos como en los plásticos regulares.
La mayoría de los plásticos compostables no pueden compostarse en los hogares, ya que están diseñados para descomponerse bajo ciertas condiciones que se dan exclusivamente en instalaciones de compostaje industrial. La mayoría de los municipios no tienen estas instalaciones, se requiere mejorar los sistemas de separación de residuos y asegurar que estos lleguen a las plantas para su composta. 
Alternativas
Algunos materiales de envasado de origen biológico, cultivados según los principios de la agricultura agroecológica, o que utilizan residuos agrícolas locales o subproductos, pueden formar parte del plan general para eliminar el envasado de plástico de un solo uso, siempre y cuando estos materiales no compitan con el suelo para los cultivos alimentarios o no sean un obstáculo para mantener la fertilidad del suelo. Un ejemplo: envolver los alimentos con hojas de plátano.
Plásticos reciclablesEl porcentaje de reciclaje de los plásticos es muy bajo, de solo el 9% a nivel global. En México solo se recicla el 6.07% de todos los residuos valorizables (como plástico, papel, cartón, etc.). Por lo que aunque un producto pueda ser reciclado, esto no quiere decir que en la práctica realmente se recicle.
Además, gran parte del envasado de plástico se recicla para obtener materiales de menor calidad, esto significa que en lugar de producir un nuevo envase de plástico a partir de uno usado, el plástico se reprocesa en productos de menor calidad o valor que ya no son reciclables y por tanto, no se pueden reciclar de nuevo.
Asimismo, muchos plásticos no son reciclables o son muy difíciles de reciclar, como envoltorios y sobres de condimentos (sachets), ya que están hechos de múltiples materiales que hacen muy complejo su reciclaje. 
Para más información consulta nuestro informe sobre el estado del reciclaje en México.

Por todo esto, es importante que las prohibiciones no llevan a comercios, empresas y restaurantes a ofrecer falsas soluciones como las enlistadas, de lo contrario no estaremos cumpliendo el objetivo de protección ambiental buscado. Las empresas productoras de estos insumos deben ser honestas y poner etiquetas a los mismos que indiquen realmente su composición, tiempo y método de biodegradación o compostaje, etc. para evitar engaños a la ciudadanía y a los comercios y restaurantes.  

Menos producción de plásticos, más legislación para combatirlos. © Pedro Armestre / Greenpeace
Menos producción de plásticos, más legislación para combatirlos. © Pedro Armestre / Greenpeace

Dicho esto,  muchos comercios y restaurantes sentirán que la tienen aún más difícil para poder seguir vendiendo sus productos, bebidas y alimentos, más aún en pandemia, pero lo cierto es que el cuidado de nuestro planeta no tiene por qué estar peleado con el beneficio económico, la subsistencia de estos negocios y el bienestar de las familias. ¿Cuál es entonces la solución? Mira la segunda parte de este blog para conocer más al respecto.

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¡Libérate del plástico!

¡Exijamos leyes que prohiban los plásticos de un solo uso! Las corporaciones evaden su responsabilidad porque no existe un marco que las regule. Desplastifiquemos México.

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