La Comisión de Medio Ambiente del Senado de la República preparó un dictamen para modificar la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR) que, en su espíritu, no busca combatir la contaminación por plásticos, sino privilegiar a la industria y culpar a la ciudadanía por el problema. Te contamos todos los detalles.
En noviembre de 2019, Greenpeace y la Alianza México sin Plásticos (AMSP), de la que formamos parte, presentaron ante la Comisión de Medio Ambiente del Senado una iniciativa para modificar la LGPGIR, la cual busca hacer frente a la contaminación plástica desde su raíz. Con ésta cuentan un total de 25 iniciativas introducidas para regular los plásticos de un solo uso en el marco de esta ley, ¿Qué pasó con estas iniciativas?
La Comisión de Medio Ambiente preparó un Dictamen que supuestamente retoma los puntos principales de todas las propuestas, sin embargo, el dictamen en comento resultó ser un “Frankenstein” que si bien recoge diversos planteamientos impulsados por Greenpeace y la ciudadanía, su espíritu no busca combatir efectivamente la contaminación por plásticos, sino privilegiar a la industria y culpar a la ciudadanía por el problema. ¿Por qué?
De entrada, el dictamen no incluye nuestras principales demandas, como la responsabilidad extendida del productor, la cual es esencial para poder combatir efectivamente la contaminación plástica. Este principio implica que las empresas productoras y comercializadoras de plástico se hagan responsables de los residuos que generan los productos que nos venden, y además de que innoven para ofrecernos alternativas libres de plástico.
Este dictamen no sólo no establece responsabilidades específicas y ambiciosas para las empresas, sino que pone la responsabilidad en las personas al señalar que la contaminación plástica es un problema de no tirar la basura en su lugar, cuando esto no es así. El problema va más allá y reside en justamente diseñar y vender productos hechos para tirarse.
Este dictamen promueve además un modelo de gestión de residuos basado en su continua generación para después reciclarlos, compostarlos o incinerarlos. En Greenpeace hemos documentado que estas prácticas –llamadas equivocadamente por las y los legisladores “economía circular”– benefician especialmente a la industria, ya que les permite generar ganancias y dejar de buscar otras alternativas basadas en la jerarquía del manejo de residuos.
Las alternativas ecológicamente responsables consisten en evitar la generación del residuo mediante el eco-diseño, la reutilización, la reparación, la renovación, la extensión de la vida útil del artículo, etc. Lo primordial es y debe ser evitar la generación del residuo, no buscar aprovecharlo o valorizarlo una vez generado, ya que algunas de las prácticas para hacerlo traen también grandes problemas ambientales y gastos para nuestros municipios.
El dictamen identifica como problema y causa de la contaminación plástica el tratamiento inadecuado que se le da a los plásticos, el mal manejo de residuos, impactos ambientales del desecho irresponsable; es decir, traslada la culpa de la contaminación plástica a la ciudadanía e invisibiliza la enorme responsabilidad de las corporaciones.
Entre otros aspectos negativos, el dictamen elaborado contiene diversos artículos que pueden poner en riesgo los avances logrados en estados y municipios en materia de prohibición de plásticos de un solo uso. No podemos perder estos logros ya hechos para dejar atrás la cultura del usar y tirar, y proteger el medio ambiente.
El Senador Raúl Bolaños-Cacho Cué, como presidente de la Comisión de Medio Ambiente, tiene el deber de buscar la aprobación de legislaciones que favorezcan la protección ambiental, no al contrario. Sin embargo, aún está a tiempo de modificar esta propuesta y privilegiar el cuidado de nuestro Planeta común, en lugar de los intereses de unos cuantos. Senadores, senadoras ¿contamos con ustedes por un México sin Plásticos?
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¡Exijamos leyes que prohiban los plásticos de un solo uso! Las corporaciones evaden su responsabilidad porque no existe un marco que las regule. Desplastifiquemos México.