¿Es posible evitar que las inundaciones en la Ciudad de México sean cada vez más frecuentes? Sí, de hecho es urgente. Un plan que proteja las cuencas de la Ciudad y se posicione a favor del derecho humano al agua podría ser la solución. La participación de las autoridades en él sería vital para que funcione. 

La ciudad está en riesgo de aumentar su temperatura promedio a 2.25 o incluso 3°C para 2050, con reducciones de lluvia (50-75% menos) y en la disponibilidad de agua (13 -17 % menos) (Sedema, 2015). Si no se toman medidas urgentes para detener la emergencia climática en la ciudad, los patrones de lluvia podrían cambiar y los eventos meteorológicos extremos como inundaciones o sequías se volverán más intensos y frecuentes.

Por ello, un grupo de 30 organizaciones y redes diversas (ambientales, urbano- populares, de juventudes y de derechos humanos) –entre las que participa Greenpeace– se comprometieron a realizar trabajo colectivo en defensa de la cuenca y el derecho humano al agua. 

Reyes Tirado, científica en la ciencia de Greenpeace
© Swapan Nayak / Greenpeace

Para lograr este objetivo, el grupo propuso 10 ejes estratégicos. La meta es construir un Programa y un Plan General de Manejo Socioambiental de Cuenca. La principal propuesta de este plan son los procesos de participación activa de la ciudadanía y las instancias de gobierno, y garantizar su continuidad a pesar de los cambios de gobierno.

Los ejes estratégicos de este colectivo son:

  1. Educación socioambiental permanente con perspectiva crítica situada en cada cuenca y vinculada al entendimiento profundo del sistema hídrico, climático, social y político en el que vivimos.
  2. Cosecha y gestión de la lluvia, promoviendo el abastecimiento de agua en viviendas en zonas de mayor precariedad hídrica, y la retención local del agua, la infiltración y recarga de acuíferos en el espacio urbano.
  3. Conservación y protección de suelos de infiltración, así como inyección al acuífero en áreas adecuadas.
  4. Disminución en el consumo y ahorro de agua (vivienda e industria).
  5. Reúso y tratamiento de agua (sistema descentralizado y distribuido, descarga cero a nivel metropolitano, normatividad de plantas de tratamiento y descargas privadas).
  6. Reparación de la red de abastecimiento de agua y de drenaje.
  7. Regeneración y conservación de ecosistemas (bosque de agua, cañadas, barrancas, manantiales, humedales, ríos urbanos y cuerpos de agua entre otros).
  8. Participación ciudadana y comunitaria significativa en el ordenamiento territorial y planes hídricos desde el inicio del proceso para garantizar la seguridad hídrica.
  9. Gestión de riesgos hídricos y climáticos con indicadores y monitoreo de avance progresivo en la Ciudad y todas las alcaldías.
  10. Definición de microcuencas de atención prioritaria conforme a criterios de justicia social, derechos humanos y vulnerabilidad socioambiental. 

De acuerdo con los grupos que impulsan esta propuesta, un manejo del agua con visión de cuenca en la ciudad disminuiría nuestro impacto en emisión de los gases que aceleran el aumento de la temperatura. También se conseguiría reducir los daños a la población si el plan cuenta con un enfoque de justicia, de equidad de género y de derechos humanos.

Las organizaciones observan que el gobierno actual en la CDMX muestra sensibilidad en estos temas pero se requiere que los programas propuestos garanticen la participación significativa. Esto quiere decir específicamente: transparencia y acceso a la información. Aquí es donde prevalecen los pendientes más grandes por parte del gobierno. 

Drinking water is contaminated, Matamoros, Mexico. © Greenpeace / Robert Visser © Greenpeace / Robert Visser
Drinking water is contaminated, Matamoros, Mexico. © Greenpeace / Robert Visser

Para evitar el aumento de la temperatura, de acuerdo con las organizaciones, también es urgente decir alto a la construcción de puentes vehiculares y segundos pisos (que promueven el uso de autos privados y la extensión del espacio construido sobre áreas verdes verdes), la opacidad y la corrupción en el manejo del agua, así como en el sector inmobiliario.

La atención prioritaria debe ser para la población con el menor acceso al agua. De acuerdo con el Consejo Consultivo del Agua de la CDMX, en zonas urbanas la cobertura es 96.4%, pero en zonas rurales la cobertura es de 69.4%. Aunque 92.0% de la población tiene acceso al servicio público de agua potable, dicho porcentaje disminuye dramáticamente cuando se considera su calidad, ya que 78% del agua se utiliza para fines agropecuarios. 

Las organizaciones que impulsan esta propuesta no sólo se comprometen a un trabajo colaborativo para impulsar estos cambios en la agenda pública sino para hacer un trabajo pedagógico para involucrar a la ciudadanía en los cambios necesarios para una ciudad más vivible, con menor impacto en emisiones y más resiliente a través de la regeneración de la cuenca.  

Actúa ahora y exige un buen uso del agua en tu ciudad