No sólo turistas, toneladas de basura plástica llega cada año a las playas de México. Greenpeace identificó que estos desechos que matan a millones de animales marinos proceden de 12 países de distintos continentes.
En el recién publicado reporte Impacto de la contaminación por plástico en áreas naturales protegidas mexicanas, Greenpeace encontró evidencia científica de que la basura plástica ya llegó a los ecosistemas y escenarios más estratégicos y vulnerables del país.
La investigación se centró en evaluar ocho Áreas Naturales Protegidas (ANP) pertenecientes al Caribe mexicano y el Golfo de México. Los resultados fueron contundentes; en todas se encontraron desechos plásticos, 815 piezas plásticas en total.
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El estudio identificó con claridad que 29 piezas plásticas eran procedentes de 12 países de distintos continentes: siete piezas provenían de México, otras siete de Estados Unidos, cuatro de República Dominicana, 2 piezas de Colombia, y una pieza de Ecuador, Guatemala, Puerto Rico, Francia, Italia, Singapur y Turquía, respectivamente. Para el resto de las piezas no fue posible obtener información que ayudara a inferir su procedencia.
También se hizo una clasificación por la empresa fabricante del producto, su nombre comercial, su uso y el país de origen. Destacaron las piezas plásticas que producen y comercializan bienes de consumo rápido, en particular de bebidas embotelladas como es el caso de Coca-Cola y PepsiCo. Las piezas identificadas como de origen mexicano se relacionan con las empresas Coca-Cola (tres), Sabritas (una), Lucas (una), José Cuervo (una) y Nutrioli (una).
“La presencia de piezas con origen en otros países muestra que nuestros océanos son un sistema integrado en el que las acciones cometidas en determinada parte del globo afectan al resto del sistema”, concluyó el reporte.
Esta evidencia enfatiza la importancia de proteger nuestros océanos mediante mecanismos –como un Tratado Global de los Océanos en el seno de las Naciones Unidas– que fortalezcan una gobernanza mundial a favor de la conservación y protección de cuando menos 30% de los océanos. Esta protección se puede alcanzar mediante santuarios marinos en los que queden restringidas actividades humanas dañinas para el medio ambiente, como la explotación petrolera o la minería de aguas profundas. Súmate en la defensa de los océanos. Firma nuestra petición.
El estudio demuestra que la contaminación por plásticos en el mar tiene alcances locales, regionales y globales. Los ecosistemas marinos de todo el mundo están en peligro, particularmente los océanos mexicanos son refugio de cientos de especies.
Estas especies, entre las que hay tortugas, ballenas, peces y bacterias que tal vez nunca conozcamos, hoy ven su hogar amenazado por la contaminación provocada por empresas que aprovechan que la actual legislación no les obliga a asumir su responsabilidad sobre los productos que ponen en el mercado y que contaminan nuestros mares. ¡Pide al Senado una ley nacional que prohíba los plásticos desechables!
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¡Exijamos leyes que prohiban los plásticos de un solo uso! Las corporaciones evaden su responsabilidad porque no existe un marco que las regule. Desplastifiquemos México.