La respuesta es simple: al elegir el consumo local y no en supermercados apoyas directamente la economía de las personas de tu localidad y cuidas al planeta. En este blog queremos explicarte con más detalle las diferencias y darte algunos tips para que cada día consigas ser un consumidor responsable.

El consumo local se caracteriza por cadenas cortas de agroalimentación. ¿Has escuchado hablar sobre estas cadenas? Son mecanismos de mercado que implican mayor proximidad geográfica, organizacional o social entre quienes producen y quienes consumen. 

Hombre trabajando el campo © Karan Vaid / Greenpeace
Hombre trabajando el campo © Karan Vaid / Greenpeace

Por ejemplo: en varias localidades del Estado de México, las y los habitantes tocan a las casas de sus vecinas y vecinos para comprar los productos que necesitan cada día. En estas localidades, sus habitantes conocen e identifican quién de sus vecinas tiene gallinas y vende huevos,  quien hace pan, quien tiene magueyes y produce pulque, o quien cultiva verduras. Entre ellas se compran o intercambian productos sin necesidad de transportarse, usar grandes embalajes o gastar en publicidad. Como se conocen, procuran entre sí tener un comercio justo. 

El consumo local no es sólo una realidad de las comunidades alejadas de los centros comerciales. De hecho, en las ciudades ya existe un movimiento que está impulsando la creación de huertos urbanos, los tianguis del trueque, los mercados de productores, las cooperativas, los colectivos, el traslado de productos del campo a las ciudades y la formación en consumo responsable y economía solidaria a través de talleres.

Seguro en tu ciudad podrás encontrar opciones de este tipo para consumir local, de temporada, artesanal, agroecológico, libre de empaque y saludable.  Regístrate al final de este blog y recibe nuestro Directorio de Iniciativas de Consumo Responsable, donde podrás encontrar opciones en más de 20 ciudades del país.

La importancia del consumo local
La importancia del consumo local

¿Qué beneficios ofrece el consumo local? 

  • Menos intermediación. Con mayor proximidad se consigue menor intermediación en los intercambios. Esto reduce los costos tanto para quien produce como para quien compra, pero también disminuye todos los procesos contaminantes que se usarían para los traslados y empaquetado de los productos. Esto es adquirir los productos que necesitas a un menor costo para tu bolsillo y para el planeta. Suena bien, ¿no? 
  • Prácticas agropecuarias ecológicas. En las cadenas cortas se ofrecen productos cultivados y criados mediante prácticas agropecuarias ecológicas.Esto es así por varias razones: las y los productores locales no requieren recursos a gran escala, por lo que sus actividades tienen un impacto menor en el medio ambiente; muchas veces habitan las zonas donde cultivan o producen, por lo que necesitan protegerlas; a veces la tierra y los recursos naturales con los que trabajan contribuyen también a la reproducción de su vida simbólica: sus creencias, sus símbolos y su espiritualidad; también necesitan conservar los ecosistemas sanos para que puedan regenerarse por sí mismos y así volver a producir.
  • Comercio justo e informado. Las cadenas cortas de agroalimentación también promueven la construcción de relaciones de confianza entre las personas productoras y las consumidoras basadas en la información y comunicación veraz sobre los productos. Además de ser un consumo responsable y sustentable, se trata de un consumo informado y equitativo. 

¿Cuáles son las desventajas de comprar en supermercados?

Los supermercados, por el contrario, han sido señalados por vender productos de distintos tipos, especialmente verduras, frutas, carnes y mariscos, que provienen de la explotación (sueldos bajos, jornadas largas y exposición a agroquímicos y riesgo de trabajo) de jornaleras y jornaleros agrícolas que trabajan para corporaciones que después ofrecen sus productos en los supermercados. Estos productos, además, son altamente procesados. 

Para obtener más ganancias de esta cadena de suministro, las corporaciones pagan poco a los productores primarios y a sus trabajadoras y trabajadores, y la cadena de intermediarios es mucho mayor. 

¿Quieres saber más tips para ser un consumidor responsable que cuide al medio ambiente? Entra a nuestro sitio.

Desventajas para el planeta de comprar en supermercados © Greenpeace / Nigel Marple
Desventajas para el planeta de comprar en supermercados © Greenpeace / Nigel Marple

Asimismo, para trasladar mejor y exhibir sus productos con etiquetas, estas empresas empacan los alimentos en plásticos y contenedores de unicel de un solo uso, los cuales terminan en los cuerpos de agua de nuestro planeta. Los altos costos de producción, empaque y traslado elevan los costos del producto que consumimos, no sólo en cuestión de precios, también aumenta el costo ambiental y social. 

A esto se suma que los productos se comercializan con información nula o escasa sobre todo el proceso que implicó elaborarlo. Si alguien quiere conocer más acerca de un producto, a veces tiene que recorrer un largo camino para llegar a la información. 

¿Qué tipo de consumo merecemos las personas y el planeta? Apoyar el consumo local le conviene a tu bolsillo, a tu cuerpo, a las y los productores, a las y los trabajadores y al planeta. 

¿Quieres hacer más por el planeta y ser un consumidor responsable? Únete aquí.

Consume menos, consume mejor

Hoy tenemos la oportunidad de hacer frente a esta crisis y reinventar nuestro estilo de vida y el modelo actual de consumo masivo hacia uno que sea más sustentable, donde consumamos responsablemente, poniendo a las personas y al planeta en el centro.

Participa