Hoy es una oportunidad excelente para que pensemos en la bicicleta, ya no sólo como una forma de recreación o deporte, sino como un modo de transporte que puede contribuir fuertemente a adaptarnos a una “nueva normalidad” que seguirá demandando guardar cierto distanciamiento físico para evitar contagios, y claro, para contribuir a luchar contra la emergencia climática y ambiental que enfrenta el planeta entero. 

Definitivamente esto no se trata solamente de pedir a la gente que use su bicicleta. Siendo realistas, para que eso suceda se tienen que generar las condiciones propicias y de mayor seguridad posible para que muchas personas comiencen a ver su bici como una verdadera alternativa al auto. Una parte importante de esa responsabilidad recae en nuestros gobernantes y representantes, quienes deciden cómo se usará el presupuesto público en la infraestructura de las ciudades en que vivimos.

Moverse en bicicleta puede ayudar a salvar el planeta © Gordon Welters / Greenpeace
Moverse en bicicleta puede ayudar a salvar el planeta © Gordon Welters / Greenpeace

Afortunadamente, en muchas ciudades del país han habido grupos de personas que han llevado a sus gobiernos grandiosas propuestas para hacer que el espacio urbano sea más seguro y amigable con el uso de la bicicleta. Varios gobiernos han dado cabida a estas propuestas en sus planes de infraestructura e incluso vemos cómo durante esta emergencia sanitaria se han dado a la tarea de instalar ciclovías temporales para facilitar la sana distancia que se nos recomienda guardar, como ha sido el caso de la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Puebla.

Aunque muchas de esas ciclovías son de carácter provisional, ésta será una gran oportunidad para tener una probadita de un modelo de ciudad nuevo y para demostrar que mucha gente sí está dispuesta a usar su bicicleta como forma de transporte siempre y cuando existan condiciones seguras. 

Definitivamente a todas las personas nos toca apropiarnos de los nuevos espacios que resultan de este tipo de propuestas y evidenciar la necesidad de que se conviertan en infraestructura permanente que forme parte de esa nueva normalidad que nos gustaría ver. Otros países han tenido mucho éxito después de probar modelos temporales de este tipo, entonces seguramente en nuestro caso veremos también esos beneficios.

Ciclovías para andar en bicicleta de forma segura
Ciclovías para andar en bicicleta de forma segura

A veces puede ser impresionante lo rápido que cambia el mundo ante una situación inesperada. Nuestra capacidad de adaptarnos y de colaborar en conjunto han sido cualidades que nos han permitido luchar para enfrentar la adversidad a lo largo del tiempo. La realidad de nuestra situación actual sin duda nos hará necesariamente cambiar muchas cosas. En ese sentido, la forma en que funcionan nuestras ciudades no será la excepción, y este es un muy buen momento para comenzar a construir esa nueva realidad.

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