Indígnate con nosotros. En uno de sus contratos, la empresa que opera el Tren Maya está pagando millones de pesos a una empresa para hacerse cargo del control de la fauna “nociva”, así se refieren a cualquier animal que represente un riesgo para la operación del tren.

Entre estos animales se encuentran muchos que están en peligro de extinción: el jaguar, el tapir, el venado, los monos araña, son quizás los que mejor conocemos, pero la lista oficial es un largo compendio adicional de mamíferos, aves, reptiles y otras especies que forman parte de la Selva Maya y su gran riqueza biológica.
¿Y qué es lo indignante? Para empezar, la etiqueta que esta empresa, que depende de la Secretaría de la Defensa Nacional, le ha puesto a las formas de vida que han habitado esta región del país desde siglos, o quizás hasta milenios antes de que se decidiera meter un tren en medio de su hábitat natural. Lo indignante es saber que ellos ven a la diversidad de todas esas formas de vida como una amenaza a la operación de sus máquinas, sabiendo que no solo se trata del tren para los turistas, sino también de los verdaderos intereses que se esconden detrás de esa fachada: los trenes de las industrias y sus mercancías, que estarán pasando cada vez con más frecuencia por los 1,500 kilómetros que abarcan los siete tramos de esta obra.

Esta reserva es una de las más biodiversas de la región y actualmente está amenazada por la tala ilegal y los incendios. © Greenpeace / Daniel Beltrá
Además de los más de 10 millones de árboles que se han derribado para construir esta mega obra, a ese altísimo costo ambiental se suma también el precio que los animales de la selva han tenido que pagar: su propia libertad. La brecha que se abrió a la mitad de la selva para construir el tren alcanza a medir más de 60 metros de ancho, lo cual ha pasado a convertirse en una inmensa barrera que ha fragmentado la libertad de movimiento que especies como el jaguar necesitan para poder reproducirse y cazar sus alimentos.

Por si esto fuera poco, este control de fauna nociva, como ellos lo llaman, consiste en asegurar que los animales no se acerquen a las vías del tren para evitar atropellar más jaguares y otras especies que se topan con que su hogar ahora tiene límites, está enrejado, y los pasos que se hicieron ni siquiera son suficientes para permitirles la libertad de movimiento que necesitan para existir.
La empresa encargada de ese “control”, se vale de jeringas, anestésicos, rifles y pistolas de dardos calmantes, redes, trampas de muchos tamaños, ganchos, costales, además de cohetes diseñados para espantar a la fauna con estruendos, todo esto para reubicarlos de manera forzosa, dejándolos despojados de su propio hogar y hasta señalados como nocivos. Aún más preocupante es la mención del manejo y sacrificio de animales que mueran atropellados en las vías del tren. ¿A cuántos animales está matando el tren?, estamos preguntando al gobierno.

Desde Greenpeace, estamos tomando acción y presentando denuncias ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) para que realice una investigación exhaustiva, revise el contrato y aplique sanciones a los responsables en caso de que se confirme que este control de fauna está incumpliendo la legislación ambiental.
Pero para ir más allá, también estamos pidiendo a las autoridades ambientales del país que nos abran sus puertas para trabajar en un plan real de protección para la Selva Maya y la vida que la habita. Necesitamos soluciones reales.
Se parte de la lucha, presenta tu denuncia.
¿Te gustaría dar el siguiente paso? Tu voz puede hacer la diferencia. A continuación te explicamos los pasos a seguir para poder participar en esta denuncia popular y pedir la protección de la fauna en la Selva Maya.
- Descarga el formato dando click en los 3 puntos junto al nombre del documento y luego selecciona “Descargar” o abriendo el documento y dando click en Archivo > Descargar > Microsoft Word. Formato disponible aquí.
- Introduce tus datos personales en los campos que están marcados en letras rojas en el documento de denuncia popular.
- Una vez completado el formato, envía la denuncia al correo electrónico: [email protected], asegurándote de enviar una copia oculta a Greenpeace al correo electrónico: [email protected]. ¡Nos mantendremos pendientes en todo momento para seguir presionando!
–Este documento de denuncia está dirigido a la titular de PROFEPA, Mariana Boy Tamborrell, (No te preocupes por tus datos, este formato incluye la solicitud para que tu información se mantenga privada).
Recuerda que presentar una denuncia es un derecho ciudadano y una herramienta clave para exigir el cumplimiento de la legislación ambiental y la protección de especies en peligro de extinción.
Suma tu voz para proteger la Selva Maya.
Únete a esta denuncia y conviértete una voz de la Selva Maya. Hacemos un llamado a todas las personas preocupadas por el futuro de la biodiversidad en México: súmate a nuestra denuncia y exige a las autoridades que protejan el pulmón verde del país. Necesitamos soluciones reales, no simulaciones.

Usa tu firma para exigir la protección de la fauna en la Selva Maya.
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