Este Abril, representantes de más de 170 gobiernos de todo el mundo se reunirán en Ottawa, Canadá, para negociar el Tratado Global de Plásticos de la ONU, una oportunidad única para empezar a resolver la crisis de la contaminación por plásticos. Al tratarse de la cuarta de cinco rondas de negociaciones, hay mucho en juego: lo que ocurra en Ottawa podría determinar el éxito o el fracaso de este Tratado.
Los líderes mundiales deben enviar una señal a sus delegaciones de que en la mesa de negociación no sólo hay que ser ambiciosos, sino también valientes. El plástico está en el centro de la triple crisis planetaria (cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación). Una acción audaz puede ayudar a frenar las tres, o seguir como hasta ahora puede seguir, alimentándolas. Greenpeace está trabajando con nuestros aliados para garantizar que los gobiernos de todo el mundo tengan claro cómo debe ser una acción audaz en el Tratado.
4 cosas que debe hacer el Tratado Global de Plásticos.
Los delegados que se preparan para las negociaciones en Canadá deben asegurarse de que el Tratado Global de Plásticos cumpla cuatro objetivos: 1) limitar y reducir la producción de plástico; 2) acabar con los plásticos de un solo uso; 3) establecer objetivos de reutilización y acelerar una transición justa hacia soluciones basadas en la reutilización; y 4) garantizar que los recursos para apoyar la aplicación del Tratado se ajustan a la jerarquía de cero residuos.
El Tratado también debe basarse en los derechos humanos, garantizando que se respeten los derechos de los pueblos indígenas y que las perspectivas de las comunidades de primera línea y otras afectadas, como los recicladores, se tengan en cuenta en los debates sobre las soluciones. Si los países no trabajan juntos para exigir que se incluyan estos elementos, un Tratado eficaz que consiga acabar con la contaminación por plásticos estará fuera de nuestro alcance.
Sabemos que el público está de acuerdo: una reciente encuesta pública de Greenpeace muestra que más del 80% de las personas de todo el mundo apoyan un tratado que reduzca la producción de plástico, acabe con los plásticos de un solo uso y acelere las soluciones basadas en la reutilización.
Ottawa no puede ser conocida como el lugar donde las negociaciones del Tratado fueron a morir.
Hasta ahora, las negociaciones se han centrado en países poco ambiciosos, como Arabia Saudí, Rusia e Irán, que han utilizado cuestiones de procedimiento para impedir que el resto del mundo avanzara. Más de un centenar de grupos de presión de la industria de los combustibles fósiles se amontonaron para impedir que los negociadores abordaran lo más impactante que debe hacer el tratado: limitar y reducir la producción de plástico.
La última ronda de negociaciones se saldó con un fracaso estrepitoso. Todos los presentes en la sala de plenos de las Naciones Unidas sintieron conmoción, frustración, decepción y rabia. Para que Ottawa sea diferente, los negociadores deben recordar los sentimientos de Nairobi y canalizar esa rabia hacia la acción. Está claro que la estrategia de complacer al mínimo común denominador no funciona. Los países que se toman en serio la protección de nuestra salud, el clima y la biodiversidad deben mostrar una ambición y un liderazgo renovados.
Canadá, como país anfitrión, Ecuador, que asume la presidencia del INC-4, Noruega y Ruanda, como presidentes de la Coalición de Gran Ambición (HAC), y otros miembros de la HAC deben dar un paso al frente, organizarse y promover los intereses de las personas y del planeta por encima de los de las empresas petroquímicas y de combustibles fósiles, que miran hacia atrás. Los más de 2,2 millones de personas de todo el mundo que se han unido a nosotros para pedir un Tratado Global de Plásticos estarán atentos, como parte de un movimiento creciente que trabaja para poner fin a la era del plástico.
Ottawa no puede ser conocida como el lugar donde las negociaciones del tratado fueron a morir, pero si se escuchan las llamadas a la acción, podría ser conocida como el lugar donde empezaron a prosperar. Por ello, esperamos que Canadá establezca un tono que refleje la urgencia y el optimismo constructivo necesarios para lograr un Tratado eficaz. Canadá está bien posicionada para volver a encarrilar las conversaciones. Para ayudar a convencer a los gobiernos de todo el mundo de que pongan a las personas por encima de los contaminadores.
No hay tiempo que perder.
Suma tu voz a este movimiento global. 👇
Firma y pide un Tratado Global de Plásticos fuerte para conseguir un futuro sin contaminación plástica.