En el marco del Día Internacional de Oposición a los Alimentos Transgénicos, es oportuno hablar sobre una problemática que pone en riesgo nuestra soberanía alimentaria, nuestra salud y nuestra rica biodiversidad: la importación de maíz transgénico tratado con glifosato. En México, cuna del maíz y hogar de una diversidad incomparable de este cereal, la batalla contra los transgénicos y los herbicidas tóxicos asociados, como el glifosato, es más que una cuestión de preservación ambiental, es una lucha por nuestra identidad cultural y la salud pública.
Desde hace más de una década Greenpeace en conjunto con organizaciones ciudadanas y movimientos campesinos ha estado en la lucha contra los alimentos transgénicos y el uso de herbicidas tóxicos. A través de campañas de sensibilización, acciones legales y colaboraciones con comunidades locales y expertos, hemos buscado proteger nuestra alimentación, agricultura, y biodiversidad de las amenazas que representan estos productos.
¿Qué es un transgénico?
Los transgénicos, o también conocidos como organismos genéticamente modificados (OGMs), son plantas o animales que han sido modificados en laboratorios para poseer características específicas como resistencia a plagas o herbicidas. Aunque prometen mayores rendimientos y soluciones a problemas de producción agrícola, la realidad es que vienen con una serie de riesgos y consecuencias no deseadas, como la contaminación genética de especies nativas, la pérdida de biodiversidad, y el aumento en el uso de herbicidas tóxicos.
Uno de los herbicidas más comúnmente asociados con cultivos transgénicos es el glifosato. Este compuesto ha sido clasificado como “probablemente cancerígeno en humanos” por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer de la OMS. Su uso masivo no solo representa una amenaza para la salud humana, sino que también afecta negativamente la vida silvestre y los ecosistemas acuáticos. Greenpeace ha estado trabajando incansablemente para prohibir su uso en el país, promoviendo alternativas agrícolas sostenibles y seguras (puedes conocerlas a profundidad en este informe: https://www.greenpeace.org/static/planet4-mexico-stateless/2021/09/e77c1e74-doc_asg_web.pdf).
México se enfrenta actualmente a una gran amenaza por la importación de maíz transgénico tratado con glifosato. Este maíz, principalmente destinado al consumo animal y la producción de alimentos procesados, entra en nuestro sistema alimentario y pone en riesgo la salud de la población y la integridad de nuestras especies nativas de maíz. La dependencia de México de las importaciones de maíz transgénico impide nuestra soberanía alimentaria y expone a nuestros ecosistemas a riesgos muy elevados.
Este Día Internacional de Oposición a los Alimentos Transgénicos, te invitamos a sumarte a la lucha. Lo puedes hacer informándote sobre los riesgos de los transgénicos y el glifosato; apoyando a los agricultores locales al comprar productos orgánicos y locales, libres de transgénicos; participando en las campañas de organizaciones como Greenpeace, firmando peticiones y asistiendo a eventos, y también presionando a los políticos para que adopten medidas que prohíban los transgénicos y promuevan la agricultura sostenible.
Nuestra lucha contra los transgénicos y herbicidas tóxicos es una batalla por el futuro de nuestra alimentación, salud, y planeta. Este Día Internacional de Oposición a los Alimentos Transgénicos, alzamos la voz por una México libre de transgénicos y un mundo en el que la sostenibilidad y la seguridad alimentaria sean una prioridad. Unidos, podemos proteger nuestra biodiversidad, nuestra salud y nuestra soberanía alimentaria.
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¡Ayúdanos a detener los transgénicos!
Los transgénicos son organismos que han sido genéticamente modificados (GM), por ejemplo, para producir insecticida o generar resistencia a herbicidas. Forman parte del modelo de agricultura industrial, el cual acentúa la desigualdad en el campo y que además hace uso excesivo de plaguicidas y fertilizantes sintéticos que afectan la salud y el medio ambiente.