La industria fósil, siempre ha sido tan buena, tan justa, tan en busca de lo mejor para la gente y el planeta que parecería una locura pedir que frenen su cruzada por el desarrollo, y es que, quién en su sano juicio querría bloquear el progreso, por qué tanto escándalo si las grandes petroleras solo solo víctimas de los extremistas ambientales, que desde hace décadas sólo han buscado manchar su nombre y entorpecer su noble labor. Así se suenan las campañas de greenwashing de la industria fósil, en un contexto de cambio climático ya no solo es ridículo, sino inaceptable.

Accidente generado por fuga de gas en el Golfo de México.

Es importante recordar que estas campañas de negacionismo climático han tenido diferentes etapas, cada una se ha caído a pedazos y hoy nos suenan aberrantes, pero en su momento sirvieron para mantener andando a la industria fósil sin tener que hacerse responsables del desastre ambiental que estaban provocando.

Primero trataron de negar que el cambio climático existía, compraron científicos para hacer papers que negaban la existencia del cambio climático; después salió que el cambio climático era resultado de las actividades humanas, y ellos respondieron que sí hay cambio climático pero la humanidad no tiene nada que ver, es todo natural y no hay nada que hacer; finalmente salió que la quema del petróleo era la principal causa, y la narrativa de ellos cambió de nuevo a aceptar que si hay cambio climático y si es culpa de las actividades humanas pero la responsabilidad es de todas y todos, no es de los fósiles. 

Hoy, negar el cambio climático ya no es posible y la industria fósil lo sabe y también sabe que es su culpa, así como lo ha sabido desde el principio, pero sus intentos por engañar y por mantener el modelo que ha enriquecido a un puñado de personas continúa, se adapta y echa mano de la publicidad y de los influenciadores serviles que están dispuestos a defender la destrucción a cambio de unas migajas del gran pastel fósil, ese que se devoran solos. Ahora tratan de hacernos pensar que la responsabilidad es compartida, porque claro, cuando hay crisis las pérdidas se socializan pero las ganancias son privadas. También tratan de seguir engañándonos diciendo que hay combustibles fósiles limpios, buenos para combatir el cambio climático y que por eso extraerlos, transportarlos y quemarlos es un imperativo moral, que no solo reduce las emisiones de gases invernadero sino que beneficia a las comunidades y ecosistemas a su paso. 

Comunidad de El Bosque,Tabasco, que está siendo erosionada como
consecuencia del cambio climático.

Mientras la crisis climática sigue aumentando y sigue cobrando víctimas, la industria fósil como TC Energía sigue lucrando con la destrucción de nuestro planeta y sigue queriendo hacernos creer que lo hacen por nuestro bien, vendiendo sus megaproyectos fósiles como el gasoducto Puerta al Sureste como “la puerta a la prosperidad” y repitiendo 6 mentiras que son muy comunes en el greenwashing fósil y que es necesario desmantelarlas y no permitirles seguir difundiéndolas:

1. El gasoducto Puerta al Sureste mejora la vida de la población local

Lo cierto es que el proyecto Puerta al Sureste ha incumplido con las regulaciones ambientales desde su comienzo al fragmentar el proyecto en dos: la parte marina y terrestre, razón suficiente para que la ASEA hubiera desechado el proyecto ya que ignora la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que dice que los proyectos no pueden presentar una MIA fragmentada, que tiene que analizarse su impacto acumulado, holístico e integral y que tiene que hacerse bajo la mejor ciencia disponible.

Ante esto, la promovente justifica la fragmentación diciendo que “se trata de entornos totalmente diferentes, que los procesos de construcción son distintos en tierra y en mar y que los impactos en cada entorno son de diferente índole y que no se presentan impactos acumulativos entre la porción terrestre y la marina”, es decir, que los ecosistemas marinos y terrestres no están relacionados y que los impactos del gasoducto tampoco. El gasoducto al ser un proyecto lineal de gran magnitud que cruza por ecosistemas terrestres y marinos puede afectar de manera importante al clima, geología, aire, suelos, agua, paisaje, vegetación y fauna, elementos que tienen una correlación entre sí.

Arrecife de coral encontrado en la zona donde pasará el gasoducto
Puerta al Suereste.

Al mismo tiempo, la guía para la realización de Manifestaciones de Impacto Ambiental es clara cuando menciona que “la descripción del Sistema Ambiental Regional (SAR), puede contener a uno o más ecosistemas y cuyas tendencias de desarrollo y deterioro ambiental son imprescindibles analizar y determinar” por lo que el hecho de que fragmenten el análisis en dos estudios de impacto ambiental deja de lado impactos acumulativos que se desarrollan a lo largo de todo el proyecto y además no analiza cómo el proyecto puede incrementar los impactos acumultativos y residuales, que es uno de los principales objetivos de las Manifestaciones de Impacto Ambiental y queda sin efecto al ser fragmentado en dos.

Esto provoca que se dejen de lado impactos que serían notorios al analizar todo el proyecto como la erosión, afectación los recursos acuáticos marítimos y de los esteros, riesgos de accidentes, el movimiento de la tierra debido a un hundimiento, corrimiento o derrumbe; los efectos del clima (viento, tempestades, fuerzas térmicas); impactos en las comunidades costeras, entre otros.

Erosión costera en México. © Greenpeace México

Contrario a lo que TC Energy menciona, tener dos Manifestaciones de Impacto Ambiental sí genera una infravaloración de los impactos ambientales generados.Lo cual es una clara evidencia de que el análisis no está basado en ningún tipo de ciencia respetable. Un proyecto que busca la expansión del modelo fósil, en plena crisis climática, jamás será sustentable y mucho menos protegerá el medio ambiente ni a las comunidades que dependen de él.

Asimismo, este tipo de proyectos siguen fomentando un modelo que viola los derechos de las comunidades latinas e indígenas por donde pasan los ductos como el territorio Gitxsan, las comunidades Tarahumaras, el municipio indígena de Pahuatlán, territorios otomíes, nahuas y totonacos ;  así como las comunidades vulnerables al cambio climático como El Bosque, Tabasco y Las Barrancas, Veracruz. La mejor ciencia disponible es contundente: ningún nuevo desarrollo fósil es compatible con las metas climáticas, ningún nuevo desarrollo fósil es sustentable, los ecosistemas tienen una interconexión sumamente compleja y frágil.

2. Incrementará la competitividad de los estados

La realidad es que la crisis climática, alimentada por la industria de los combustibles fósiles, es una de las mayores amenazas para los derechos humanos y el desarrollo económico de la historia.

Según el Relator Especial de la ONU sobre Derechos Humanos en el “Informe sobre la extrema pobreza y los derechos humanos”, el cambio climático amenaza con deshacer los últimos cincuenta años de avances en materia de desarrollo, salud mundial y reducción de la pobreza, y agravará la pobreza y la desigualdad existentes en general. Las familias de clase media, incluidas las de los países desarrollados, también están perdiendo bienestar.

Woman Works in House in Maharashtra. © Sudhanshu Malhotra / Greenpeace
Pobreza energética © Sudhanshu Malhotra / Greenpeace

El Banco Mundial calcula que, si no se toman medidas inmediatas, el cambio climático podría sumir en la pobreza a 120 millones de personas más de aquí a 2030, cifra que aumentaría aún más en los años siguientes. En México, una de cada 5 personas es altamente vulnerable a los efectos del cambio climático. Para minimizar estos impactos en la medida de lo posible, el mundo debe superar los combustibles fósiles. 

Toda solución para reducir las emisiones y hacer frente al cambio climático debe tener los derechos humanos en el centro. Debemos reducir rápidamente las emisiones y garantizar al mismo tiempo que esos esfuerzos no empeoren las consecuencias negativas para las comunidades históricamente marginadas y no amplían las desigualdades en general.

3 y 4. El gas “natural” permite la transición energética de manera sustentable y Reducirá la huella de carbono y la generación de emisiones

Es importante recordar que el gas que transporta proviene de los yacimientos no convencionales del sur de Estados Unidos, una de las bombas de carbono más grandes del mundo, que en sus procesos tiene fugas de metano, que hacen que el gas fósil que proviene de ahí pueda tener una huella de carbono similar a la quema de carbón. La industria de los combustibles fósiles quiere utilizar el gas para prolongar sus beneficios unos años más. Pero la realidad es que el gas fósil es igual de perjudicial y debe eliminarse progresivamente, al igual que el petróleo.

Según un informe de Global Witness, actualmente tenemos más reservas desarrolladas de petróleo y gas de las que podemos utilizar si queremos cumplir nuestros compromisos del Acuerdo de París y tener una oportunidad de mantenernos por debajo de 1,5 grados centígrados, considerados los límites de seguridad para la supervivencia. Esto significa, según un informe de Oil Change International, que el uso de gas fósil debe eliminarse progresivamente, no incrementarse. La investigación demuestra que la supuesta reducción de emisiones asociadas a la quema de gas fósil comparada con otros combustibles fósiles como el carbón no existe si de toma en cuenta las fugas de metano (un GEI sustancialmente más potente que el CO2) mal controladas en el lugar de extracción.

5. Genera electricidad a un menor costo

De acuerdo a Lazards, una empresa de análisis financiero, los costos nivelados (es decir los costos de las diferentes tecnologías integrado costos de combustibles, daños a medio ambiente, intermitencia, etc.) de las energías renovables han mostrado un decrecimiento muy marcado que las ha llevado a estar por debajo de cualquier tecnología convencional.

6. Proveé seguridad energética

Apostar por gas en México significa incrementar la dependencia energética de México con Estados Unidos, actualmente el gas es el combustible que más ha crecido en consumo en los últimos años y también es la principal fuente de generación eléctrica en México, representando el 58% del total de electricidad. Sin embargo, más del 70% del gas que se utiliza viene de Estados Unidos, con el declive de reservas mexicanas y la expansión de infraestructura de importación, esta cifra podría aumentar en los siguientes años. 

O desarrollar proyectos de extracción en aguas profundas o en yacimientos no convencionales que requieren de fracking para extraerlos, cualquiera de estas alternativas tiene implicaciones graves para la soberanía del país, para los ecosistemas y para las comunidades, sobre todo las que son afectadas por los megaproyectos y el cambio climático. Incluso si México decidiera extraer él las reservas probadas de gas, es decir, el gas que sabemos que existe y que es posible y rentable extraer, estas reservas sólo durarían 1.4 años de acuerdo al nivel de consumo anual. 

Es momento de exigir que transnacionales como TC Energy dejen de lucrar con la destrucción de nuestros ecosistemas. Firma la petición y compártela.

Firma la petición y exige que no se apruebe el gasoducto Puerta al Sureste.