Desde que se recomendó en México el distanciamiento social, las principales avenidas de la Ciudad capital lucen descongestionadas de automóviles de todo tipo y gran parte de las actividades cotidianas se detuvieron. 

Supusimos que esto traería un descanso y “nuevos aires” a nuestra ciudad, pero no fue así. Desde el lunes 23 de marzo, fecha en la que se inició de manera “oficial” las medidas de confinamiento, el Sistema de Monitoreo Atmosférico de la CDMX ha reportado valores de más de 100 puntos de ozono, lo que significa mala a muy mala calidad del aire en el Valle de México. Este domingo, por ejemplo, la calidad del aire fue mala y así lucía la ZMVM:

¿Por qué? Porque reducir el uso del automóvil un par de semanas no es suficiente para disminuir los altos niveles de otros contaminantes en el aire que hemos acumulado por todos estos años y que son los responsables del cambio climático. ¡Respira México! 

Te explicamos con más detalles: las acciones de mitigación para evitar la propagación por el Covid-19 sí han significado una reducción de emisiones contaminantes en el mundo pero las concentraciones no han disminuído. 

Por ejemplo, en China la reducción de la actividad económica disminuyó en 25% las emisiones de bióxido de carbono durante cuatro semanas, de acuerdo con un análisis de Carbón Brief. En Italia hubo una tendencia gradual de reducción de alrededor del 10% de dióxido de nitrógeno por semana durante las últimas cuatro a cinco semanas, según el Servicio de Monitoreo Atmosférico Copérnico de la Unión Europea.  

Protesta en Viaducto
Protesta en una de las principales avenidas de la Ciudad de México. Número de muertes por exposición a la contaminación del aire, podría evitarse si Cofepris ajustara los estándares de calidad del aire. © Argelia Zacatzi

Sin embargo, la reducción en las emisión de estos contaminantes es diferente a la concentración de bióxido de carbono, que es la principal causante del cambio climático. 

Las Naciones Unidas lo explican así: “Las emisiones representan lo que pasa a la atmósfera, mientras que las concentraciones representan lo que queda en la atmósfera después del complejo sistema de interacciones entre la atmósfera, la biosfera, la litosfera, la criosfera y los océanos. El dióxido de carbono permanece en la atmósfera y los océanos durante siglos. Esto significa que el mundo está comprometido con el cambio climático continuo, independientemente de cualquier caída temporal en las emisiones debido a la epidemia de coronavirus”.

Las Naciones Unidas señalan que es muy pronto para para sacar conclusiones firmes sobre la importancia de esta contingencia para las concentraciones de gases de efecto invernadero; sin embargo, está claro que las acciones para evitar el contagio de Covid-19 no pueden sustituir todas las acciones a corto, mediano y largo plazo que debemos tomar contra el cambio climático.

Air Pollution Protest in Mexico City. © Ilse Huesca Vargas / Greenpeace
El aire en México mata, protesta en ciudad de México © Ilse Huesca Vargas / Greenpeace

Por el contrario, desde Greenpeace creemos que el contexto actual nos plantea una oportunidad para repensar el modelo de movilidad que tenemos, donde la bicicleta y la movilidad activa son opciones para descongestionar el transporte público, reducir el uso del automóvil y mejorar la calidad del aire, por nuestra salud y la del planeta.

Es de recordar que la mala calidad del aire está vinculada con la muerte anual de al menos 17 mil personas, entre ellas niñas, niños y personas adultas mayores. El compromiso que ha mostrado la sociedad frente a la contingencia sanitaria, debería ser el mismo que en adelante mostremos para el cuidado del medio ambiente.

¿Quieres hacer más? Firma nuestra petición y exige acciones contra la contaminación del aire

Urban Revolution Viaduct Protest in Mexico. © Argelia Zacatzi
Exige transporte seguro y sin contaminación del aire

Exijamos más y mejor transporte que nos ayude a mejorar el aire que respiramos en nuestras ciudades

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