La calle es nuestra. Sí, es tuya, mía y de cualquier persona que transite por ella. Más que una frase de propiedad, decir que la calle es nuestra significa que todas y todos tenemos el mismo derecho a transitarla y por ello debemos compartirla, lo cual no sucede en la mayor parte de las ciudades mexicanas. Cuántas veces nos ha pasado que como peatones encontramos calles sin banquetas o las que hay, están en muy mal estado que nos obligan a bajar al arroyo vehicular -arriesgando nuestra vida- porque no hay suficiente espacio para que circulen los autos y además la gente camine. Qué hay de las personas en sillas de ruedas que no encuentran rampas ni paradas para abordar el transporte público, lo mismo que las madres con carriolas. Qué hay de los ciclistas y el transporte público que carecen de carriles para transitar mientras que los automóviles que tienen la mayor parte del espacio público, tampoco lo encuentran en las mejores condiciones. Desde hace ya unos años existe la tendencia global de implantar modelos de calles completas en las ciudades, que va más allá del enfoque tradicional de privilegiar a los automóviles, sino que todos los medios de transporte incluido el público y el privado así como la bicicleta y la movilidad activa (caminar) tienen la misma importancia para que sean las personas las que decidan cómo quieren transportarse. Además de ello, las calles completas se conciben como un espacio donde la gente vive más que solo desplazarse. Con honestidad, cuánto tiempo del día pasamos fuera de casa. Mucho, ¿Cierto? Al menos 10 horas en promedio, 8 de la jornada laboral y dos de traslado, en el que en algunos casos hacemos compras o quedamos con un amigo o amiga, pues la calle completa también busca que las personas tengan acceso a parques, plazas, tiendas, terrazas, sin importar su forma de transporte. Si bien, cada calle tiene necesidades distintas hay características que todas deben considerar, por ejemplo que las aceras sean amplias, que se puedan cruzar con seguridad, pasos de cebra eficaces, aligerar el tráfico sin que eso signifique hacer que los autos circulen a grandes velocidades sino todo lo contrario. Aunque suene difícil de creer, el concepto de calle completa ya se ha aplicado en varias ciudades mexicanos y queremos que se replique en más, por ello, la idea de mejorar el transporte público es un primer paso. Ayúdanos a conseguirlo.

Movilidad en México

La movilidad del Estado de México, como en la mayoría de ciudades del país, ha crecido sin orden ni planeación urbana. El transporte público está concesionado o permisionado a particulares, el parque vehicular es mayor al necesario y más del 40 por ciento es irregular, de acuerdo con declaraciones del titular de la Secretaría de Movilidad, del estado, Raymundo Martínez Carbajal. 

Los costos de transporte público son mucho más altos que los de la CDMX y algunas unidades no cuentan con seguros contra accidentes por daños a terceros. Sus trabajadores no tienen prestaciones y apenas hace unos días se anunció que habrá una carrera técnica para ellos, a fin de mejorar  la calidad del servicio.

El Estado de México es la región con mayor índice de feminicidios y de acoso sexual contra mujeres en el transporte público en nuestro país, sin embargo no hay suficiencia de transporte rosa (planeado para el uso exclusivo de mujeres) que recorra el estado. La cobertura de cámaras y sistemas de seguridad tales como botones de pánico, constituye un porcentaje mínimo.

Mujeres en el transporte público

Los costos para transportarse en el estado de México tienen una tarifa de 10 pesos por los primeros 5 km, más 20 centavos por cada kilómetro adicional, en otros municipios la tarifa inicial se reduce a 7.50. Respecto a la Ciudad de México, el costo del Estado de México se duplica. Para las personas que viven en zonas más alejadas a la CDMX, como Zumpango, el costo para movilizarse es de 70 a 80 pesos por día, así como una inversión de 4 horas en los traslados. Ese costo  ocupa la mitad del ingreso mensual de una persona que gana tres salarios mínimos.

Respuestas como el Mexibus, BRT (Bus Rapid Transport) resulta prioritaria, y proporciona a los usuarios comodidad, rapidez y ahorro de tiempo al estar en carriles confinados.

Se habla de la modernización de los Centros de Transferencia Modal (CETRAM), o paraderos, con una mejor infraestructura así como vigilancia para garantizar la seguridad de los usuarios, y ya se ha aplicado en Ciudad Azteca y Cuatro Caminos. 

Tráfico en México

Desde 2015 el gobierno local, con el apoyo del gobierno federal, construye el Tren Interurbano, cuya implementación significa un beneficio para 230 mil usuarios al día, con una longitud de 57.87 km, 2 terminales: Zinacatepec y Observatorio y 4 estaciones intermedias: Pino Suárez, Tecnológico y Lerma en Edomex, y Santa Fe en CDMX. Con la puesta en marcha de este transporte público, más de 27 mil toneladas de CO2 al año dejarán de emitirse, al mismo tiempo que se evitarán cientos de accidentes viales en la autopista México-Toluca.

Con un transporte bien planeado, paradas establecidas y personal capacitado, la seguridad, eficiencia y reducción de contaminantes se vería beneficiado, entregando un servicio de calidad y reduciendo los tiempos de traslados.

Estas obras de infraestructura son fundamentales, pues de otro modo la inercia de crecimiento en el uso de transporte privado llegaría a 35 por ciento de los viajes para el año 2025, contra el 19 por ciento anterior a la implementación de estas medidas, agravando la congestión vehicular en el estado.

La calidad del aire se verá impactada favorablemente si los ciudadanos utilizan el transporte masivo en vez del auto particular. En vez de abrir nuevas vías de transporte terrestre, algunas otras medidas como el uso del sistema de bicicletas en renta llamado Huizi, evitarán que la contaminación del aire continúe dañando severamente a la población, especialmente a los niños y a los adultos mayores. Por ello, es de gran importancia la participación de la ciudadanía al adquirir nuevos hábitos de transportación.

Merecemos transporte público, digno, eficiente y no contaminante

Los gobiernos municipales de la zona de los volcanes del Estado de México se han reunido con las autoridades de la Secretaría de Movilidad del EdoMex con el fin de planear el desarrollo urbano e implementar acciones para el ordenamiento del transporte público, y juntos han anuncido el Plan Integral de Movilidad Sustentable del Estado de México, -que aún no se hace público- en el cual se establecerían lineamientos sobre el funcionamiento de los Centros de Transferencia Modal (rutas y paraderos).

Una mejor infraestructura de ascenso y descenso de pasajeros, a la vez que una vigilancia eficiente, dará un mejor servicio a los usuarios del transporte público. Ciudad Azteca y la terminal de Cuatro Caminos son dos ejemplos de que las medidas adoptadas son exitosas.

Como sucede con otros temas ambientales, la participación ciudadana resulta de primordial importancia. Somos nosotros, nuestros hábitos y por lo tanto nuestras necesidades, quienes debemos estar presentes en la planeación de propuestas que nos atañen, en su implementación y la vigilancia de su buen funcionamiento. La información y la educación ambiental nos hará ciudadanos responsables con nuestro entorno y el futuro de nuestras ciudades. 

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Urban Revolution Viaduct Protest in Mexico. © Argelia Zacatzi
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