Con el avance del cambio climático, la contaminación del aire y otras crisis ambientales, los autos eléctricos han pasado de ser una fantasía ambientalista a ocupar un lugar protagónico como herramienta para reducir las emisiones de gases causantes del cambio climático.

No obstante que la eliminación de los combustibles fósiles es algo deseable para descarbonizar nuestra vida diaria, la mera transición de motores de combustión a motores eléctricos es un desperdicio, ya que deja intactos otros problemas estructurales de nuestros modelos de transporte.

Se trata de un debate abierto con muchísimas aristas que no podrías abarcar en este texto. Sólo diremos que el transporte no sólo debe de ser eléctrico, sino eléctrico, público y masivo. Aquí las razones:

Autos eléctricos

Vehículos eléctricos en estaciones de carga de Corea del Sur  © Jung-geun Park / Greenpeace

Vehículos eléctricos en estaciones de carga de Corea del Sur

Atienden el problema de las emisiones, pero no el del espacio público:

Como se ha demostrado con evidencia nacional e internacional, el uso ineficiente del limitado espacio público es uno de los problemas centrales de nuestras ciudades. Por lo tanto, cambiar nuestros sistemas de movilidad debería pasar por atender esto.

En la Ciudad de México, la tasa de ocupación por automóvil es de 1.2 personas por auto por viaje, mientras que el mismo auto ocupa unos 7 metros cuadrados de la calle. Sólo hay que hacer algunas cuentas para entender la ineficiencia de esto.

 

Ignoran otros temas, como la desigualdad, ineficiencia

Considerando que la infraestructura vehicular en México recibe el 80% del dinero público para transporte, esto convierte nuestras calles en un factor que reproduce la desigualdad.

 

Afectan también el valor patrimonio inmobiliario de las ciudades

Sólo en la Ciudad de México, los cajones de estacionamiento de viviendas construidas entre 2009 y 2013 ocupaba el 42% del área total construida, lo cual encarece hasta $200 mil el precio de una vivienda y dificulta la existencia de vivienda social. Esto no sólo afecta las emisiones de la ciudad, sino su composición y sostenibilidad social.

 

Aumentan la necesidad de baterías contaminantes

Los autos eléctricos dependen de baterías fabricadas con materiales raros, como litio o coltán. Para extraer estos materiales, se necesita intensificar la minería en áreas naturales del planeta donde la minería a menudo va acompañada de problemas como deforestación, afectaciones a la biodiversidad y hasta explotación laboral o trabajo infantil.

Aumentar la presencia de coches eléctricos sólo pondrá más presión en estas áreas mientras no se desarrollen soluciones tecnológicas apropiadas.

 

Transporte público eléctrico 

Trolebus en Ciudad de México

Trolebus en Ciudad de México

Tecnología e infraestructura ya existente

Mientras que los autos eléctricos dependen del desarrollo de tecnologías limpias para sus baterías o de la homologación de estaciones de carga, un ejemplo de transporte público eléctrico es el Trolebús en la Ciudad de México que ya tiene redes eléctricas y estaciones eléctricas desplegadas en buena parte de la ciudad.

Si bien necesita mayores inversiones para mantenimiento y expansión, es un sistema que funciona probada y seguramente desde 1951. Invertirle le ayudaría a la ciudad a alcanzar sostenibilidad en el corto plazo.

 

Hace un uso eficiente del espacio público

Un trolebús mide unos 25 metros cuadrados y tiene capacidad para 80 personas. Sólo la línea del Eje Central puede trasladar a 103 mil personas en un día, más de 4 mil por hora.

 

Funciona a bajo costo, reduciendo la desigualdad social

En la Ciudad de México, con 4 pesos una persona puede desplazarse de la terminal de autobuses del norte a la del sur. Una persona de bajos ingresos difícilmente podrá costearse un auto eléctrico, pero sí utilizar el Trolebús.

 

Permite la convivencia con otros medios de transporte

Por su tamaño y su velocidad, el Trolebús puede compartir el carril de manera segura, por ejemplo, con bicicletas. Es por ello que Greenpeace México, Bicitekas y otras organizaciones han impulsado el proyecto Trolebici, que ampliaría ligeramente la línea Cero Emisiones del Trolebús para compartir el espacio con ciclistas e integrar la ciudad en un gran eje de norte a sur, un proyecto que la actual se comprometió a concretar en este año. 

Si tenemos más y mejor transporte público, podremos también mejorar la movilidad y la calidad del aire en nuestras ciudades. 

Firma para exigirlo.

Urban Revolution Viaduct Protest in Mexico. © Argelia Zacatzi
Exige transporte seguro y sin contaminación del aire

Exijamos más y mejor transporte que nos ayude a mejorar el aire que respiramos en nuestras ciudades

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