Llegar a los 30 nunca había sido tan difícil. Además de la crisis existencial -quién  soy y hacia dónde voy- para los y las nacidas en la década de los 90 hay otras “crisis” con las que hay que lidiar.

  • Economía mexicana

Te preguntas por qué no puedes dejar la casa de tus papás antes de los 30 o salir de viaje tanto como quisieras a pesar de tener una carrera universitaria y un “buen” empleo. Claro que la explicación toca varias aristas: desde la política interna, el mercado internacional, el modelo neoliberal, etcétera. Pero un hecho relevante para los nacidos en los 90, es la firma y entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Este acuerdo comercial auguraba un futuro prometedor: bonanza económica, desarrollo y grandes oportunidades para las nuevas generaciones. Muchas empresas extranjeras llegaron a nuestro país porque la mano de obra sería  más barata así que poco a poco la brecha salarial entre los países que lo integran se fue ampliando, claro, en detrimento de México, como resultado tenemos los salarios más bajos de las tres naciones.

  1. Crisis climática

Sí, tal vez cuando apareció la alerta del cambio climático y la necesidad de reducir las emisiones contaminantes tú estabas en pañales, pero nos toca poner nuestro granito de arena para detenerlo y heredar un futuro a las siguientes generaciones.

El cambio climático es considerada la crisis ambiental más grande que amenaza a la humanidad y si bien es un tema que ha preocupado a la comunidad científica desde la década de los 70, fue hasta 1990 que se publicó el primer informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) en el que se llegaba por primera vez al consenso de que las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por las actividades humanas contribuyen al aumento en la temperatura del planeta que podría resentirse por siglos.

Hoy, sabemos que las emisiones que calientan al planeta están directamente relacionadas con la quema de combustibles fósiles como las gasolinas, razón por la que apostar por transporte no contaminante es la principal solución para evitar el deshielo de los polos, fenómenos hidrometeorológicos como huracanes y sequías más intensos, así como cientos de especies amenazadas por la extinción.  Acciones como dejar el auto para preferir el transporte público o la bicicleta pueden marcar la diferencia para enfrentar esta crisis que aunque no creaste, te alcanzó antes de cumplir los 30.

  1. La reconstrucción social

Seguramente has escuchado esas historias que hablan de cómo en el terremoto de 1985 en la Ciudad de México dio origen a la sociedad civil organizada ante la necesidad de atender la emergencia. La buena noticia es que aunque hayamos nacido una década después, fuimos testigos (y partícipes) de un fenómeno similar con los terremotos del 2017 que afectaron varias zonas del país.

Sí, nos organizamos para para levantar escombros, salvar vidas y  llevar ayuda a quienes la necesitaban, derrumbando así el mito de una sociedad apática, demostrándonos que el trabajo conjunto -más allá de los prejuicios- es la fórmula para la reconstrucción social para conseguir el país y las ciudades en las que queremos vivir: libres de tráfico, accesibles y seguras.

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Urban Revolution Viaduct Protest in Mexico. © Argelia Zacatzi
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