En este momento, los barcos de Greenpeace, Arctic Sunrise y Esperanza, se encuentran en una misión en el Ártico. Nos estamos embarcando en una de nuestras expediciones más ambiciosas; navegando desde el alto norte del Ártico, hasta el fondo de la Tierra en la Antártida.

Esta no es la primera vez que Greenpeace se ha aventurado en el hielo del norte, desde que comenzó la campaña para salvar el Ártico en 2012, Greenpeace ha logrado algunos avances:

  • Expulsó a Shell, el gigante petrolero, de las aguas del Ártico frente a las costas de Alaska e impulsó a la administración de Obama a prohibir todas las nuevas perforaciones petroleras en las aguas de EE. UU.
  • Detuvo a toda la flota pesquera de arrastre de fondo alrededor de Svalbard de aventurarse en nuevas áreas que se abren cuando el hielo marino se está derritiendo. Luego, después de presionar al gobierno noruego, les hicimos establecer 10 áreas totalmente protegidas contra el arrastre de fondo destructivo.
  • Dejó de estallar sísmicamente las costas de Canadá y ganó una batalla legal en la Corte de Canadá con la comunidad del río Clyde.
  • Llevó al gobierno noruego a los tribunales para evitar que perforaran petróleo en el Ártico noruego.
  • Plantó una cápsula con las firmas de casi 3 millones de personas para establecer un santuario global en el Ártico en el Polo Norte geográfico. Ahora, cerca de 9 millones de personas han apoyado la petición.

El Ártico se está calentando dos veces más rápido que el promedio mundial. Los océanos más cálidos, el hielo en retirada y la acidificación de los océanos son solo algunos de los desafíos que enfrenta la vida silvestre como los osos polares, los charranes árticos y los narvales en este momento. La fusión de las capas de hielo no debe considerarse una oportunidad para que las industrias exploten este ecosistema vulnerable, sino un llamado a la acción para los líderes mundiales. Esta es nuestra última oportunidad para salvar el Ártico.

Las plataformas petroleras esparcidas por toda la región, desde Rusia hasta el Ártico, se han convertido en una frontera simbólica en nuestra lucha por mantener en el suelo el carbono que no podemos permitirnos quemar. Nuestra historia de enfrentarnos al petróleo del Ártico es clara.

Hemos progresado en la región, pero aún queda mucho por hacer. Puede sonar como un cliché, pero es cierto: se nos está acabando el tiempo. Ahora, más que nunca, debemos estar juntos para proteger nuestros océanos.

Con las amenazas crecientes que enfrentan nuestros océanos, desde el cambio climático hasta la contaminación plástica y la sobrepesca, los océanos necesitan protección más que nunca. En este momento, la ONU está discutiendo cómo y dónde debemos cuidar nuestros océanos. Esta es nuestra oportunidad. Las decisiones tomadas en los próximos meses afectarán la forma en que los gobiernos y las industrias se comportan en el mar durante las próximas décadas. No podemos dejar pasar esta oportunidad. Todos debemos actuar juntos para proteger los océanos.

Firma hoy la petición y ayúdanos a proteger nuestros océanos y la vida del planeta