Luego de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, los países de Europa y Asia vieron la necesidad de crear compromisos para que las devastadoras consecuencias de los conflictos armados no se repitieran. Gracias a esto, el 24 de octubre de 1945 en San Francisco, California, Estados Unidos se creó la Asamblea de las Naciones Unidas.

Un día como hoy pero de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas  adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos, un documento que establecía que todo ser humano, sin importar su color, sexo, raza, opinión política o etnicidad debía gozar de un ambiente sano, respeto, libertad, igualdad y dignidad que garanticen una vida plena y en armonía.

Este importante documento fue redactado por diferentes representantes de los gobiernos de los Estados firmantes, entre ellos, Eleanor Roosevelt, quien fungió como Presidenta del Comité de Redacción de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Su papel fue clave para que las superpotencias se comprometieran a respetar los valores y principios que se establecen en la declaración. Si quieres leer más sobre Roosevelt y las mujeres que impulsaron este acontecimiento, da click aquí.

“En definitiva, ¿dónde empiezan los derechos humanos universales? En pequeños lugares, cerca de casa; en lugares tan próximos y tan pequeños que no aparecen en ningún mapa. (…) Si esos derechos no significan nada en estos lugares, tampoco significan nada en ninguna otra parte. Sin una acción ciudadana coordinada para defenderlos en nuestro entorno, nuestra voluntad de progreso en el resto del mundo será en vano”. —Eleanor Roosevelt

¿Por qué el medio ambiente es un derecho humano?

El objetivo de reconocer y respetar los derechos humanos es garantizar que cada persona pueda llevar una existencia pacífica con el resto de los seres vivos que le rodean. Debido a que todas la actividades que realizamos día a día dependen de que podamos salir a la calle, alimentarnos sanamente, relacionarnos con otras personas, etc. es indispensable un medio ambiente sano que permita el bienestar y desarrollo.

Por el derecho a respirar aire limpio

Protesta pacífica en una de las principales avenidas de la capital mexicana por el derecho a respirar aire limpio.

La naturaleza y sus recursos deben ser protegidos por dos razones. La primera, es el único hogar de nuestra especie, nuestra seguridad alimentaria, económica, sanitaria, por mencionar algunas, dependen de ella. La segunda, los ecosistemas tiene un valor incalculable en sí mismos; cuando el delicado equilibro de éstos es perturbado por la actividad humana, ponemos en peligro las condiciones que originaron la vida de los seres humanos y de millones de animales y plantas.

Es por esto que tu derecho a disfrutar de la salud de un ambiente está garantizado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en donde se reconoce en su artículo 4o., párrafo quinto que:

“Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley.”

Como ves, proteger el planeta y tus derechos humanos son parte de una misma causa. Cuando empresas, gobiernos u otros organismos atentan contra los recursos naturales y las especies animales, están amenazando también tu derecho a un ambiente sano.

¿Qué puedes hacer para proteger tu derecho a un medio ambiente sano?

El medio ambiente como derecho humano es un principio innegable que debe ser garantizado. Tú puedes ser parte de la defensa del planeta sin importar en donde te encuentres, ya sea evitando en la medida de lo posible el consumo de plásticos de un solo uso, promoviendo la cultura de la alimentación sana y libre de transgénicos y agrotóxicos, exigiendo a gobiernos la infraestructura necesaria para una movilidad sustentable, apoyando a organizaciones que luchan por nuestro planeta. Si quieres saber más, te dejamos aquí 40 tips para proteger al planeta.

Vivir en un medio ambiente sano es tu derecho. Desde Greenpeace trabajamos para que éste sea respetado. Nos enfrentamos constantemente a industrias y gobiernos que han dejado de lado este objetivo por el beneficio económico de unos cuantos. Si quieres ser parte de la defensa del planeta con Greenpeace, puedes participar en actividades,  participar con voluntariado o hacer una donación que nos permita financiar estudios e investigaciones medioambientales e impulsar el trabajo de activistas para que tu voz sea escuchada. Tú tienes el poder de construir un mundo mejor.