En el año 2007, Greenpeace Internacional lanzó una campaña global para poner fin a la caza de ballenas. A nivel latinoamericano, fue Colombia quien se llevó el récord de participación, un testimonio del genuino interés de sus ciudadanos por defender los océanos.
Este llamado activo y comprometido abrió el corazón del país a la llegada de Greenpeace en el año 2009.
Ser activista medioambiental en el mundo de hoy es un desafío monumental, más aún en Colombia, el país con más líderes ambientales y sociales asesinados, pero como organización que defiende a la naturaleza, ¿cómo no estar presentes en un país megadiverso, una sinfonía de especies, colores y ecosistemas en el que habita una de las mayores riquezas naturales del mundo, la Amazonía, así como una variedad de vida asombrosa y; además, el Pacífico colombiano (o Chocó Biogeográfico que alberga cerca del 11% de la biodiversidad del planeta), entre otros muchos motivos?
Desde entonces, el apoyo y la participación activa de los colombianos han sido los pilares que garantizan 15 años de independencia política y económica en Colombia. Nuestro trabajo busca inspirar esperanza a través de la acción, brindando una voz a este planeta frágil y maravilloso que habitamos exigiendo de manera pacífica y con acciones directas, con creatividad y disrupción, con convicción y lo más importante: sin timidez.
Este 2024 renovamos nuestros votos de compromiso para buscar la reducción de contaminación y crisis climática, conservación de los ecosistemas desde los páramos hasta nuestros océanos y la protección de la biodiversidad.