Los océanos juegan un papel clave en la vida del planeta. No solo son la fuente de alimento y trabajo para millones de personas, sino que son fundamentales para regular el clima y sin su presencia la vida en este planeta sería imposible.

Arrecife © Sandra Bessudo – Fundación Malpelo © Sandra Bessudo/ Fundación Malpelo

La crisis climática que hoy estamos atravesando es una crisis de los océanos. Y dado el importante rol que cumplen los océanos en la regulación del clima, los ciclos del agua, la captura de carbono, vemos las consecuencias de esta crisis en los incendios, sequías, inundaciones y otros.

Isla Malpelo © Sandra Bessudo – Fundación Malpelo

En lo profundo del Océano Pacífico, hay una “superautopista” submarina que se extiende aproximadamente 700 kilómetros (430 millas) entre las reservas marinas de las Islas Galápagos de Ecuador y la Isla del Coco, frente a la costa de Costa Rica, pasando por el mar pacífico colombiano. 

La ruta migratoria del Pacífico Colombiano es vital para la vida marina -incluidas tortugas marinas, tiburones, ballenas y tiburones martillo- que va y viene entre las islas, buscando un lugar para anidar o en busca de alimento. 

Raya äguila © Sandra Bessudo – Fundación Malpelo

Colombia tiene una posición estratégica en Sudamérica porque es la única que tiene los dos mares (Pacífico y Atlántico). Su importancia en cuanto a la biodiversidad que alberga y la diversidad cultural es clave. Casi el 50% de nuestra jurisdicción es agua, relativamente igual a los territorios emergidos (continentales e insulares)

Al estar en el trópico, tiene presencia de ecosistemas marinos únicos como mesetas, arrecifes coralinos, manglares y humedales. Los montes submarinos son ecosistemas únicos ya que son una especie de oasis en el océano y, sin duda, su protección es crucial. Algunos ecosistemas son: el Parque Nacional Natural Uramba Bahía Málaga, la Isla Gorgona y el Santuario de Flora y Fauna Malpelo.

Arrecife de coral © Sandra Bessudo – Fundación Malpelo © Sandra Bessudo / Fundación Malpelo

Todos estos ecosistemas son ambientes ricos en biodiversidad y desempeñan un papel esencial en la protección costera, la captura de carbono y el ciclo de nutrientes en los litorales tropicales.

Una de las amenazas para nuestro Océano Pacífico es la contaminación por plásticos. Su creciente producción y uso amenazan con contaminar todos los rincones del planeta, especialmente los mares, destino final de muchos de ellos .

Cachalote © Sandra Bessudo – Fundación Malpelo

Por esto es tan importante que apoyemos la Firma del Tratado Global de Plásticos y necesitamos reducir la producción total de plástico en al menos un 75% para 2040.

El Tratado Mundial sobre los Plásticos es una oportunidad única para resolver la crisis de los plásticos. Por el bien de nuestro futuro colectivo, no podemos desaprovechar este momento.