BASTA DE BASURA

Firma nuestra petición y exige al alcalde Galán que presente un plan de gestión integral de manejo de residuos que incluya a los recicladores de oficio.

Desde el año 2015 se está aumentando el promedio diario de generación de residuos en Colombia. La cifra promedio de generación de residuos sólidos en un hogar colombiano es de promedio 1 kg por día por persona. 

Hoy se disponen alrededor de 33.938.58 toneladas al día de residuos sólidos. El 45.23% provienen de 8 ciudades incluyendo las principales capitales del país.

Contaminación Río Fucha, Bogotá. © Juán Pablo Eijo / Greenpeace

La distribución de los residuos según el material indica que el 65% son orgánicos contaminados, que al ser enterrados en rellenos sanitarios representan alrededor de 9.76 millones de toneladas al año, mientras que el 35% restante se reparte entre papel, cartón, vidrio y metales.

Respecto al porcentaje y cantidad de residuos sólidos potencialmente reciclables en Bogotá, en el 2023, versus el total de residuos ordinarios no aprovechables, 55% se pueden aprovechar. 1.198.311 toneladas aprovechables que se generan por año y 39.944 toneladas por día.

Waste Management and Recycling in Bogotá, Colombia. © Juan Pablo Eijo / Greenpeace
© Juan Pablo Eijo / Greenpeace
Waste Management and Recycling in Bogotá, Colombia. © Juan Pablo Eijo / Greenpeace
© Juan Pablo Eijo / Greenpeace
Fucha River pollution in Bogotá, Colombia. © Juan Pablo Eijo / Greenpeace
© Juan Pablo Eijo / Greenpeace

Durante 2023 desde Greenpeace llevamos adelante la campaña “Reciclemos Bogotá” y nuestras encuestas revelaron que el 94% de los ciudadanos consultados dicen tener el hábito de separar los materiales reciclables del resto de la basura y el conocimiento de su disposición final. Y el 72% percibe que el gobierno local no ha tomado las medidas necesarias para fomentar y facilitar una buena gestión de residuos. Según la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos el año pasado 37.473 fueron capacitadas para separar adecuadamente las basura, lo que representa menos del 1% de toda la población de Bogotá.

Estos resultados, evidencian que por más que exista el compromiso individual, esta labor, requiere de la participación y el compromiso de los responsables que inciden en la correcta gestión de los residuos en la ciudad.

Por ello, aunque ya hay nueva alcaldía en la ciudad, ese esfuerzo doméstico y ciudadano sigue sin ser acompañado por una gestión integral y eficaz de la basura.

Aquellos residuos que las personas separamos y reciclamos terminan en un sistema que no se complementa con un buen manejo de la basura. 

Vertedero Doña Juana. © Martín Katz / Greenpeace

La situación en el relleno sanitario Doña Juana es particularmente alarmante. Es el síntoma de una mala gestión de residuos. Este vertedero vital está al límite de su capacidad, gestionando diariamente alrededor de 6.607 toneladas de residuos, lo que representa un desafío crítico para la ciudad y sus municipios aledaños. 

El relleno sanitario Doña Juana no solo está saturado y obsoleto (dado que su licencia venció a fines del 2023 y sigue funcionando), sino que, además, recibe un 80% de residuos que podrían ser recuperados, compostados o reciclados. 

Aún así, en vez de cerrarlo, el plan de la administración de la ciudad es ampliarlo y extender su vida durante varios años más. 

Doña Juana cuenta con estrategias para el manejo de residuos sólidos urbanos orgánicos y biogás, así como indicadores de gases de efecto invernadero y CO2eq. Sin embargo, no se ha valorado adecuadamente el impacto positivo de los recicladores de oficio en la extensión de la vida útil del relleno sanitario de Bogotá.

Además de las consecuencias ambientales existe un sufrimiento  social de las personas que viven cerca del relleno sanitario. Hay una naturalización de las constantes enfermedades respiratorias y de piel.

Relleno Sanitario Doña Juana © Greenpeace

El problema de las basuras en Bogotá no es solo una cuestión de acumulación de desechos; es una crisis que abarca la salud pública, el cambio climático y la contaminación de nuestros océanos. 

El desecho incorrecto de los residuos sumado a la acción de las tormentas, el viento o la lluvia hace que viajen desde el sistema de alcantarillado de zonas urbanas a ríos, mares, océanos u otras vías fluviales por muy lejos que nos encontremos de la costa. 

En Colombia el río Bogotá recibe aproximadamente 690 toneladas diarias de carga contaminante, incluyendo aguas residuales y desperdicios industriales. Estas aguas viajan por todo el río Magdalena llegando, así al mar Caribe. Este problema se agrava con la mala disposición de residuos y los lixiviados de vertederos como el Relleno Sanitario Doña Juana, que se filtran hacia los sistemas hídricos.

Tanto en el océano Pacífico como en el Caribe, se han podido encontrar hasta 8.000 microplásticos y de 23 a 52 microplásticos por metro cuadrado de playa.

Brand Audit for Plastic Pollution in Bogotá, Colombia. © Diana Rey Melo / Greenpeace

Todos los objetos de plástico que llegan al mar tardan muchos años en degradarse y pueden causar graves daños a la fauna marina. 

En nuestro país, habitan especies de tortugas marinas altamente vulnerables. Estudios demuestran que 1 de cada 3 tortugas mueren a causa del plástico porque a menudo confunden las bolsas de plástico flotantes con medusas, lo que resulta en inanición a medida que sus estómagos se llenan de basura indigerible. Otro ejemplo es la contaminación a través de la cadena alimentaria. Si los animales consumen alimentos contaminados, las sustancias químicas pueden acumularse en su organismo y provocar enfermedades y problemas de salud.

Mientras el uso y consumo de plásticos de un solo uso aumenta anualmente, la capacidad de los sistemas de reciclaje no aumenta a la misma velocidad.

Bogotá genera 9,71 millones de toneladas de gases de efecto invernadero. Los residuos sólidos en la ciudad son responsables de la emisión del 18% (2.090.622) el tercero después del transporte. Solo el 17% de todos los residuos sólidos se reciclan en Colombia, un número inaceptable en la era de la economía circular y la sostenibilidad ambiental. 

En 2021, la ciudad declaró Emergencia Climática y en su declaración hay puntos que hacen referencia directa a la gestión de residuos y al papel de los recicladores.

Waste Management and Recycling in Bogotá, Colombia. © Juan Pablo Eijo / Greenpeace

A partir de mitad de año comienza a regir en Colombia la Ley de Plásticos de un Solo Uso que obliga al Gobierno Nacional a promover la formalización de los actores de la cadena de valor del plástico, incluyendo a los recicladores de oficio y las asociaciones de recicladores

Es por todo esto que lo que necesita Bogotá es un plan de gestión integral de manejo de residuos que conecte de forma correcta a la ciudadanía, las empresas de servicios públicos, los recicladores de oficio y demás actores de la cadena, para asegurar un ciclo armónico, limpio y sostenible.

Este plan debería incluir el desarrollo de acciones para reducir, reutilizar y reciclar, así como promover el compostaje; y promover la formalización, empoderamiento y capacitación de los recicladores, así como aumentar la segregación de residuos entre los ciudadanos. Al mismo tiempo debería fomentar redes de economía solidaria, alianzas entre grupos comunitarios, sociales y ciudadanos.

Durante su campaña política el actual alcalde de Bogotá declaró que la ciudad “se  durmió con el tema de las basuras“. Necesitamos ahora que cumpla con sus promesas. Nosotros hacemos nuestra parte separando y clasificando, pero el gobierno debe hacer su parte con la puesta en marcha , lo más pronto posible de un plan de gestión de residuos.

Para 2050, Bogotá debería ser una capital global, atractiva y sostenible económica, social y ambientalmente. Una ciudad en donde sea la ciudadanía la protagonista de las transformaciones, en donde el gobierno distrital esté al servicio de la gente y en donde sin importar en qué barrio vivan las personas, puedan acceder a los servicios esenciales, moverse tranquilamente y vivir en condiciones dignas, humanas y seguras.

Desde Greenpeace Colombia, continuamos nuestra petición formal para abordar el grave problema de las basuras que enfrenta la ciudad, con el objetivo de pedir un plan de gestión eficaz de residuos y una Bogotá limpia.