Botella de plástico flotando en el Mar de los Sargazos

Activistas de Greenpeace Reino Unido encontraron y quitaron cientos de trozos de plástico de los cúmulos de algas que flotan en el mar de los Sargazos, en el océano Atlántico. Han pasado los últimos cinco días a bordo del barco Arctic Sunrise cruzando el océano en el marco de la campaña para la creación de una red mundial de santuarios marinos.

La tripulación del barco hizo una parada no programada para observar un parche de algas de sargazo, el alga dorada que forma gigantescas alfombras flotantes y da nombre al mar de los Sargazos. Aunque se trataba de una alfombra relativamente pequeña, quitaron más de 300 trozos de plástico en tan sólo 30 minutos, incluidos tapones de botellas, encendedores desechables, boyas, zapatos, juguetes infantiles y docenas de trozos más pequeños en proceso de descomposición en microplásticos.

Un miembro de la tripulación del Arctic Sunrise sostiene parte de los plásticos encontrados en el mar

En cuanto vimos el sargazo desde el puente del barco, vimos grandes trozos de plástico enredados en él. Al examinarlos más de cerca, cada conjunto de algas contenía una gran cantidad de contaminación por plásticos, desde tapones de botellas hasta cubiertos desechables.”, declaró Briony Venn, responsable de la campaña de océanos de Greenpeace Reino Unido.

Plásticos encontrados en el mar

El plástico es sólo una de las amenazas a las que se enfrenta el mar de los Sargazos, junto con la pesca industrial, el aumento de la navegación y el cambio climático. El Reino Unido tiene la oportunidad de ayudar a proteger esta selva flotante dorada ratificando el Tratado Global de los Océanos lo antes posible, y trabajar a su vez junto a otros gobiernos para que el mar de los Sargazos sea el primer santuario oceánico en alta mar del mundo en conforme al Tratado.”, concluye Venn. 

Toma de muestras del agua

La especie de alga sargazo es exclusiva del mar de los Sargazos, donde constituye un hábitat vital para 10 especies de cangrejos, peces, camarones y otras criaturas que no se encuentran en ningún otro lugar. También es un vivero de crías de tortugas marinas y una fuente vital de alimento para las aves marinas en sus épicas migraciones a través del océano Atlántico.

Ballenas piloto de aleta corta

La tripulación también se detuvo para sacar del agua una maraña de un metro de ancho de “redes fantasma” -cuerdas y aparejos de pesca desechados- que podría haber atrapado a tortugas marinas, aves marinas y otros animales marinos. 

Ballena jorobada

Esta primera etapa del viaje ha servido para documentar la gran variedad de animales que viven en los Sargazos. La tripulación registró ballenas jorobadas y calderones, delfines y una gran variedad de peces y aves marinas. En un momento dado, un grupo de al menos 20 calderones rodeó el barco, y varias ballenas jorobadas acompañaron al Arctic Sunrise hasta las Islas Bermudas.

Vista aérea del Arctic Sunrise

La tripulación también utilizó un hidrófono (micrófono subacuático) y técnicas de muestreo de ADN para conocer mejor la distribución y las pautas migratorias de ballenas, delfines y otros animales marinos. Dos conservacionistas de aves marinas de las Islas Bermudas se han unido a la expedición y han registrado más de 10 especies, entre ellas algunas visitantes frecuentes del Reino Unido, como las pardelas pichoneta y capirotada, el paíño boreal y el págalo ártico.

Las flotas pesqueras industriales suponen una gran amenaza para ecosistemas marinos como éste porque calan líneas de palangre en el agua que atrapan accidentalmente mamíferos marinos, tortugas, aves marinas y tiburones. El aumento del transporte marítimo y la amenaza de la minería submarina también ensombrecen el futuro de este ecosistema.

Mar de los Sargazos

Dado que la mayor parte del mar de los Sargazos se encuentra en alta mar, fuera de las fronteras nacionales, las herramientas para restringir la actividad humana aquí han sido extremadamente limitadas. El Tratado Global de los Océanos acordado en marzo del año pasado hace posible que los gobiernos creen santuarios en alta mar -como parques nacionales en el mar- donde la vida marina pueda recuperarse y prosperar.

¿Cómo avanzó hasta ahora el Tratado Internacional de los Océanos?

Sofia Gomez – Expedicion Salvar el Pacifico Colombiano – Malpelo, barco Arctic Sunrise Greenpeace/ Foto Diana Rey Melo

Hasta ahora, cerca de 84 países han firmado el Tratado. Sin embargo, para que se convierta en ley y pueda entrar en vigor se requiere que al menos 60 países lo ratifiquenLos primeros en hacerlo fueron Chile y Palau

El tiempo corre y sólo faltan 6 años para que llegue el 2030 y con ello la fecha límite para alcanzar el objetivo 30×30. De ahí que es necesario que el resto de las naciones aceleren sus procesos internos para lograr la ratificación de este acuerdo.

Es que, como todo Tratado Internacional, para que sea vinculante (obligatorio) y pueda entrar en vigor, necesita ser ratificado por los países (y esto tiene mecanismos particulares al interior de cada nación). 

“Desde Greenpeace Colombia, hacemos un llamado al Ministerio de Medio ambiente a la acción por los océanos de nuestro país ratificando el Tratado Global de los Océanos. Una acción aunque parezca pequeña, puede ayudar al planeta”, aseguró Tatiana Céspedes, coordinadora de campañas para Greenpeace Colombia.

Hace un mes Greenpeace culminaba su expedición a bordo del Arctic Sunrise tras su travesía en el santuario de Flora y Fauna Malpelo junto con la Fundación Malpelo y la apneista Sofía Gomez con resultados que alertan la preocupante presencia de plásticos en el océano, incluso en áreas protegidas.

El compromiso de la expedición no solo se limitó a Malpelo, sino que también se extendió por el área del Pacífico colombiano, evidenciando las amenazas que enfrentan nuestros mares y solicitando una acción urgente para rectificar el Tratado de Plásticos

Colombia es pacífico

Sé parte de un movimiento mundial imparable que pueda lograr un ambicioso Tratado Mundial sobre los Plásticos.

Involúcrate