Es un hecho: tenemos que hacer espacio en los hogares y las escuelas para hablar de la realidad ambiental y eso incluye al cambio climático. Se hace una tarea casi obligada cuando pensamos en que las generaciones más jóvenes sólo conocen lo que es vivir en un planeta marcado por la crisis climática.

Issy Pountney, portavoz juvenil de Greenpeace en el Reino Unido, visita la escuela primaria de Southwark Park e imparten charlas inspiradoras en todo el país sobre los desafíos de proteger nuestro planeta y lo que las personas pueden hacer para ayudar.

No hay que olvidar que, a su manera, las niñeces entienden que su futuro está atado a la suerte de un mundo cada vez más caliente e inestable lo que puede generar angustias y miedos. Con más razón entonces, tenemos que generar entornos de diálogo en los que ayudarlos a entender mejor y crear soluciones juntos para este tiempo tan desafiante.

Las ideas que compartió la bióloga argentina Lu Peirone desde su cuenta de Instagram nos parecen un gran puntapié para quienes quieran empezar a fomentar el cuidado de la naturaleza y la consciencia sobre el cambio climático en niños y niñas.

¿Cómo empezar a hablar de cambio climático con las niñeces?

Para poder intercambiar ideas y aprender juntos hay que tener presente estos 3 consejos:

1- Mantener una conversación abierta

Voluntarios de Greenpeace Israel abren atractivos stands informativos por todo el país con actividades para promover la demanda climática legal de Greenpeace contra el nuevo plan de perforaciones de gas del gobierno en el Mar Mediterráneo.

Entender el cambio climático y lo que implica para la vida de las personas, las especies y los ecosistemas ya es complejo para las personas adultas, así que es lógico que lo sea aún más para niños y niñas.

En este sentido, hay que entender que no es una cuestión que vayamos a resolver en una sola charla. Por el contrario, se trata de abrir un ida y vuelta en el que ir abordando los temas de a poco

En especial si pensamos que lo ambiental es un eje que está continuamente actualizándose y que puede ir derivando en nuevas preguntas. 

Una buena idea puede ser ir abordando de a una problemática a la vez. Por ejemplo, residuos; conservación de especies, movilidad sustentable, etc.

Te proponemos ayudarte con nuestra revista Semillas, que está pensada para el público infantil y es digital y gratuita. En cada número vamos explorando diferentes temáticas así que puedes elegir la que más te guste y tendrás una buena excusa para charlar sobre el ambiente y divertirse.

Así, nacerá un entorno seguro donde los chicos y chicas puedan expresar sus preocupaciones y dudas.

2. No asustarlos

Voluntarios de Greenpeace Israel abren atractivos stands informativos por todo el país con actividades para promover la demanda climática legal de Greenpeace contra el nuevo plan de perforaciones de gas del gobierno en el Mar Mediterráneo.

Para que entiendan la gravedad de la crisis climática no es necesario generar miedo, explica Lu Peirone. Porque, además, el miedo es un sentimiento que paraliza y desamina, que es todo lo opuesto de lo que queremos que suceda cuando hablemos de cambio climático.

Una propuesta sencilla y poderosa es aprender a través del juego. Puede ser leer cuentos que hablen sobre cómo es convivir con la naturaleza o sumarse a actividades ambientales como hacer huerta, llevar a reciclar materiales, ir a plantaciones de árboles o ser parte de jornadas de limpieza.

Otra gran manera de generar conciencia es que padres, madres, tíos o maestros se conviertan en un modelo a seguir. En definitiva, mostrar al adulto responsable y cuidadoso del ambiente en quien querés que se conviertan.

Hablando de ejemplos que inspiran a los más pequeños, te invitamos a que conozcas a Lina, la superheroína de Greenpeace, y a sus amigos del arcoiris

Esta serie, creada por Greenpeace gracias al apoyo de nuestros socios, expone los problemas ambientales que atravesamos desde la mirada de esta una niña de nueve años que vive con su abuelo Günther en un barco en el que surcan juntos los mares y ríos del mundo.

En cada capítulo, de aproximadamente 11 minutos de duración, Lina y sus amigos enfrentarán aventuras para cuidar el planeta 🌎🙂.

3. Crear un vínculo emocional con la naturaleza 

La oficina de Greenpeace en Asia Oriental en Seúl celebró un ‘evento de carrera no presencial, Earth&Run Plogging’ durante el mes de junio como parte de la campaña Plastic Zero Korea. Plogging es una palabra compuesta de las palabras suecas ‘plocka upp’ (que significa ‘recoger’) y ‘jogging (inglés)’

Como dice Peirone en su publicación, existen muchos estudios psicológicos que señalan que el lazo que se crea en la infancia con la naturaleza influye mucho en el comportamiento que tenemos de adultos para con el ambiente

Sin duda, se trata de establecer una empatía con el entorno natural y los seres que lo habitan. Tomarse el tiempo de ir a un espacio verde (patio, plaza, parque, reserva urbana, etc.) y dedicarse a observar lo que nos rodea es un buen inicio. 

En conclusión, alimentar ese primer vínculo con la tierra que habitamos puede despertar una sensibilidad que es innata pero que puede adormecerse de tanto vivir en la ciudad.

Peirone recuerda que David Sobel, un educador ambiental estadounidense, siempre dice que “es más efectivo enseñar en la niñez las consecuencias positivas de amar a otros seres vivos que las consecuencias negativas de vivir inmersos en un sistema destructivo”.

En conclusión, acompañar a niños y niñas en su descubrimiento del planeta maravilloso que habitamos es una tarea esencial hoy más que nunca. 

Es que la naturaleza siempre es la solución: si la regeneramos estamos cuidando el presente y el futuro, y al visitarla encontramos paz y energía nueva en medio de una realidad crítica.