El plástico nos invade: pitillos, botellas, bolsas, empaques, cubiertos desechables y muchos artículos más. La situación es tan grave que aproximadamente más del 50% de los plásticos que utilizamos en Colombia son de uso único y luego terminan en la basura. Frenar esta contaminación es responsabilidad de todos: autoridades, fabricantes, distribuidores y consumidores. Juntos podemos cambiar nuestra realidad.

Cangrejo atrapado en vaso plástico descartable.
© Noel Guevara / Greenpeace

Desde hace 53 años cada 22 de abril se conmemora el Día de la Tierra para recordar -al menos una vez al año- que la vida humana -nuestra vida- no es posible sin la Madre Tierra y todo lo que nos provee. 

© Daniel Müller / Greenpeace

Fue declarado así en 2009 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.  De acuerdo con el Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas, el primer Día de la Tierra tuvo lugar en 1970, cuando 20 millones de personas en Estados Unidos salieron a las calles a protestar por lo que consideraban una crisis ambiental: derrames de petróleo, la contaminación del aire y de los ríos. Y esta misma semana. del 23 al 29 de abril, tendrá lugar en Ottawa, Canadá, la cuarta ronda de negociaciones (INC4) para discutir el texto de un Tratado Global de Plásticos.

© Juan Diego Cano / Greenpeace.

Hoy en día el cambio climático, la deforestación, explotación de combustibles fósiles y la contaminación por plásticos son algunas de las batallas globales que requieren medidas urgentes para evitar los efectos devastadores ambientales. Desde Greenpeace Colombia alertamos especialmente sobre la contaminación por plásticos: perjudica la salud de las personas, acelera la injusticia social, destruye la biodiversidad y alimenta la crisis climática en cada etapa del ciclo de vida del plástico.

Colombia es pacífico

Sé parte de un movimiento mundial imparable que pueda lograr un ambicioso Tratado Mundial sobre los Plásticos.

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Una marea de plásticos nos invade

 © Martín Katz / Greenpeace.

Solo en Colombia, cada persona desecha 24 kilos de plástico anualmente, de los cuales el 74% de los envases termina en rellenos sanitarios, invadiendo las ciudades y contaminando mares, ríos y manglares.

Aves marinas sentadas entre los desechos plásticos en la playa (Sula nebouxii). Isla Lobos de Tierra, Perú. © Robert Marc Lehmann / Greenpeace

Recientemente una encuesta realizada por YouGov Plc para Greenpeace, que involucró a 1,069 adultos en Colombia, arrojó que la contaminación fue identificada por los encuestados (61%) como la mayor amenaza percibida para los océanos a nivel mundial, preocupación que se vio respaldada por los altos niveles de ansiedad sobre la contaminación por plásticos en los océanos de Colombia, con un abrumador 69%. Esta cifra dejó en evidencia que, sin duda, los plásticos son la mayor amenaza para los océanos del país. 

© Iván Valencia Greenpeace

Cada año, los mares y océanos son receptores de hasta 12 millones de toneladas de basura. Su fácil dispersión y su lento proceso de degradación hacen del plástico el enemigo número uno de los mares y océanos. Los objetos de plástico llegan al medio marino y tardan entre décadas y cientos de años en degradarse. El tiempo de degradación depende del tipo de plástico y de las condiciones ambientales a las que se expone (luz solar, oxígeno, agentes mecánicos). En el caso de los océanos, la radiación UV procedente de la luz solar es el principal agente que degrada el plástico. La acción del oleaje acelera este proceso y como resultado los fragmentos más grandes se van rompiendo en trozos más pequeños, generando microplásticos.

© Martin Katz / Greenpeace

En la travesía de Greenpeace Colombia a bordo del barco Arctic Sunrise se realizó una identificación de plásticos en aguas internacionales (en camino hacia Buenaventura) y los hallazgos fueron alarmantes: se hallaron residuos de redes de pesca, bidones de aceite, botellas de plásticos, microplásticos, entre otros objetos encontrados que, tristemente, terminan en aguas del océano.

© Martin Katz / Greenpeace

El ciclo de vida completo del plástico perjudica los medios de subsistencia y el clima. El hecho es que el 99% del plástico se fabrica a partir de combustibles fósiles -petróleo y gas- y las grandes petroleras, en alianza con las grandes marcas, siguen fabricando más, promoviendo falsas soluciones y un modelo de un solo uso desechable en el que los beneficios empresariales se anteponen a la salud de nuestras comunidades.

Un Tratado Global sobre los Plásticos para poner un freno a la contaminación:

Los peces nadan entre la contaminación plástica a lo largo de la costa del parque nacional Wadi El Gamal, en Marsa Alam, Egipto. Créditos © Cherie Bridges / Greenpeace

En por ello que desde Greenpeace junto con otras organizaciones aliada exigimos un Tratado Global sobre Plásticos que sea un movimiento mundial imparable que, además, sería jurídicamente vinculante y apuntaría a reducir la contaminación que generan los plásticos, incluida la que llega a los océanos, regulando todo el ciclo de vida del material.

Impulsado por la Organización Naciones Unidas (ONU) el Tratado es un acuerdo global cuyo objetivo es acabar con la contaminación por plásticos. El documento fue aprobado hace un año, marcando el puntapié de negociaciones que esperan cerrar para finales de 2024.  Nuestro país fue uno de los primeros en firmar este documento en septiembre de 2023, lo que indica apoyo a la propuesta. 

© Diana Rey Melo / Greenpeace

Exigimos un Tratado que mantenga el petróleo y el gas bajo tierra y que impida que las grandes marcas y las grandes petroleras produzcan cada vez más plástico, porque un tratado que no detenga la producción y el uso desenfrenados de plástico sería un fracaso.

De llegar las tratativas a buen puerto permitiría promover cambios legislativos en el ámbito nacional que nos ayuden a frenar la producción de residuos desde su origen, asignar responsabilidades a las empresas contaminantes y ofrecer alternativas basadas en la reutilización. ⁣⁣

© Ivan Valencia / Greenpeace

Además, con un Tratado se podría detener y revertir la marea plástica que inunda la “superautopista” submarina que existe en nuestro Pacífico. Limpiar sus aguas de plástico ayudaría a que las tortugas marinas, tiburones, ballenas y tiburones martillo que utilizan esta ruta migratoria de 700 kilómetros (430 millas), viajando desde las reservas marinas de las Islas Galápagos, en Ecuador, y la Isla del Coco, frente a la costa de Costa Rica, puedan alimentarse y anidar en un ambiente más seguro. 

El Tratado Mundial sobre Plásticos busca: 

  • Poner fin a la contaminación plástica, desde la producción hasta la eliminación, para proteger el medio ambiente y la salud humana.
  • Establecer un objetivo legalmente vinculante para reducir la producción de plástico en al menos un 75 % de aquí a 2040 para mantenerse por debajo de 1,5 °C.
  • Acabar con los plásticos de un solo uso, empezando por los artículos más dañinos
  • Garantizar una transición justa e inclusiva hacia una economía baja en carbono, sin residuos y basada en la reutilización.
  • Estar firmemente arraigado en un enfoque basado en los derechos humanos que reduzca la desigualdad, dé prioridad a la salud humana y centre la justicia en su creación e implementación.
© Juan Felipe Rubio / Greenpeace

En este Día de la Tierra como ciudadanos y ciudadanas, hay acciones cotidianas que requieren poco esfuerzo para contribuir al cambio que puedes empezar hoy:

  • Elige productos en envases de vidrio o retornables.
  • Evita usar o comprar plásticos de uso único (como pitillos, cubiertos descartables, vasos de café).
  • Evita comprar artefactos que funcionen a pilas.
  • Reemplaza las lámparas incandescentes por lámparas de bajo consumo.
  • Cierra la canilla mientras te cepillas los dientes, afeitas y lavas la cabeza.
  • Separa los residuos como papel, cartón, vidrio, botellas plásticas y metales y deposítalos en los puntos verdes.
  • Si es posible, utiliza el transporte público en lugar del carro y recuerda que hay muchos lugares a los que puedes llegar en bicicleta o caminando.
Colombia es pacífico

Sé parte de un movimiento mundial imparable que pueda lograr un ambicioso Tratado Mundial sobre los Plásticos.

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