Con los buenos números que dio la generación de energías renovables el último año, 2023 puede convertirse en un punto de inflexión en el sector eléctrico. 

Voluntarios de Greenpeace en Bahía Blanca participan en un acto con una pancarta que dice: 'Super Energias Renovables'.
Día de Acción Mundial ‘Acciones por el Clima’ en Bahía Blanca, Argentina. © Greenpeace

Es que a nivel mundial, 30% de la electricidad provino de fuentes limpias, impulsadas por el crecimiento de la solar y la eólica. Este buen panorama se vio apuntalado gracias al marcado crecimiento en América Latina y el Caribe que produjo 62% de su electricidad a partir de energías renovables en 2023, más del doble que el promedio mundial. 

Activistas de Greenpeace y Munduruku instalan paneles solares en la aldea de Dace Watpu.
Atardeceres en el Mar Argentino – Arctic Sunrise Ship Tour 2022.

Así lo difundió el quinto informe anual Global Electricity Review de Ember, que ofrece la primera panorámica completa del sistema eléctrico del año pasado con datos sobre electricidad de 215 países.

El director de la institución aclaró: “El descenso de las emisiones del sector eléctrico es inevitable. Pero el ritmo de caída de las emisiones depende de la rapidez con que continúe la revolución de las renovables”.

¿Cómo se posicionan los países latinos según su producción de energías renovables? 

De acuerdo a la participación de solar y eólica en sus matrices eléctricas, los países que están muy delante del promedio mundial y regional son Uruguay (39%), seguido por Chile (32%) y Brasil (21%). Del otro lado, entre las naciones a las que todavía les falta aprovechar su potencial podemos contar a Colombia (1,4%), Guatemala (4,4%) y Perú (5,3%).

Si bien la tendencia general es buena (basta recordar que las energías renovables pasaron de representar 19% de la producción eléctrica mundial en 2000 a ser más del 30% en 2023), se necesita trabajar aún más todavía para que la transición siga aumentando y así poder lograr la descarbonización y Net Zero para 2050 a nivel mundial.  

Además, si queremos evitar traspasar los 1,5°C y frenar las peores consecuencias del cambio climático, necesitamos separar el crecimiento de la economía de los combustibles fósiles cuanto antes.