Sobre
Greenpeace

En Greenpeace trabajamos para defender el medio ambiente, promover la paz y estimular a la gente para que cambie actitudes y comportamientos que ponen en riesgo a la naturaleza.

Somos una organización ecologista internacional sin fines de lucro.

Denunciamos los problemas ambientales globales y a quienes los cometen a través de acciones no violentas y creativas. Buscamos generar conciencia, informar, atraer la atención pública y promover la participación en la búsqueda de soluciones.

Junto a miles de personas presionamos a empresas y gobiernos para que tomen las decisiones correctas. Así buscamos incidir en políticas públicas e inspirar cambios. Más de 3 millones de socios apoyan nuestro trabajo en todo el mundo.

En Greenpeace contamos con 27 oficinas (nacionales y regionales) que realizan operaciones en 55 países. La sede central se encuentra en Amsterdam, Holanda.

Creemos que el cambio en las actitudes individuales puede marcar una gran diferencia para el futuro del planeta. Si millones de personas con los mismos valores se conectan, el poder del cambio se convierte en global.

Nuestros valores

Son la expresión de los principios que nos guían y por los que respondemos. Estos valores nos acompañan cuando desarrollamos nuestras campañas,  difundimos las acciones que realizamos, o decidimos cómo utilizar nuestros recursos.

Independencia

Somos una organización sin fines de lucro, independiente, que no acepta donaciones de gobiernos, empresas o partidos políticos. El trabajo que realizamos es totalmente financiado por más de 3 millones de socios en todo el mundo. Nuestra independencia económica garantiza transparencia y libertad de expresión. Además, permite asumir riesgos y hacer frente a los objetivos comprometiéndonos exclusivamente con los individuos y la sociedad civil.

No violencia

Victor Pickering, a Greenpeace International activist from Fiji  displays a banner reading “Our Pacific Is Not Yours To Destroy” in front of the Maersk Launcher, a ship chartered by DeepGreen, one of the companies spearheading the drive to mine the barely understood deep sea ecosystem. The Rainbow Warrior is in the Clarion Clipperton Zone in the Pacific to bear witness to the  deep sea mining industry. Part of the ongoing 'Protect the Oceans' campaign.

La no violencia es un requisito esencial en todas las actividades que promovemos. Es visible en cada una de nuestras acciones y testimonios, sin importar si a quienes nos dirigimos son gobernantes, ciudadanos, empresas o instituciones.

Confrontación política

Con los nombres de las más de 100.000 personas que han solicitado la invalidación del proyecto al Servicio de Evaluación Ambiental de Coquimbo, Greenpeace desplegó la frase No a Dominga en las oficinas de Andes Iron, empresa titular del megaproyecto minero. “La sociedad civil se une como nunca antes en la historia ambiental de nuestro país para llegar hasta las últimas instancias legales y dar fin al proyecto Dominga”, enfatizó Matías Asún, director de Greenpeace.

A través de acciones directas no violentas llamamos la atención pública hacia los problemas del medio ambiente. De esta manera, demostramos que la no violencia es una alternativa de protesta eficaz.

Nuestra historia

A fines de 1969 un grupo de activistas antinucleares formaron una pequeña organización llamada Comité “Don’t make a wave” (No hagas una ola) en la ciudad de Vancouver, Canadá. Los fundadores fueron Irving y Dorothy Stowe, Marie y Jim Bohlen, Ben y Dorothy Metcalfe, Bob Hunter, y Paul Cote.

El objetivo del comité era intentar detener una prueba de armas nucleares subterráneas que Estados Unidos estaba planeando realizar en la isla de Amchitka, en Alaska. Con este fin, en 1971 el grupo alquiló un barco pesquero llamado Phyllis Cormack y navegó desde Vancouver hasta Amchitka. Sin embargo, cuando los activistas estaban por llegar a destino la marina de Estados Unidos los obligó a regresar a su país.

Aunque la expedición no tuvo el final esperado, la estrategia de campaña fue un éxito. Dos periodistas viajaron en la embarcación junto a los integrantes del comité y transmitieron todos los detalles del viaje a sus redacciones. De esta forma, la población de Canadá pudo ver que, por fin, se estaba haciendo algo real para frenar las pruebas atómicas.

Como resultado miles de manifestantes bloquearon durante días las fronteras entre Canadá y Estados Unidos. A pesar de esto, a fines de año, la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos realizó las pruebas nucleares antes de lo programado. Pero esta acción recibió muchas críticas y el país decidió poner fin a estas pruebas en la isla.

En 1972, el nombre de la organización cambió oficialmente a Greenpeace Foundation (Fundación Greenpeace), combinando las palabras green (verde) y peace (paz).

Durante los años siguientes, distintos grupos en Estados Unidos, Canadá y Europa, sin conexión entre sí, tomaron el nombre de Greenpeace. La instalación de oficinas en el Reino Unido y Holanda fue determinante para unir a todas las agrupaciones que existían bajo ese nombre. Finalmente, en 1978 se creó Greenpeace Internacional para unificar la forma de trabajo.

Greenpeace en Chile

La oficina de Greenpeace se creó en 1993. Dos años más tarde, el 2 de octubre de 1995, se realizó la constitución de Greenpeace en Chile de manera oficial.
Rápidamente, comenzamos diversas campañas enfocadas en los graves problemas medioambientales que afectan a nuestro país.

Contacto

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