Greenpeace se refirió a lo denunciado por el medio Interferencia, que con datos obtenidos por solicitud de transparencia a Sernapesca, identificó que en el año 2019 Cooke Aquaculture -con más de 20 concesiones en la Región de Aysén- produjo más de 8 mil toneladas de salmones, cuando sólo tenían autorizadas 125, es decir, más de 64 veces lo permitido en su proyecto técnico del año 2000.

Silvana Espinosa, vocera de la organización, indicó que “es inaceptable e impresentable que una empresa como Cooke Aquaculture esté operando fuera de la ley. Estos antecedentes suponen que se supera en más de 6000% la capacidad que tiene autorizada en su proyecto técnico original de un centro de cultivo que se ubica además en un área protegida, como el Parque Nacional Laguna San Rafael, una de las máximas categorías de protección ambiental con la que cuenta nuestro país”.

Desde Greenpeace explican que cuando la cantidad de peces autorizada para producir es sobrepasada, como el caso de Cooke Aquaculture, se pone en riesgo la salud del mar, porque se agrega más material orgánico como peces muertos, fecas y alimento no consumido, entre otros, a un lugar que no tiene las capacidades ambientales para soportarlo, colapsando ese ecosistema.

La producción de peces que sobrepasa lo autorizado daña irreversiblemente el medio ambiente, generando alteraciones en el equilibrio natural del mar, tales como; condiciones de anaerobia (pérdida total o parcial de oxígeno), eutrofización (proliferación de algas) y acidificación de las aguas (dificultad para la formación de caparazón y esqueleto de organismos marinos)”, indicó Espinosa.

Agregan que lo de Cooke Aquaculture, “es el lado más oscuro de la industria. Sembrar más peces de los autorizados es una forma constante de operar por parte de las grandes empresas, distorsionando el sistema con información falsa o con falta de información, evitando que se puedan tomar medidas correctas para prevenir un daño ambiental mayor”.

En noviembre de 2022 Greenpeace denunció frente a la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) a Cooke Aquaculture por elusión al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), debido a que en dicho ciclo productivo, el centro en cuestión había sembrado más peces de los autorizados.

El supuesto “milagro” de la industria de la salmonicultura, simplemente se explica porque las leyes ambientales no se están aplicando, sin embargo, desde Greenpeace no vamos a perder el rastro de las negligencias con la que estas grandes empresas salmoneras actúan. No podemos permitir que una industria lucre directamente y de forma impune con la destrucción de los fiordos y canales de la Patagonia chilena. Corresponde entonces, que la Superintendencia de Medio Ambiente fiscalice y sancione estos gravísimos hechos”, sostuvo Silvana Espinosa. 

Nota al editor

El oscuro historial de Cooke Aquaculture

–  (2022) Greenpeace interpuso una denuncia ante la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA), contra la empresa Cooke Aquaculture “dado que sembró una cantidad de peces mayor a lo dispuesto en su proyecto técnico llamado “Huillines 3”, esto sin evaluación ambiental, eludiendo por tanto al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA)”

–  (2021) Se vincula a Cooke con la mortandad masiva ocurrida en Fiordo Comau. Uno de sus centros fue afectado. Se interpuso un recurso de protección en la corte de Coyhaique contra Cooke, Mowi y otras, pero fue rechazado y no fue apelado. (Daniel Caniullan, representante comunidad mapuche huilliche Pu Wapi).  

–  (2019) Mediante un video y fotografías que fueron registradas en la zona Punta Leopardo, en la entrada norte del PN Laguna San Rafael, queda en evidencia los microbasurales formados por restos provenientes de los centros salmoneros de las empresas Agrosuper y Cook Aquaculture.

–  (2018) Greenpeace denuncia a Cooke Aquaculture: “Empresa que gatilló el fin de la salmonicultura en EEUU, opera a 34 kilómetros de la Laguna San Rafael”