Bajo el lema “Ministro, que no sea un martes 13 para los océanos”, activistas de Greenpeace exigieron al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile que asuma un papel mucho más decidido y de protagonismo en la definición de un Tratado Global de Protección de los Océanos que se discutirá a fines de agosto en Naciones Unidas y que será clave para el cuidado de los mares del planeta.

“En el contexto de la próxima COP25 a desarrollarse en Chile, el presidente Piñera ha planteado el carácter de azul que tendrá la reunión, pero en la práctica el papel de nuestro país en el proceso de negociación de un Tratado Global de Protección de los Océanos está siendo más bien débil. Se requiere una voluntad mucho más clara y un mayor protagonismo desde la Cancillería y el ministro Teodoro Ribera”, dijo Estefanía González, coordinadora del área de océanos de Greenpeace.

De acuerdo con la ONG ambientalista, y teniendo en cuenta la emergencia climática que enfrenta el planeta y las serias y variadas amenazas que hoy enfrentan los mares del mundo, en Naciones Unidas el foco central será establecer a la brevedad un mecanismo que sirva para crear y proteger una amplia red de santuarios marinos en alta mar.

“La ambición debe ser la tónica en medio de la crisis medioambiental que vivimos. Por eso es que resulta clave que, para el 2030, al menos el 30% de los mares estén protegidos. Y en esta búsqueda el liderazgo chileno es clave”, advirtió Estefanía González.

 

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