Es urgente el cierre de las termoeléctricas de Quintero-Puchuncaví y el fin de las zonas de sacrificio

La actividad  de las termoeléctricas a carbón, afecta la salud de las personas, contamina el medio ambiente y además, aumenta la temperatura del planeta.

La matriz eléctrica de Chile continúa siendo fuertemente dependiente de la generación en base a carbón con 28 centrales instaladas de las cuales 26 continúan en operación en zonas como Quintero-Puchuncaví.

El lugar vive a diario los terribles impactos de la generación a carbón: intoxicaciones, varamiento de carbón a diario y contaminación, entre otros.  

Ayúdanos exigiendo el cierre de las centrales en Quintero-Puchuncaví de manera inmediata y un plan de cierre total de carboneras que acabe con las zonas de sacrificio en el país.

En los años 70, un grupo de amigos de la Quinta Región surfeó por primera vez en Chile en una playa limpia y segura. Hoy, esta misma playa es una zona de sacrificio, donde el poder económico ha destruido un ecosistema completo y la vida de miles de habitantes. Para denunciarlo realizamos un campeonato de surf donde el peligro no estaba en la dificultad de las olas si no, en la toxicidad del agua. 

Hagamos que esta denuncia llegue a todas partes, súmate y terminemos con el sacrificio que se vive todos los días en Quintero – Puchuncaví.

¿Cuál es la situación en Quintero – Puchuncaví?
Durante casi 50 años los habitantes de esta zona de sacrificio, como la declaró el Instituto Nacional de Derechos Humanos, convivieron con grandes empresas de energía, químicos y combustibles; y afectan permanentemente la vida de las más de 50 mil personas que viven en el sector. 

Grandes derrames de hidrocarburos en el mar, más de 800 varamientos de carbón en la playa e intoxicaciones masivas son los problemas a los que se enfrenta la comunidad del conocido internacionalmente como “Chernobyl chileno”.

Los gobiernos han hecho vista gorda a esta situación, ignorando durante años el playicidio que se comete en este lugar. 

“En el futuro esto debería acabarse a muy corto plazo, porque la verdad es que Chile, el gran patrimonio que tiene son sus costas y sus montañas… Entendamos donde vivimos, disfrutemos lo que vivimos y aprendamos de donde vivimos, cuando eso suceda vamos a tener la posibilidad de proteger mucho más.” Daniel Tello / Surfista Profesional

“Nunca había surfeado en un lugar donde el principal riesgo fuera la contaminación… Lo mejor sería que este torneo no existiera nunca más, porque no podemos competir en una zona de sacrificio.” Lander De Gaminiz / Surfista Profesional

El impacto de las centrales a carbón en Quintero-Puchuncaví 

En Quintero-Puchuncaví, región de Valparaíso, la contaminación del aire supera los límites permitidos por la Organización Mundial de la Salud, se producen intoxicaciones masivas, hay derrames de petróleo y carbón, la tierra está quemada y se ha afectado gravemente la pesca.

Sus habitantes sufren las consecuencias de la quema de carbón y de todas las industrias que rodean el borde costero. La instalación del parque industrial Ventanas mató la siembra, la bahía y el turismo, pero también generó enfermedades y un ambiente tóxico. Muchas personas tienen problemas respiratorios y marcas en la piel. Otras sufren mareos, asfixia, neumonía y hasta cáncer. 

La población de Quintero-Puchuncaví está abandonada por las autoridades hace más de 30 años. Por eso, diferentes movimientos ciudadanos y organizaciones locales reclaman acciones urgentes para frenar la contaminación. Sin embargo, siguen esperando una solución definitiva. ¿Cuándo recibirán una respuesta?

¿Cómo se relaciona el carbón con el cambio climático?

Al quemar petróleo, carbón o gas se emiten gases de efecto invernadero que provocan el incremento de la temperatura en el mundo.

Las centrales térmicas de carbón son la mayor fuente de emisiones de dióxido de carbono (uno de los principales gases de efecto invernadero) producidas por el ser humano. Por eso, el carbón es el combustible fósil que más contribuye al calentamiento global.

Actualmente, en nuestro país existen 28 termoeléctricas a carbón que generan aproximadamente el 40% de la generación eléctrica. De estas 28 centrales, 3 han sido cerradas (Tocopilla U13 y U12, Tarapacá), 3 centrales de la empresa Engie están en plan de ser reconvertidas y 23 continúan operando e impactando los territorios a diario.

Estas centrales están ubicadas en las comunas de Tocopilla, Mejillones, Huasco, Quintero-Puchuncaví y Coronel, lugares transformados en ¨zonas de sacrificio¨ por la contaminación y problemas en la salud que provocan la quema de carbón y otras actividades industriales.

¿Qué proponemos?

Desde Greenpeace exigimos  el cierre inmediato de todas las centrales termoeléctricas de Quintero-Puchanví y de las centrales más antiguas y contaminantes del país. Al 2030, Chile debe tener cerradas en un 100% la totalidad de las centrales a carbón.

Este cierre debe ir acompañado de una transición justa y equitativa a energías renovables que nos permita dejar la dependencia de los combustibles fósiles. 

El gobierno de Chile ha propuesto y anunciado un “Plan de Descarbonización” que considera un cronograma de cierre de solo algunas centrales. De las 23 centrales a carbón que quedan en funcionamiento actualmente, 6 tienen fecha de cierre y 3 tienen fecha de reconversión (en base a otros combustibles fósiles para el 2025).

Hay 14 centrales que no tienen fecha establecida de salida y se ha comprometido su cierre para el 2040, condenando a las zonas de sacrificio a 20 años más de contaminación.

Este anuncio funciona como una señal de continuidad para las termoeléctricas por varias razones:  

¿Por qué le decimos No al carbón?

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