¿Rompimos todo? A nivel ambiental, al menos, la respuesta no te sorprenderá: se supo que el agua de lluvia ya no es potable. Las preciadas gotas que caen del cielo ahora son mucho más que H2O: están contaminadas por sustancias químicas tóxicas derivadas de las actividades humanas

Esto ocurre porque las sustancias tóxicas se propagan por la atmósfera y, cuando hay precipitaciones, vuelven en forma de agua contaminada. Todo esto se desprende de un nuevo estudio de la Universidad de Estocolmo, según informó Télam. La investigación también pudo comprobar que esta problemática se da en todo el mundo por igual, desde la Antártida a la meseta tibetana. 

Estos componentes nocivos se denominan químicos perpetuos, en referencia al largo tiempo que demoran en desintegrarse, y representan un peligro para la salud de las personas, animales y del ambiente. Su presencia estaba asociada en un principio a envases, champú y maquillaje, pero ahora se han extendido a todo el ambiente, incluidos el agua y el aire. 

Un dato más: los niveles de químicos perpetuos en el agua de lluvia están por encima de las pautas de agua potable establecida por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.

Esta noticia vuelve a confirmar que somos uno con la naturaleza. Si no cuidamos al planeta, no nos estamos cuidando a nosotros mismos. La buena noticia es que también aplica lo contrario: cuando sanamos el entorno, nos beneficiamos todos. ¿Empezamos ahora?