El océano es una de las grandes maravillas de nuestro planeta, tan asombroso que desde sus profundidades surgieron todas las formas de vida conocidas. Además de que, por su sola existencia, moldea la cultura de millones de personas a la par que sorprende con su inmensa biodiversidad y su fuerza intrínseca. 

Un pequeño grupo de peces dorados marinos refugiados bajo un alero decorado con corales.

Sin embargo, la avaricia corporativa -desplegada a través de la pesca industrial, la contaminación marina y el cambio climático – está llevando al océano a tocar sus propios límites. Mientras, las comunidades costeras y los pescadores dan su lucha para frenar esos intereses empresariales que se imponen ante los derechos de las personas y las comunidades. 

A este panorama se suma el avance de la minería en aguas profundas. Se trata de una actividad muy peligrosa que, en su afán de buscar minerales, pondrá en riesgo zonas naturales que aún no alcanzamos a conocer en detalle.

Por todo esto, Diego Gonzaga, editor de contenido en Greenpeace Internacional, propone 5 formas de tomar acción y ayudar a proteger el océano, a los derechos de quienes dependen de él y nuestro futuro:

1. Pedir a los líderes mundiales que ratifiquen el Tratado Mundial de los Océanos 

El Tratado fue adoptado por la Organización de las Naciones Unidas en junio de 2023 y fue un enorme paso adelante en cuanto a la protección de los ambientes marinos.  Así comenzamos a contar con una herramienta clave para crear áreas preservadas donde la biodiversidad no sólo se pueda recuperar de las actividades industriales y la contaminación sino que también pueda prosperar.  

Pero aún queda mucho por hacer. Por empezar, porque para que el Tratado Mundial de los Océanos entre en vigor se necesita que 60 gobiernos lo incorporen dentro de sus leyes nacionales. Al momento, de los 90 países que lo firmaron, sólo 6 lo ratificaron. 

El tiempo apremia porque hay que alcanzar la meta para junio de 2025, de lo contrario el documento perderá vigencia .

En consecuencia, debemos pedir a nuestros dirigentes que lo ratifiquen 📝🌊.

2. Detener la industria de la minería en fondos marinos antes de que comience

El fondo marino es la última frontera virgen de la Tierra. Pero eso le importa poco a la industria minera que se lanzó en una carrera para extraer metales y minerales como cobalto, níquel, magnesio y cobre del lecho marino, con la excusa de que se los necesita para hacer la transición hacia energías limpias (además, de paso, de sacar provecho para usos militares). 

Por suerte, estamos a tiempo de evitar que máquinas gigantes -que pesan tanto como una ballena azul- saqueen el prístino fondo del océano, destruyendo todo a su paso. 

El apoyo a esta causa está creciendo desde la sociedad civil. Ya son más de 800.000 personas de todo el mundo las que se sumaron al movimiento para aumentar la presión política y detener esta actividad antes de que comience.

3. Apoyar a las comunidades costeras

Son millones los hombres y mujeres cuyas vidas, tradiciones y cultura están conectadas al océano. Es que este vasto ecosistema no sólo provee de oxígeno y comida, sino que es parte constitutiva de la sabiduría ancestral de las comunidades costeras y de muchos pueblos indígenas. 

Sobre ellos -y todo su universo ligado al mar- recaen las consecuencias de la pesca industrial, la contaminación por plásticos y la exploración petrolera, amenazando su hogar  y formas tradicionales de subsistencia. 

Por todo esto, brindar apoyo a las comunidades indígenas y costeras, a los pescadores y trabajadores locales es la mejor manera de ayudarlos a proteger sus medios de vida y de cuidar el océano para todos.

Por eso una de las acciones que realizamos desde Greenpeace, por ejemplo, es pedir en Tailandia un área marina protegida inclusiva, co-gestionada por las comunidades locales y las agencias gubernamentales, para abordar la destrucción marina que afecta al clima y la seguridad alimentaria.

4. Cerrar el grifo de la contaminación plástica 

Desde la Gran Mancha de Plástico del Pacífico a las imágenes que llegan a diario de animales marinos atrapados en redes o confundiendo basura por comida, no caben dudas de que nuestro océano paga el precio de la contaminación que generamos desde las ciudades. 

Solucionar este nivel de polución sólo será posible si cerramos el grifo de la producción de plástico. Y este año tenemos la oportunidad de hacer historia 💪. 

Los líderes mundiales están discutiendo un Tratado Mundial de Plásticos, un acuerdo que puede ayudar a recortar la producción de este material de forma drástica, y con ello, detener la fuente de la polución misma. 

Ahora más que nunca necesitamos un movimiento global que demande que este documento sea realidad.

5. Frenar la industria de los combustibles fósiles

Las temperaturas globales tanto de la atmósfera como del océano siguen en alza. Entonces, no sorprende que la Gran Barrera de Coral haya sufrido un nuevo blanqueamiento debido al calor del agua del mar, lo que constituye una amenaza real para toda la vida que habita en ella. 

Al mismo tiempo, los derrames de petróleo son un peligro que se repite con frecuencia en los mares del mundo, causando la muerte de la fauna marina y amenazando el sustento de las comunidades marinas y los pescadores artesanales. 

Sin embargo, esto no frena a la industria de los combustibles fósiles que sigue expandiéndose y generando enormes ganancias monetarias a sus accionistas.

Es por esto que en una gran hazaña, nuestros activistas escalaron y ocuparon con éxito una plataforma petrolera de Shell en el Mar del Norte. Esta acción expuso las ganancias récord de Shell, logradas a costa de nuestro futuro. 

Lo cierto es que lo que menos necesita nuestro planeta son más exploraciones petroleras y, al fin, la industria petroquímica está sintiendo la presión de toda la sociedad civil que pide que se hagan responsables de su papel en la crisis climática. Por eso, no daremos ni un paso atrás ✊.  

6. Sumarse al movimiento 🌈

Ya sea firmando una petición o apoyando a tu comunidad de manera local, hay muchas maneras para ayudar a proteger los océanos. 

Te invitamos a tomar acción como voluntario con nosotros o a apoyarnos financieramente. Recuerda que Greenpeace es una organización independiente que no acepta dinero de empresas ni gobiernos. Todo nuestro trabajo es financiado por personas como tu, que aman nuestro planeta y nuestro futuro. Cada acción cuenta 💚.

Un grupo de activistas de Greenpeace se presentó en la Maratón de Santiago de Chile para denunciar el avance de la industria salmonera en la Reserva Nacional Kawésqar en la Patagonia chilena. Conoce tus opciones


Esta nota se publicó en Greenpeace International