Un estudio reciente hecho por Nature Communications encontró que los volúmenes de las reservas globales de agua decayeron en los últimos 20 años a pesar de que hubo un boom en la capacidad de almacenamiento. Las causas son el cambio climático y una demanda siempre en aumento

Acción de Greenpeace España en Cuenca para denunciar la insostenible política hidráulica del país. El agua embalsada no alcanza el 48 % esta semana y el 44% de los acuíferos están ya en malas condiciones. Con estos datos graves, es incomprensible que, entre 2004 y 2021, los regadíos -y solo los “legales”- hayan aumentado un 16%.

Menos reservas de agua + cambio climático + población

Siempre se supo que el agua potable es un bien escaso. En el mundo, sólo 2,5% es dulce y la mayor parte está en el hielo o en el subsuelo profundo. El resto, una pequeña fracción, se encuentra en ríos y lagos. Ahora se sumó el dato de que ese recurso escaso, lo es cada vez un poco más.

A través de imágenes satelitales se relevó el agua almacenada en 7.245 embalses de todo el mundo. De este sondeo surgió que las reservas disminuyeron entre 1999 y 2018, a pesar de un aumento anual de 28 kilómetros cúbicos en la capacidad, según el estudio difundido por la Agencia Reuters.

Este hallazgo sugiere que las nuevas represas no serán suficientes para resolver  la creciente presión sobre el suministro de agua mundial.

El cambio climático  y la creciente demanda son los dos factores claves en la reducción de la eficiencia de los embalses, según la autora del informe Huilin Gao, de la Universidad de Texas A&M. “Incluso si las temperaturas dejan de aumentar, es probable que la demanda creciente y la construcción de nuevos embalses continúen”, agregó.

Esta situación se concentró en especial en nuestro continente, América del Sur, y en África, en donde el aumento de la demanda de agua fue muy rápido mientras los nuevos embalses no se llenaron tan rápido como se esperaba.

¿Qué países ya sufren bajas en la reserva de agua? 

Nuestro país lidera la crisis hídrica en el Cono Sur. Durante las tres últimas décadas, la disponibilidad de agua ha disminuido entre un 10% y un 37%. Inclusive en algunas zonas esa cifra alcanza el 50%.

Pero no somos los únicos atravesando problemas con el abastecimiento de agua comienza a ser un problema. Honduras, por ejemplo, comenzó en junio a racionar la electricidad debido al impacto de una sequía que ha afectado la producción de las represas hidroeléctricas.

En tanto Uruguay decretó el pasado 19 de junio la emergencia hídrica para Montevideo y alrededores, y anunció una serie de medidas para paliar la situación. Esta emergencia se da a raíz de estar viviendo la sequía más grande en los últimos 70 años. 

En tanto, Greenpeace España alerta que en el país no tienen agua para la burbuja del regadío que se ha creado. Llevamos años denunciando los problemas de contaminación, escasez y mala gestión del agua, pero el problema se agrava hasta extremos alarmantes cuando llegan años secos como los dos últimos. Y el cambio climático solo augura periodos de sequía más frecuentes e intensos, mientras que las lluvias serán más irregulares.

En el medio , China está planeando un ambicioso proyecto de infraestructura hídrica con la esperanza de mitigar el impacto del cambio climático, pero los expertos advierten que las desviaciones de más ríos podrían ser costosas.

A finales de mayo, los funcionarios presentaron planes para construir una red nacional de canales, embalses e instalaciones de almacenamiento de agua que, según dicen, aumentará la irrigación y reducirá el riesgo de inundaciones y sequías.

Los recursos hídricos per cápita de China son mucho menores que el promedio mundial y la distribución es desigual. Se han implementado algunas medidas para reducir la demanda, como la reducción del consumo de agua, la mejora del reciclaje de aguas residuales y la lucha contra la contaminación a nivel local.

Para cuidar el agua disponible no sólo debemos hacer un uso responsable de este recurso en casa sino también exigir a los gobiernos que hagan efectivas las regulaciones para un uso sustentable por parte de empresas y productores es clave. Además, claro, de luchar para frenar al cambio climático ✊