António Guterres, Secretario General de Naciones Unidas, lanzó un SOS mundial ante el aumento del nivel del mar desde Samoa y Tonga, donde se encuentra a propósito del 53º Foro de las Islas del Pacífico. 

Greenpeace sumerge íconos de algunos de los edificios y monumentos más famosos del mundo: la Torre Eiffel, la Estatua de la Libertad, el Cristo, el Templo del Cielo y la Ópera de Sydney en el mar de Cancún. La actividad tiene como objetivo enviar un mensaje a los políticos reunidos en la Cumbre del Clima de la ONU de que la creciente ola de impactos climáticos afectará a todos y cada uno de nosotros, ricos y pobres. Greenpeace hace un llamado a los gobiernos a tomar las decisiones correctas en las reuniones de Cancún para guiarnos hacia un futuro brillante y seguro.

“La media global del nivel del mar está aumentando a un ritmo sin precedentes en los últimos 3.000 años. El océano se está desbordando”, dijo el jefe de la ONU. “La razón es clara: los gases de efecto invernadero -generados al quemar combustibles fósiles de manera abrumadora- están cocinando a nuestro planeta”. 

Activista con pancarta "El gas fósil está hundiendo nuestro futuro".
“El gas fósil está hundiendo nuestro futuro”.

Por un lado, “El océano absorbió más del 90% del calor global en los últimos 5 años, lo que llevó a que las aguas se expandieran”, remarcó Guterres. Por el otro, “los glaciares y capas de hielo se están derritiendo en el mar, sumando más volumen. De esta manera el agua ocupa más espacio”. 

Estos datos se desprenden de un informe realizado por la Organización Meteorológica Mundial y presentado en el Foro realizado en Tonga.

La realidad de un mar que crece sin parar en el Pacífico

En el Pacífico esta catástrofe se hace sentir con fuerza. En 30 años, entre 1993 y 2023, el incremento promedio del nivel del mar fue superior al global (mientras en el mundo fue de 9,4 centímetros, en el Pacífico tropical fue superior a 15 centímetros en algunos puntos). 

En la vida diaria, esto se traduce en que desde 1980, las inundaciones costeras en Guam han pasado de 2 a 22 anuales, mientras que en las islas Cook se han incrementado de 5 a 43. En Pago Pago, en la Samoa Americana, se pasó de 0 a 102 al año.

Isla hundiéndose en Bohol, Filipinas.
Secuelas de marea real en Funafuti, Tuvalu, febrero de 2023.

Otro ejemplo de cómo el aumento del nivel del mar afecta a las poblaciones fue presenciado por el mismo Guterres quien se reunió con miembros de una comunidad afectada en Samoa, donde inspeccionó las inundaciones y el dique que ha tenido que ser reconstruido tres veces a medida que el mar sigue inundando la comunidad.

Lo que ocurre en esta zona es el ejemplo de lo que puede acontecer en todas las ciudades costeras del mundo, puesto que la subida del nivel del mar tiene un poder sin igual para causar estragos.

Sin ir más lejos, Buenos Aires y Río de Janeiro son ciudades que ya han experimentado 6 y 13 cm de incremento en el nivel del mar relativo en 2020 con respecto a 1990

Calles inundadas en el barrio de Ipanema en Porto Alegre, estado de Rio Grande do Sul, Brasil.

A futuro, en un escenario de calentamiento de 3 ºC, que es aproximadamente coherente con la trayectoria de las políticas actuales, se prevé que la mayoría de las ciudades del G20 (entre ellas México, Italia, Sudáfrica, etc.) experimenten un aumento del nivel del mar de más de 15 cm adicional, esto al año 2050.

La importancia del tema llevará a que la próxima Asamblea General de la ONU, a celebrarse en septiembre en Bakú (Azerbaiyán), incluya una sesión especial para debatir sobre la subida del nivel del mar. Guterres enfatizó que una catástrofe global está poniendo en peligro a estas islas y llamó a una mayor acción mundial: “El aumento del nivel del mar es una crisis totalmente provocada por la humanidad. Una crisis que pronto alcanzará una escala casi inimaginable”.

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