Cada 3 de junio es momento de reconocer la vigencia, versatilidad y unicidad de la bicicleta, la gran aliada de la movilidad urbana desde hace dos siglos. 

Al ser simple, confiable y sustentable, es lógico que millones de hombres y mujeres la elijan a diario en todo el mundo como medio de transporte. 

Además, tiene características que la vuelven 100% eco friendly: es económica, accesible, segura y justa a nivel social. Y otra de sus grandes virtudes es que permite desplazarnos sin generar emisiones que contaminan el aire ni calientan más al planeta.

Esto último es especialmente importante para nuestro país, que tiene el triste título de ser el segundo de Latinoamérica con la peor calidad del aire -en particular en lo que respecta al contaminante Material Particulado Fino (MP2,5)- según el estudio de IQAir en 2022.

En este sentido, la Región Metropolitana no se queda atrás. Desde hace 27 años se ve afectada por problemas atmosféricos, y ya en 1996 fue declarada como zona saturada por Material Particulado Respirable (PM10) por primera vez.

Entonces, ¿qué mejor momento que el Día Mundial de la Bicicleta para debatir y reflexionar sobre la calidad del aire que respiramos?

Malos aires en Santiago

En 2022, Santiago ocupó el puesto número 32° del ránking de 116 ciudades con aire más sucio del mundo. Esta es la grave situación que deriva en que, año tras año, vemos cómo se declaran alertas, pre emergencia y emergencias por las malas condiciones de la calidad del aire en la Región Metropolitana. 

Greenpeace denuncia en Quintero Puchuncaví la falta de ambición y urgencia por parte del presidente Piñera a la hora de presentar una hoja de ruta en el plan de descarbonización del país. "Se ha desperdiciado una oportunidad histórica para haber avanzado en el pronto cierre de las zonas de sacrificio"
© Greenpeace / Cristobal Olivares

En nuestro país al año existen 4.500 muertes y 3.000 personas internadas debido a la contaminación del aire por MP2,5, según informó un estudio del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia CR2 publicado a finales del año 2020.

En medio de este contexto, el sector del transporte continúa fuertemente ligado al petróleo y al gas, contribuyendo a la crisis climática y la polución de la atmósfera, a pesar de que ya existen soluciones tecnológicas que permiten moverse sin emisiones. 

Sin embargo, hay otra actividad que complica este cuadro de situación de la que queremos hablarte. 

La expansión de la mina Los Bronces Integrado puede empeorar la calidad del aire en Santiago

El proyecto Los Bronces Integrado opera en la zona cordillerana del nororiente de la Región Metropolitana. La novedad es que está planeando expandir el rajo existente en direcciones este y oeste, así como construir una mina subterránea bajo el Santuario de la Naturaleza de Yerba Loca, además de otras obras asociadas.

© Nicole Kramm Caifal / Greenpeace

Esta ampliación sumaría contaminación atmosférica a la ya contaminada ciudad de Santiago, ya que dentro de sus operaciones se emite Material Particulado 2,5 y 10.

Es decir que emanaría un tipo de contaminación que, según la OMS, tiene la capacidad de penetrar profundamente en los pulmones y acceder al torrente sanguíneo, generando impactos adversos en la salud cardiovascular, cerebrovascular (aumentando el riesgo de derrame cerebral) y respiratoria.

Frenar la ampliación del proyecto es la mejor manera de preservar un ecosistema único, evitar más polución y cuidar la salud de todos. Así podremos contribuir a tener un aire más limpio y seguir haciendo viajes en bicicleta 🚲🚴‍♀️🚵 .

Por todo esto, te invitamos a firmar la petición ahora.

Firma aquí