Hoy, 2 de febrero, es el Día Mundial de los Humedales. Es decir, que tenemos la oportunidad perfecta para conocerlos más en profundidad considerando que son ecosistemas vitales para el equilibrio ambiental y la conservación de la biodiversidad.
¿Qué son los humedales y cuál es su situación mundial?
La presencia del agua es la característica fundacional de los humedales, que puede provenir del mar, de los ríos, las lluvias y/o de napas subterráneas, entre otros. En definitiva, se trata de lugares que están húmedos de forma permanente o temporal.
Es decir, las características físicas, vegetales, animales y sus interacciones están definidas por el agua. Por eso, por ejemplo, la flora y la fauna que vive en los humedales están adaptadas a las condiciones de inundación o de alternancia de los períodos de anegamiento y sequía.
Acaso porque el agua es vida, 40% de todas las especies los eligen como su hábitat o sitio de reproducción.
Otro dato curioso es que no todo humedal es natural, también existen algunos construidos por personas. Algunos ejemplos de los diferentes tipos que existen son: estuarios, salares, turberas, llanuras de inundación, ríos y lagos, áreas costeras como marismas, albuferas, humedales altoandinos como bofedales y vegas, lagos, ríos, pantanos, salares, embalses y muchos otros.
En total ocupan 6% de la superficie del planeta, según datos de Naciones Unidas.
La mala noticia es que no están fuera de peligro. Al contrario, están expuestos al avance de la urbanización, la agricultura intensiva y el cambio climático, entre otros factores, que han hecho que en el último siglo desaparecieran 64% de los humedales del mundo (35% sólo en los últimos 50 años).
Esto significa que cada hectárea que se pierde, afecta de manera directa a estas criaturas que dependen de los humedales para prosperar. Además de alterar un ciclo que garantiza el agua potable y la vida tal como la conocemos.
Humedales en Chile
En nuestro país existen más de 40 mil humedales que se extienden por 4,5 millones de hectáreas, lo que representa cerca del 5,9% del territorio nacional.
Algunos ejemplos de los tipos con los que contamos son: estuarios, salares, vegas y bofedales, turberas, humedal lacustre, fluviales o ribereños y albúferas.
De todos estos, 16 están adheridos al tratado Sitios Ramsar que promueve su conservación. Sin embargo, esto no ha servido como herramienta efectiva para frenar el deterioro, ya que abarca una porción ínfima de humedales y genera pocas medidas de prevención y conservación.
De todas maneras, si ya te entró la curiosidad por visitar alguno de nuestrosos humedales, estas son algunas opciones posibles en las diferentes regiones: Desembocadura del río Lluta, Parque Nacional Lauca, Salar de Surire, Humedal Batuco, Laguna Aculeo, Humedal de Mantagua, Humedal Estuario de Lenga, Humedales del río Cruces y Chorocamayo, Humedales de Maullín, Bahía Lomas, entre otros.
¿Cómo contribuyen los humedales al bienestar humano?
Los humedales contribuyen de modo decisivo al bienestar humano al desempeñar funciones de las cuales se derivan múltiples beneficios:
Son importantes sumideros de carbono, es decir, naturalmente absorben y ayudan a reducir el CO2 de la atmósfera. Además, ayudan a amortiguar los efectos de las tormentas y las inundaciones, situaciones que son cada vez más comunes en el marco del cambio climático.
Son muchas las especies de flora y fauna silvestres que necesitan de los humedales para existir, puesto que son los hábitats que les proporcionan alimentación, refugio, zonas de reproducción y anidación, además de ser sitios de descanso para múltiples especies migratorias.
Actúan como esponjas, absorbiendo el agua de la lluvia o de la subida de las mareas, reduciendo así, la velocidad y el volumen de las aguas que corren hacia ríos, por lo que también protegen a las comunidades aledañas de posibles desastres naturales como huracanes y maremotos.
Almacenan y disponibilizan agua para el consumo humano y todo tipo de biodiversidad. Además, colaboran con la recarga de los acuíferos, cuando según las condiciones del terreno, filtran agua a través de las capas de la tierra.
Humedales costeros actúan como la primera línea de defensa, absorbiendo la potencia de las olas, disminuyendo su impacto. Por otro lado, las raíces de la vegetación existente, aseguran los sedimentos y ayudan a retener los nutrientes.
Muchas plantas de humedales son capaces de eliminar sustancias tóxicas que provienen de plaguicidas, derrames industriales o actividades mineras.
Por todas las características enunciadas, son lugares muy visitados y reconocidos para el turismo y la recreación. Son una especie de aula viva, donde se pueden reconocer diversos procesos naturales, además de avistar numerosas especies de flora y fauna.
Esperamos que con toda esta información puedas sentir un poco más cercana la maravilla que son los humedales y lo importantes que son para todos los seres que habitamos este planeta.
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