2024 comenzó con la sucesión de varios eventos que encendieron la alarma en Chile, Colombia, Argentina y el resto del continente. ¿Qué hay detrás de todo esto?

En el pueblo de Lützerath Greenpeace, junto con otras asociaciones y activistas ecologistas, en una una potente manifestación ” Para 1,5ºC: frenen acá!”

Sudamérica con el termómetro al rojo vivo

En Sudamérica, enero se despidió con una ola de calor que se sintió por igual en el centro sur de Chile y Argentina, así como en la zona central de Colombia. 

Entre el 21 y el 25 del mes pasado, por ejemplo, mientras en Santiago de Chile el termómetro llegó a la tercera temperatura más alta registrada en 112 años, en Colombia varios municipios alcanzaron temperaturas por encima del promedio: 40,4ºC. Tal fue el caso de Jerusalén (Cundinamarca), Sahagún (Córdoba) y la ciudad costera de Santa Marta (Magdalena). 

Bien al sur, la Patagonia Argentina no quedó exenta de esta situación. En esas latitudes las altas temperaturas llegaron a 43,9ºC en San Antonio Oeste, 42,5ºC en Cipolletti, 41,6ºC en Neuquén y 40,5ºC en San Juan.

En tanto, febrero continúa esta tendencia con cientos de récords rotos, incluyendo a países como Guyana y Surinam. 

Tres países, tres fuegos

Ante el pronóstico de las olas de calor en los distintos países, surge el temor de siempre: que se inicien incendios, sean accidentales o no.

incendios forestales quemaron 30.000 hectáreas en la Patagonia, en las provincias de Río Negro y Chubut (Argentina).

“Las condiciones meteorológicas reinantes con temperaturas altas, bajo contenido de humedad — atmosférico y del suelo—, y a veces viento moderado, favorecen la mayor incidencia de incendios, en especial durante los meses del verano”, puntualiza Bárbara Tapia Cortez, meteoróloga y coordinadora técnica de Servicios en la Oficina Regional de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) para las Américas en diálogo con el diario El País.

Así fue como en semejante contexto, las primeras chispas se encendieron en Colombia, donde el Gobierno declaró la situación de desastre natural.

En Chile, tras dos semanas de calor extremo sonaron las primeras alarmas de incendios, que se sospecha que son intencionales.

En Valparaíso las llamas arrasaron con al menos 15 mil casas en varias comunas y, hasta ahora, ha costado la vida de 132 personas e incontables pérdidas en la biodiversidad. Sólo para graficar el daño, se quemó 90% del Jardín Botánico Nacional de Viña del Mar y se estima en 4.300 hectáreas el daño de bosque nativo en Viña del Mar y Quilpué. En la Región de Valparaíso, hay un total de 14.832 hectáreas quemadas lo que es un 109% más que en la temporada anterior. 

El “Centro de Investigación sobre el Clima y la Resiliencia” (CR2), realizó un informe durante el 2020 donde analizó los incendios forestales en Chile y comentan que en nuestro país, prácticamente todos los incendios comienzan por acción humana, ya sea accidental o intencional. Esto sumado a las condiciones climáticas actuales de temperaturas extremas en torno a las 40°C, más la crisis hídrica y baja humedad ambiental, es esperable que los incendios se conviertan en eventos de gran magnitud.

Pero en el caso de los incendios que acaban de azotar a la Región de Valparaíso no sólo debemos hablar de las condiciones ambientales sino que también del uso de suelo.


Según el CR2 “La distribución espacial de los incendios está determinada por el foco inicial de ignición y la dirección y extensión de la propagación. Ambos elementos están condicionados, en buena parte, por el uso del suelo, que determina la cantidad y tipo de combustible, que puede ser bosques nativos, plantaciones forestales… predios rurales o incluso, en zonas urbanas adyacentes a territorios forestales, pero que rápidamente pueden tomar un carácter forestal al propagarse hacia los bosques y plantaciones forestales donde existe gran cantidad de combustible”. 

Es por esto que la planificación territorial estratégica, pensando en la continuidad de territorios y en un contexto de temperaturas extremas se hace fundamental a la hora de prevenir estos siniestros. 

También en Argentina el fuego se llevó miles hectáreas tanto en el Parque Nacional Los Alerces, en Chubut, como en el Parque Nacional Nahuel Huapi región Sur del brazo Tristeza, Río Negro.

Los incendios tienen múltiples causas y pueden ser exacerbados por la crisis climática.

La crisis climática y ecológica es real y es ahora, tiene impactos tanto en la flora, la fauna como en la vida de todos nosotros, por eso es muy importante actuar para mantener la temperatura del planeta en el 1,5 °C.

Para transformar la realidad te necesitamos a ti.

Cuidemos juntos la naturaleza que amamos.

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