Con el mensaje “Sin bosques no hay vida. Apoyá a los guardianes del Amazonas”, activistas de Greenpeace se manifestaron hoy frente a la embajada de Brasil en Buenos Aires para apoyar las demandas de las comunidades indígenas del país vecino frente a la destrucción de sus bosques [1]. Protestas similares se realizaron en otras diez ciudades del mundo al mismo tiempo que el Acampamento Terra Livre, una movilización nacional anual indígena, se llevó a cabo en Brasilia.

La deforestación está poniendo en grave peligro a las comunidades indígenas del Amazonas. Nunca antes su territorio estuvo bajo ataques tan graves ​​relacionados con la deforestación ilegal y la destrucción de bosques. Mientras que sus tierras están protegidas por leyes, la realidad es otra: las comunidades están amenazadas y silenciadas por la industria maderera pero se mantienen firmes en la protección de sus tierras. En este sentido, André Karipuna, líder indígena, dijo: “Las comunidades deben ser respetadas y apoyadas en Brasil, especialmente por el estado y el gobierno actual. Sin embargo, no valoran nuestra existencia y no reconocen que protegemos nuestros territorios y bosques. Por eso, es muy importante para nosotros recibir apoyo fuera de Brasil. Esto también fortalece nuestra lucha”.

Asimismo, Tica Minami, coordinadora de la campaña por el Amazonas de Greenpeace Brasil, dijo que “el futuro de la lucha contra el cambio climático podría decidirse en la selva amazónica. Los pueblos indígenas están protegiendo el bosque de la destrucción, pero se enfrentan a una industria poderosa y despiadada. La comunidad mundial no debe permanecer en silencio mientras que quienes protegen el bosque son silenciados y amenazados”.

Desde que Jair Bolsonaro asumió el cargo el 1ero de enero de este año, las invasiones a tierras indígenas protegidas aumentaron dramáticamente, lo que expone a las comunidades a más violencia y amenazas. Greenpeace le pide al gobierno brasileño que cumpla con sus obligaciones constitucionales [2] para proteger los derechos de las tierras, los bosques y los pueblos indígenas.

Notas:

[1] Las actividades fueron apoyadas por las oficinas de Greenpeace y tuvieron lugar en La Haya (Países Bajos), Berlín (Alemania), Viena (Austria), Bruselas (Bélgica), Estocolmo (Suecia), Oslo (Noruega), Buenos Aires (Argentina), Santiago (Chile), Roma (Italia), Tel Aviv (Israel), Washington, DC (Estados Unidos).

[2] El Artículo 231 de la Constitución brasileña regula la obligación de demarcación y protección de las tierras indígenas.