Greenpeace celebró esta noche el anuncio del gobernador de Mendoza de que serán derogadas las modificaciones a la Ley 7722 que pretendían abrir la puerta al uso de sustancias tóxicas para la industria minera en la provincia. Además destacó el reclamo y la movilización social que llevó a este resultado. 

“Esta derogación la logró la gente. El pueblo de la provincia ha hecho historia en la lucha por el ambiente; quedó claro que el agua de Mendoza no se negocia”, expresó Diego Salas, Director de Desarrollo de Greenpeace Andino. 

La norma, presentada por el gobernador el mismo día que asumió, modificaba la Ley provincial que pone límites a la minería y permitía el uso de sustancias como el cianuro y el ácido sulfúrico. Los mendocinos y mendocinas se movilizaron inmediatamente y lograron revertir un desastre ambiental que parecía inevitable. 

A una semana de que se iniciaran las primeras manifestaciones, y con ello la marcha ambiental más masiva en la historia de Mendoza, la gente ha conseguido cambiar el curso de las cosas.

“Las movilizaciones pacíficas que el pueblo mendocino ha llevado adelante en estos días, a pesar de tener todos los pronósticos en contra, son la demostración de que esa es la legítima vía para hacer historia y proteger nuestros bienes naturales”, destacó Salas. 

En el pedido de derogación las organizaciones destacaron que las modificaciones a la normativa representaban una clara violación a la Constitución Nacional y los principios de no regresión ambiental. Por otra parte, estos cambios se proponían durante la peor sequía desde que se tiene registro en la provincia, y en lugar de protegerlos se ponían en juego  los recursos hídricos, a manos de la industria minera contaminante. 

“Ya lo dijimos hace unos días y hoy se vuelve a confirmar: no existe herramienta de presión más poderosa que la gente. No hay minera que tenga recursos suficientes para soportar la presión de un pueblo decidido a defender pacíficamente a la democracia y a la Naturaleza de la que forma parte”, concluyó Salas.