Salta: Greenpeace documentó los incendios en la Selva de Yungas y colaboró con las comunidades en la defensa del territorio
Por Noemí Cruz, coordinadora de la campaña de Bosques de Greenpeace (desde Orán).
Noemí Cruz en el lugar de los hechos
La Selva de Yungas cerca de Orán, al norte de Salta, está hoy cubierta de humo, fuego y cenizas, devorada por el avance de las llamas que, favorecidas por la sequía, se vuelven incontrolables. No es posible dimensionar la pérdida de biodiversidad, el incremento del calor, la erosión, los derrumbes que pueden sobrevenir en un contexto de crisis climática.
A pocos kilómetros de los incendios, las comunidades Kollas de Tinkunaku se organizan para defender su territorio, azotado por los incendios. Los acompañamos en sus campamentos en Playa Seca, los vimos regresar exhaustos, mientras aguardaban el apoyo externo, que llegó entrada la noche.
El testimonio de Noemí Cruz
Jóvenes, mujeres y hombres, ancianos convertidos en combatientes de incendios para defender está hermosa porción de Selva de Yungas, que hace años lograron resguardar de las ambición de los madereros y el proyecto de un gasoducto. Son ejemplo de lucha y compromiso, Persisten como la selva, confiando en que la Pachamama nos enviará la lluvia reparadora.
Recorrido de Greenpeace junto a las comunidades afectadas
Entre tanta desesperación, la presencia del yaguareté o tigre, cómo lo llaman aquí, sigue estando en la playa del río, mirando lo que hacemos custodiando el bosque que queda.
Testimonio de las comunidades afectadas
Testimonio de las comunidades afectadas
En Argentina los incendios son cada vez más recurrentes y ponen en riesgo directo a poblaciones, como los Kollas. Y están agravados por la crisis climática y la sequía.
Los gobiernos provinciales y nacional deben realizar el máximo esfuerzo y priorizar recursos para apagarlos lo antes posible.
Recorrido de Greenpeace junto a las comunidades
Es necesario ampliar los fondos e infraestructuras para mejorar la prevención y lucha contra los incendios forestales.
El 95% se producen por causas humanas: accidente, negligencia e intencionalidad. Necesitamos que se penalicen, tanto los incendios como los desmontes. Destruir bosques es un crimen.