Tras recibir varios rechazos en la votación artículo por artículo, el gobierno decidió retirar la Ley Ómnibus. Ahora, su posible tratamiento debe empezar desde cero, presentando un nuevo proyecto de ley a las comisiones.

La fuerte presión de varios sectores afectados por los cambios propuestos en el proyecto de ley fue clave para que la mayoría de los legisladores no acompañen con su voto.

Desde Greenpeace seguiremos monitoreando y presionando para que no se flexibilicen leyes ambientales fundamentales como las de bosques y glaciares. Hoy no existen certezas ni garantías respecto a que las modificaciones propuestas no vuelvan a ser presentadas. La presión de la gente es fundamental para salvar estos ecosistemas vitales en el marco de la actual crisis climática y de biodiversidad.

Junto a más de 40 organizaciones ecologistas, sociales e indígenas, seguimos invitando a firmar la petición salvalasleyesambientales.org de la cual ya participaron más de 150.000 personas.