© Martin Katz / Greenpeace

Santiago del Estero, 16 de julio de 2024.- La organización ecologista documentó un desmonte de más de 10.000 hectáreas en Santiago del Estero que está ejecutando la familia Canido, dueña de la empresa Refres Now, que produce la gaseosa Manaos. Convocan a la ciudadanía a reclamar a la empresa que detenga las topadoras.  

“Descubrimos que los dueños de Manaos están realizando un gigantesco desmonte, del tamaño de media ciudad de Buenos Aires, para hacer producción ganadera, cerca de Nueva Esperanza, en el norte de Santiago del Estero. Tienen permisos del gobierno provincial en una zona donde la Ley Nacional de Bosques prohíbe deforestar. Hay una evidente complicidad para avanzar impunemente con este ecocidio, señaló Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace Argentina. 

La familia Canido posee varias fincas en la provincia de Santiago del Estero, donde desde hace una década viene deforestando para desarrollo agropecuario y manteniendo conflictos con familias campesinas e indígenas. Greenpeace ya la denunció en el año 2016. (1)

 © Martin Katz / Greenpeace

“Las topadoras no se detienen y afectan la rica biodiversidad de la región; especies como el oso hormiguero, la corzuela, el pecarí, el loro hablador, y la tortuga terrestre se ven amenazadas. Además, se trata de la zona de pastoreo y uso del monte de comunidades campesinas. Convocamos a la gente a reclamar a los dueños de Manaos que paren de deforestar, afirmó Giardini.

 © Martin Katz / Greenpeace
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En la página excesodedesmontes.org se puede firmar la petición a la empresa para que frene el desmonte.

Santiago del Estero es la provincia con más deforestación del país de las últimas décadas. Según datos oficiales, desde 1998 en la provincia se desmontaron más de 2 millones de hectáreas de bosques nativos. (2)

 © Martin Katz / Greenpeace
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Frente a la grave crisis climática y de biodiversidad en la que nos encontramos, resulta clave proteger nuestros últimos bosques. Seguir deforestando implica más cambio climático, más desaparición de especies, más inundaciones, más desertificación, más enfermedades, más desalojos de campesinos e indígenas, y más pérdida de alimentos, maderas y medicinas. Destruir bosques es un crimen que debe convertirse en un delito penal”, finalizó Giardini.

Notas: 

  1. Informe de Greenpeace “Desmontes S.A. Parte 3. El mapa del delito forestal en Argentina”
  2. https://www.argentina.gob.ar/ambiente/bosques/umsef