Greenpeace nace en 1971, cuando un pequeño grupo de personas defensoras del medio ambiente zarpó desde Vancouver, Canadá, en un viejo barco pesquero hacia Amchitka, una pequeña isla volcánica frente al oeste de Alaska, para protestar contra las pruebas nucleares del ejército estadounidense. Originalmente, el barco se llamó Phyllis Cormack, pero luego lo rebautizaron Greenpeace, ya que unía dos grandes temas, la supervivencia de nuestro medio ambiente y la paz del mundo. © Greenpeace / Robert Keziere

Buenos Aires, 15 de septiembre de 2021 – La organización ambientalista celebra este 15 de septiembre medio siglo de historia llevando adelante campañas ambientales en el mundo. A través de una galería de imágenes, la organización revisó las mejores fotos de su historia en distintas partes del mundo, así como en Argentina. 

La composición del músico italiano Ludovico Einaudi, Elegy for the Arctic, se inspiró en ocho millones de voces de todo el mundo que piden la protección del Ártico.  © Pedro Armestre / Greenpeace

Los comienzos de Greenpeace datan de 1971, cuando un equipo de personas defensoras del medio ambiente zarpó desde Vancouver, Canadá, en un viejo barco pesquero hacia Amchitka, una pequeña isla volcánica frente al oeste de Alaska, para protestar contra las pruebas nucleares subterráneas que el ejército estadounidense realizaba alí. Originalmente, el barco se llamó Phyllis Cormack, pero luego lo rebautizaron como Greenpeace ya que unía dos grandes temas, la supervivencia de nuestro medio ambiente y la paz del mundo. 

La tripulación de Rainbow Warrior asiste a adultos y niños isleños de la zona de Rongelap a Mejato, que han sufrido lluvia radiactiva como consecuencia de pruebas nucleares estadounidenses. © Greenpeace / Fernando Pereira

La directora ejecutiva de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan, sostuvo: 

“Mientras cumplimos 50 años de historia, la pérdida de biodiversidad se acelera, la crisis climática se profundiza y la inequidad aumenta. Ahora, más que nunca, necesitamos una acción colectiva real y unida mientras estamos en esta encrucijada. En las últimas décadas, han habido muchas campañas y victorias para preservar un futuro verde, pacífico y justo. Tanto en sus inicios como en la actualidad, Greenpeace quiere transformar, junto a aliados, nuestro sistema actual, en el que las ganancias y la contaminación son priorizadas sobre la gente y el planeta

El barco MY Esperanza de Greenpeace y sus inflables, intentan obstaculizar el disparo y eventual traslado de una ballena Minke por el barco receptor Yushin Maru 2.  © Greenpeace / Kate Davison

Activista trepa por la cadena del ancla del petrolero Gran Couva y cuelga una pancarta que dice No más bosques turberas para aceite de palma. El barco de Greenpeace MV Esperanza ocupó el petrolero durante 24 horas y pintó en su proa Forest Crime. © Greenpeace / John Novis

Durante 50 años, la organización realizó incontables campañas junto a aliados, destacando entre ellas el fin a las pruebas nucleares y vertido de residuos tóxicos en el mar, la protección de la Antártida estableciendo una base en ese continente, la denuncia e intervención a la industria ballenera, la investigación a grandes empresas contaminantes y la compañía a nivel global, de distintas comunidades, pueblos indígenas, sindicatos y aliados de todo el mundo en la lucha por garantizar un futuro justo, ecológico y pacífico. 

Activistas vestidos de Jaguares bloquean tres topadoras en la finca Las Maravillas, donde se está realizando un desmonte autorizado por el ex gobernador Romero, días antes de que se aprobara la Ley de Bosques, la cual establece presupuestos mínimos para la protección de nuestros bosques nativos.  © Greenpeace / Atilio Orellana.

Imagen comparativa del Glaciar Upsala, en el Parque Nacional Los Glaciares de Argentina, a partir de un archivo histórico. La iniciativa busca concientizar sobre las consecuencia del cambio climático.© Greenpeace

En Argentina, Greenpeace está presente desde 1987 y trabaja para promover las energías limpias y para hacer frente a la crisis climática. Con el apoyo de un millón y medio de argentinos y de otras organizaciones, la organización logró aprobar la Ley de Bosques, detener el proyecto de vertedero de residuos nucleares en Chubut, y la explotación petrolera en el Parque Nacional Calilegua, entre otros hitos.

Primera acción de Rainbow Warrior en América Latina. Activistas despliegan mensaje de protesta contra la planta de energía nuclear Atucha, en Zarate, Argentina. © Greenpeace / Steve Morgan

Con el mensaje Desarme Nuclear Ahora, el globo aerostático de Greenpeace sobrevuela este Patrimonio de la Humanidad en protesta contra las pruebas nucleares en la India. – © Greenpeace / Steve Morgan

También, junto el trabajo de más de 70 organizaciones ambientales y ciudadanas, trabajó para la aprobación de la Ley de Preservación de Glaciares y Ambiente Periglacial. Además, denunció la pesca intensiva y consiguió las primeras medidas de preservación. Greenpeace lucha por la protección de los humedales y del Mar Argentino. Y impulsó una ley para la gestión de los residuos urbanos en la Ciudad de Buenos Aires (Ley de Basura Cero), de la cual exige su correcta aplicación.

Protesta de Greenpeace en el Obelisco contra la incineración de residuos. En 2005, la legislatura porteña aprobó la Ley de Basura Cero, basada en un proyecto presentado por la organización ambientalista. De esta forma, Buenos Aires se convierte en la ciudad más grande del mundo en adoptar un programa integral de gestión de residuos urbanos.  © Greenpeace

En 2008 el Senado Nacional aprueba la prohibición de la importación y comercialización de lámparas incandescentes en Argentina a partir de diciembre de 2010. El proyecto aprobado se basa en las propuestas de la campaña de Greenpéace sobre Eficiencia Energética, llevada a cabo con diversas acciones desde principios de ese año. © Greenpeace

Voluntarios de Greenpeace levantan una turbina eólica en la playa de Durban, Sudáfrica, enviando un mensaje de esperanza para la última ronda de conversaciones de la ONU sobre cambio climático. © Shayne Robinson / Greenpeace
Activistas de Greenpeace protestan frente a una estación de servicio Shell en Buenos Aires, en solidaridad de los 30 detenidos por defender el Ártico, quienes enfrentan su trigésimo día de encarcelamiento por parte de las autoridades rusas. © Greenpeace / Martin Katz

Diego Salas, Director de Programas de Greenpeace Andino, señaló: 

“Nuestro objetivo sigue siendo fortalecer la participación, para modificar las iniciativas públicas y privadas que destruyen la naturaleza y también porque sabemos lo importante de construir una cultura que priorice el cuidado del planeta. 

Un oficial de la guardia costera rusa se acerca a un activista de Greenpeace mientras otros cinco activistas intentan escalar el Prirazlomnaya, una plataforma petrolera operada por el gigante energético estatal ruso Gazprom, en el Mar Pechora, Rusia.
© Denis Sinyakov / Greenpeace

Podemos hacerlo porque somos una organización que se sostiene gracias a los aportes individuales, porque no aceptamos donaciones de empresas ni de gobiernos ni de partidos políticos, y eso nos da nuestra fortaleza más importante, nuestra independencia. Y con ella, la capacidad de enfrentar en esta lucha, a quien sea necesario.

Pintando las calles de amarillo con una pintura no contaminante, activistas de Greenpeace crean un sol alrededor del Arco del Triunfo, como símbolo para combatir el cambio climático. – © Greenpeace

Activistas de Greenpeace escalaron el obelisco para exigir al presidente Mauricio Macri el cumplimiento de la Ley de Glaciares y el cierre de la Mina Veladero operada por Barrick Gold. Dicha Ley, sancionada en 2010 tras años de campaña de Greenpeace y de más de 70 organizaciones ambientalistas y asambleas ciudadanas, regula la actividad minera en protección de los Glaciares, principal fuente de agua dulce del país. © Sebastian Diez / Greenpeace

Activistas de Greenpeace llegaron hasta las jaulas salmoneras de Cermaq para protestar contra esta industria que amenaza a los ecosistemas e impacta a las industrias locales. En septiembre del 2021, la legislatura de Tierra del Fuego aprobó la ley que prohibe la instalación de cultivo y producción de salmones, siendo Argentina de este modo, el primer país del mundo en prohibir esta actividad.  © Greenpeace

Estos 50 años de Greenpeace a nivel internacional respaldan el accionar en la región y nos impulsan a seguir trabajando en el país tanto en los problemas locales  como la deforestación y el impacto de la explotación petrolera en el Mar argentino, como en las acciones que contribuyen a enfrentar la crisis climática global, como es el reemplazo de los combustibles fósiles por energías limpias y el desarrollo de sistemas de agricultura sustentables.”

Greenpeace desplegó carteles en el acto inaugural de la Exposición Rural para denunciar que la expansión descontrolada de la ganadería intensiva en el norte del país implica la destrucción de los bosques del Gran Chaco argentino y la extinción del yaguareté. © Pepe Mateos / Greenpeace © Pepe Mateos – Greenpeace

Decenas de miles de personas marchan en Madrid para exigir a los políticos que tomen medidas ambiciosas para combatir el cambio climático y salvar el planeta, en el marco de la cuarta huelga climática mundial.  © Pedro Armestre / Greenpeace

Activistas de Greenpeace enfrentaron en aguas internacionales del Atlántico Sur al buque pesquero surcoreano Meridian 8, uno de los 400 barcos que cada año saquean el hogar de decenas de especies marinas en peligro. La acción enmarca en la campaña de protección del los océanos de la organización ambientalista. © Cristobal Olivares / Greenpeace

Activistas de Greenpeace escalan el ingreso a la Rural y despliegan un cartel de 18 metros con la leyenda Ganaderos, los dueños del fuego. Ley de Humedales Ya. Con esta actividad en la vía pública, la organización ambientalista señala al sector agropecuario como el principal responsable de los incendios en el país y denuncia que la Sociedad Rural presiona para que el Congreso no sancione la Ley de Humedales. © Marcela Casarino / Greenpeace

Actualmente, Greenpeace tiene presencia en 54 países y cuenta con miles de trabajadoras y trabajadores, decenas de miles de voluntarios, millones de seguidores y activistas en redes sociales y 3 millones de socios en todo el mundo. La organización, desde sus inicios, es política y económicamente independiente, lo que le ha permitido liderar campañas en todo el mundo y denunciar a gobiernos y corporaciones que dañan el ambiente.