El 19 de julio de 2017, el caso contra Mauro Fernández fue cerrado por las autoridades peruanas por su rol como vocero de Greenpeace, en una actividad realizada en diciembre de 2014, donde activistas de la organización instalaron un lienzo en el geoglifo del colibrí, en las Líneas de Nazca, destacando la amenaza del cambio climático.

Kumi Naidoo, entonces director ejecutivo de Greenpeace Internacional, aceptó la responsabilidad por dicha acción, clarificando el rol de mauro Fernández como vocero -y no como organizador de ésta actividad, como informaron luego diversos medios de comunicación- y extendió las disculpas a todo el pueblo y gobierno peruanos.

Luego de la actividad, Mauro cooperó con las autoridades peruanas y cumplió con todas sus obligaciones. Su caso legal está cerrado y está libre de cualquier cargo, quedando asimismo, limpio de antecedentes penales