Conocé a nuestros grupos de voluntarios y voluntarias

Bahía Blanca
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Buenos Aires
• Buenos Aires
Referentes: Abril Castellano y Lucía Ramirez
E-mail: [email protected]

Córdoba
Referente: Juana Serra
E-mail:  [email protected]

 

Mar del Plata
Referente: María Marta Casado
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Mendoza
Referente: Laura Ferri
E-mail: [email protected]

Posadas
Referente: Marisol Forcada
e-mail: [email protected]

Rosario
Referentes: Edelmira Setau y Julieta Nuñez
E-mail:
[email protected]

Salta
Referentes: Mailén Miranda y Sofía Tapia
e-mail: [email protected]

¿Querés saber qué significa ser parte del voluntariado?
Personas como vos te cuentan su experiencia

Rosario (Bahía Blanca)

Ser voluntario es hacer algo al respecto. Es querer formar parte e involucrarte con lo que creés que importa. En este caso me hice voluntaria de Greenpeace porque me apasiona el medio ambiente, y pienso que si no habría gente que se interese e involucre, muchas de las cosas correctas de hoy en día no existirían.

Tiene impacto en tu vida, en la vida de los demás, en las campañas. Cada vez que vuelvo de una acción siento que, al menos en esas horas, impacté de forma positiva en el planeta y la gente que me rodea.

Agustín (Salta)

Somos voluntarios para tener un mundo mejor. Queremos seguir disfrutando de paisajes naturales que no estén contaminados, respirar aire puro y dejar de ver cómo se extinguen especies por nuestra culpa. Somos voluntarios porque sabemos que hay que evitar el cambio climático y porque la naturaleza es más importante que cualquier suma de dinero.

No todo está perdido, no es un esfuerzo en vano. Juntos logramos muchísimas victorias, pero ahora estamos en un momento clave y te necesitamos. Te aseguramos que nunca te vas a arrepentir de darle una mano a la naturaleza.

Samira Lopez (Posadas)

Es una experiencia inolvidable sentir que todo el esfuerzo grupal motiva y llega a la gente de maneras distintas. La magia que transmite el voluntariado, por una causa que sentimos justa y transmitimos de manera pacífica, hace un cambio en el consciente e inconsciente de las personas.

Somos lo que oímos, las imágenes y las sonrisas de cada vecino que, firmando una planilla, de a poquito te hace crear conciencia de que todos podemos llegar a cambiar algo. Siempre vi a Greenpeace desde niña como el ideal inalcanzable porque estaban lejos. Hoy están acá, yo estoy acá, los voluntarios y el cambio están en nuestras manos. Esta generación tiene el compromiso de arreglar lo que han destruido.

Laura (Córdoba)

Ser voluntario es pelear por algo que se cree posible, probable y sobre todo, algo que se logra, sea como sea. Es mantener la esperanza propia y ajena encendida. Es dar todo lo posible e imposible por lo que creemos, amar al planeta y todo lo que involucra. Es ser parte de mucho más que una organización, una simple comunidad, es una familia. Un gran lazo en donde todos queremos lo mismo, en donde luchamos por el mismo objetivo y sea como sea, logramos el objetivo. Ser voluntario es ser ese cambio que todos soñamos hacer.

Victoria (Mar del Plata)

Convertirme en voluntaria de Greenpeace siempre fue un sueño para mí. Si bien a raíz de diversas circunstancias tuve que esperar varios años para conseguirlo, desde muy joven decidí participar como socia y ciberactivista, a la vez que me informaba sobre las campañas de la organización, su metodología de acción y sus ideales. Por ello, apenas se me presentó la oportunidad de unirme al voluntariado, no lo dudé un segundo, convencida de que yo también podía ser parte de esta legendaria organización medioambiental. Ya han pasado varios años de esa ocasión, muchas cosas han cambiado, pero mi convicción por la defensa de las causas que Greenpeace lleva adelante es la misma.

Muchos han sido los desafíos que he afrontado como voluntaria. Muchas han sido las personas que he conocido, las cosas que he aprendido y las experiencias que he atravesado llevando una camiseta de Greenpeace. Y como nada es siempre completamente color de rosas, también fueron muchos los miedos que me obligué a superar y las adversidades que me pusieron a prueba. Sin embargo, a fin de cuentas, nada de eso termina teniendo importancia cuando sentís una inmensa pasión por tu trabajo como voluntario, un total compromiso por la protección del medio ambiente y un enorme orgullo por ser un miembro y representante de Greenpeace. Ser voluntario de esta organización te cambia, te vuelve un poquito mejor persona, no tiene vuelta atrás. Siento que Greenpeace me ha preparado, y me prepara cada día para afrontar la vida misma, y por ello le estaré eternamente agradecida.