Se viene el fin de semana largo y muchas personas están viajando a las ciudades de la Costa Atlántica. Además de disfrutar de la playa y buenos momentos, es necesario que la mayor cantidad posible de personas conozcan lo que preocupa a quienes habitan las costas y apoyen el movimiento para decirle NO a las amenazas petroleras sobre el Mar Argentino

Es justamente en el Mar Argentino, hábitat de la Ballena Franca Austral y otras especies, donde el gigante petrolero noruego Equinor quiere realizar operaciones de exploración sísimica y explotación de hidrocuarburos a pesar del rechazo popular que esta iniciativa ha levantado y sin importar en absoluto los costos ambientales que suscitará.

Por ello desde Greenpeace vamos a estar presentes en la playa con una estructura de cuatro metros que representa a la Ballena Franca Austral, creada por el artista Luis María Belgrano. El grupo local de voluntariado de Mar del Plata te va a contar cuáles son las principales amenazas que hoy sufre nuestro mar . Vení a visitarnos y sumate a la campaña:

¿Cuándo?

Sábado y Domingo

¿Hora?

de 9:30 a 12.30 y de 15:30 a 18.30

¿Lugar?

Playa Grande (cerca de la escollera norte)

Estudios indican que 1 de cada 5 Ballenas Francas de nuestro mar se alimentan en el área donde las petroleras planean realizar exploraciones frente a Mar del Plata y otras ciudades de la costa atlántica. 

Es realmente gravísimo que con esta información a disposición, se haya aprobado la solicitud de la empresa Equinor para realizar exploración sísmica en esta zona primordial para la supervivencia de la población de Ballenas Francas del Mar Argentino

Este tipo de actividad petrolera viene de la mano de un combo letal que incluye derrames de petróleo, escapes o fugas de hidrocarburos, fallas en el mantenimiento de instalaciones, etc.   Todo esto pondrá en jaque a este ecosistema marino que se extiende por alrededor de un millón de kilómetros cuadrados y que es hogar de delfines, pingüinos y muchos otros animales. 

Tenemos que seguir alzando la voz y demostrando que la salud de nuestro mar no es negociable