© Hernan Perez Aguirre / Greenpeace

Los glaciares que habitan las cimas de Los Andes abastecen de agua a miles de personas en nuestro país y en toda la región andina, regulan el clima y son maravillosos. Nuestros hielos majestuosos mantienen la vida, y,  por ello, requieren máxima protección. No podemos permitir que se sacrifique la Ley de Glaciares que los protege.

Un glaciar es una enorme masa de hielo en la cima de las montañas. Para que exista esta masa tuvieron que pasar miles de años de lluvia y nieve que se han acumulado con el paso del tiempo. ¡Miles de años en formarse y en tan solo un par de décadas se están derritiendo rápidamente!

© Hernan Perez Aguirre / Greenpeace

Los glaciares son una parte fundamental del Ciclo del Agua. El agua cae de las nubes y se acumula en lo alto de las montañas como nieve y hielo creando glaciares. Cuando este hielo se descongela en el verano el agua baja de las montañas a través de los ríos llegando al mar. A través de todo este proceso el  agua se evapora generando nubes que traen lluvia comenzando el ciclo de nuevo.

En esta nota te contamos 7 razones por las cuales  #LosGlaciaresNoSeTocan:

1- Porque son la madre de muchos rios:

Muchos de los ríos que conocés, nacen de los glaciares. Recorren cientos de kilómetros, pasando por pueblos que viven a sus orillas y se abastecen de los recursos que les provee, que son agua, comida y riego. Pero además de todo eso que nos dan los ríos, están los días y tardes que pasamos con amigos y familia en sus costas, o los veranos que nos bañamos en sus aguas Probablemente todos nosotros tengamos algún recuerdo a la orilla de un río. ¿Vamos a dejar que desaparezcan?

2- Porque son reservas de agua:

Son parte de las reservas de agua dulce más importantes del mundo. Nuestra vida literalmente depende de ellos. Los glaciares albergan miles de millones de litros de agua dulce aptas para el consumo humano. Bebemos y regamos nuestros alimentos en gran medida gracias a ellos. ¿Chau glaciares?=¡chau agua!

3- Porque son reguladores del clima:

Muchas veces se dice que los glaciares son los “aires acondicionados” que posee el planeta, y esto es porque contribuyen a la regulación clima; mitigan el impacto de la crisis climática y de las sequías. Sin los glaciares, imaginate como serán las próximas olas de calor extremo!

4- Porque estar frente a un glaciar es una experiencia que vas a recordar toda tu vida:

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Es emocionante y único. La majestuosidad de la naturaleza en todo su esplendor, frente a vos, es un recuerdo que te va a acompañar toda la vida. Si todavía no conocés ningún glaciar, te lo recomiendo. No lo vas a poder creer.

5- Porque son una maravilla natural:

Porque miles de personas vienen año tras año de todas partes del mundo a conocerlos, a vivir la experiencia de contemplarlos y emocionarse con su majestuosidad. Son una atracción turística única que debemos preservar para las generaciones futuras. Mucho turismo y trabajo es posible gracias a ellos.

6- Por la riqueza de su biodiversidad:

Los glaciares y todo lo que lo rodea son el hogar de miles de animales, insectos y vegetación que viven de él. La Vicuña, el Guanaco, el Puma, Choique o Suri cordillerano (más conocido como ñandú) y el Gato Andino son las especies más emblemáticas que habitan nuestros glaciares. También vive en ellos un insecto que se llama “Dragón de la Patagonia”. Actualmente, muchos de ellos corren peligro debido a las actividades humanas o provenientes de ella.

7- Porque están protegidos por una Ley admirada a nivel mundial:

La Ley nacional de Glaciares es un logro ambiental del cual debemos sentir orgullo. Se la considera una ley de vanguardia, que brinda una protección integral a los glaciares y al ambiente periglacial, asegurando su existencia y la de toda su cadena de valor.  Messi, el Tango, el dulce de leche y la Ley de Glaciares. Si, así de importante es. 

Si los conocierámos más  y entendieramos su valor, nadie podría pensar en destruirlos o en destruir con industrias contaminantes aquello que permite preservarlos o el entorno donde  se emplazan.

na activista de la organización ambientalista Greenpeace desplegó un cartel con el mensaje “El ambiente no se negocia” durante la sesión de tratamiento del proyecto de ley ómnibus en la cámara baja.   Foto: Tomas Cuesta / Greenpeace

Después de recibir varios rechazos en la votación artículo por artículo, el gobierno decidió retirar el proyecto de Ley Ómnibus que había presentado al Congreso. Hoy no existen certezas ni garantías respecto a que las modificaciones propuestas no vuelvan a ser presentadas. Por eso, necesitamos seguir presionando para que no se flexibilicen leyes ambientales la Ley de Glaciares, lograda por la presión de miles de ciudadanos. 

Destruir las leyes ambientales no es ni progreso ni desarrollo y en nada beneficia ni a las personas ni al ambiente. De nosotros depende que se conozca lo que está en juego y juntos podamos protegerlo.

Nunca más podemos permitir que se proponga siquiera liquidar la Ley de Glaciares, que tantos años de esfuerzo ambiental ha costado y por la que tanta gente trabajó.  Esto no puede volver a pasar nunca más, con el ambiente no se negocia.