Noemí Cruz, coordinadora de campañas de Greenpeace junto al cacique Santiago Kuaray,

Los incendios están avanzando sobre la selva paranaense, alimentándose particularmente con los pinos, en este caso afectando los territorios de los Mbya Guaraníes de la región, particularmente de la comunidad tekoa guaraní Puente Quemado 2 de Garuhapé.

El fuego se originó en la plantación de pinos de la empresa Arauco y terminó afectando toda la selva paranaense que es propiedad ancestral de la comunidad. La comunidad perdió 300 hectáreas  y con ellas, todas sus posibilidades de subsistencia. También la tekoa Puente quemado 1 se encuentra muy cerca de un foco de incendio. Lamentablemente el fuego continúa arrasando la zona.

Los pinares en la provincia de Misiones cubren gran parte del territorio y resultan ser un material muy combustible ante la sequía. 

La Tekoa  Puente Quemado 2, a través de su cacique Santiago Kuaray, solicita que no se vuelvan a plantar pinos en las cercanías de su comunidad, reclaman que la selva pueda restituirse por sí misma.

La crisis climática, de la que tanto científicos como organizaciones ecologistas venimos advirtiendo, sumado a dos años de sequía extrema por el fenómeno de La Niña aumentan las condiciones para incendios, muchos de ellos intencionales o por negligencias.

La quema de pasturas para ganadería intensiva y la gran cantidad de plantaciones de exóticas suman aún más las posibilidades de que se expanda el fuego.

El gobierno de Misiones y la Nación deben aumentar significativamente la infraestructura y los brigadistas para el combate a los incendios.

Es urgente que el Congreso de la Nación declare como delito penal tanto a incendios forestales como desmontes