¿Sabías que los residuos que están en los vertederos o rellenos sanitarios, mientras se descomponen, generan gases que contribuyen a calentar más aún nuestro planeta? 🌎🔥

Es decir que no sólo no desaparecen -como nos quieren hacer pensar- sino que contaminan durante largos años la atmósfera y el aire. 

En este sentido, empezar a separar la basura de los reciclables en casa es una manera de disminuir este grave problema ambiental. Al mismo tiempo, sumarse a reciclar apoya a una industria que crea materias primas recuperando materiales descartados que, de otra manera, tendríamos que sacar vírgenes de la naturaleza, dañando aún más los ecosistemas. 

Por si todo esto no es ya buen motivo para que comiences (o mejores) tu súper poder reciclador, sumándote a la economía circular puedes sentir que estás imitando a la naturaleza. Porque ¿acaso en ella algo se desperdicia? ¡Para nada! Todo lo que muere o deja de servir, se convierte en algo de utilidad para otro ser vivo. 

Ahora sí, unas ideas para que te vuelvas un reciclador experto. 

Conocé los diferentes tipos de residuos

  • Orgánicos: los que están compuestos por desechos de origen biológico. Por ejemplo, residuos de frutas y de alimentos que cocinas en casa.
  • Inorgánicos:los que no tienen origen biológico sino industrial o artificial. Por ejemplo, vidrio, tela, papel, madera, etc. Los aparatos electrónicos y las pilas también son considerados residuos inorgánicos. 
  • Peligrosos: son residuos que pueden representar un peligro potencial para el planeta y son de origen biológico o no. Por ejemplo, material médico, sustancias químicas, corrosivos y ácidos. Normalmente no se producen en casas particulares.

Aclaración: cada uno de estos grupos se subdivide en Reciclables y No Reciclables. Por ejemplo:

De los orgánicos, los que son de origen vegetal (cáscaras y carozos de frutos, restos de verdura, hojas y ramas secas, etc) y cáscaras de huevo pueden ser usados para compostar. Los de origen animal (huesos, restos de carne y pescado, etc) van a la basura común.

De los inorgánicos, el papel y cartón, plásticos, metales, vidrios son reciclables siempre que estén limpios y secos. Después existen productos que están hechos de estos materiales pero que no son reciclables como los cepillos de dientes, lapiceras, envases hechos de metal y plástico como los de dentífricos, etc. 

Encontrá más información sobre reciclables como los Residuos de Aparatos Electrónicos y Eléctricos, Orgánicos (para compostar ) y Aceite Usado en esta nota

Separar en origen, ¡es súper fácil! 

Para organizar los residuos según el destino que tendrán basta con conseguir algún tacho, caja o bolsa grande para guardar dentro los inorgánicos reciclables. Ubicalo en un lugar práctico para facilitar esta tarea a todos los integrantes de tu hogar.

Siempre tenés que chequear que las botellas estén vacías y secas, lo mismo con las latas y demás envases que deben estar secos. Esto es importante porque cualquier líquido o producto que quede en ellos puede mojar y echar a perder a otros reciclables, como los cartones y papeles.  

Cuando creas que la cantidad de reciclables es suficiente, llevalos a los puntos de recepción o contenedores que tu municipio tenga cerca tuyo. También puedes entregarlos en mano al recuperador urbano que pasa por tu cuadra. 

En caso que quieras compostar, tus orgánicos irán en un recipiente aparte. 

El resto de los residuos que no pueda reciclarse seguirá yendo al tacho de basura común. Eso sí, pronto notarás que la cantidad que generas se reduce drásticamente 😉 Lo que significará que estás enviando menos materiales al relleno sanitario y generando menos emisiones contaminantes 🙌

¡Reciclar es un camino de ida que te va a encantar! Además, es la mejor manera de apoyar otro modelo económico que privilegia el cuidado de nuestro planeta desde las acciones  cotidianas. 

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