Rex Weyler cuenta nuestra historia

Página - 28 octubre, 2009
Rex Weyler fue el primer Director de la Fundación Greenpeace, el editor del primer newsletter de la organización, y el cofundador de Greenpeace Internacional en 1979. Fue también fotógrafo y reportero en las primeras campañas de focas y ballenas de Greenpeace y ha escrito una de las mejores y más exhaustivas historias de la organización, “Greenpeace” (Raincoast, 2004). Su libro, “Sangre de la Tierra, una historia del Movimiento Indoamericano”, fue nominado al Premio Pulitzer. “Verde profundo” es la columna mensual de Rex, donde recorre las raíces del activismo y el ecologismo, y nos cuenta acerca del pasado, presente y futuro de Greenpeace.

Capítulo 6: El pico del petróleo cambia todo

A medida que la era de los combustibles líquidos baratos llegue a su fin, todo en la sociedad moderna de consumo cambiará. Del mismo modo, las sociedades en desarrollo lucharán por hacer crecer la economía en una época de escasez de combustibles líquidos. Las comunidades locales más autosuficientes serán las menos afectadas.

El petróleo es un activo fijo del planeta, luz del sol almacenada  y acumulada por más de mil millones de años en algas y otros organismos marinos (no dinosaurios) que capturaron la energía solar, formaron bonos de carbono, acumularon nutrientes, murieron, se hundieron en el fondo del océano, y quedaron enterrados bajo eones de sedimentos. Al igual que con cualquier recurso fijo no renovable, el petróleo es limitado, y su consumo aumentará, llegará a su pico, y decaerá.

La producción mundial de petróleo aumentó durante 150 años hasta la primavera de 2005, cuando la producción alcanzó aproximadamente 74,3 millones de barriles por día (mb / d), y el total de combustibles líquidos -incluidas las arenas alquitranadas, los gases licuados, y los biocombustibles- llegó a cerca de 85 mb / d. A pesar de los esfuerzos desde entonces, y a las historias de "miles de millones de barriles" de petróleo en campos inexplorados, la producción de combustibles líquidos se ha mantenido en alrededor de 85,5 mb / d durante tres años, la más larga meseta sostenida en la historia moderna del petróleo. Los descubrimientos de nuevos yacimientos llegaron a su pico hace 40 años.

Mientras tanto, las economías de todo el mundo quieren crecer, por lo que la demanda de petróleo se dispara en todo el mundo. La diferencia entre la demanda creciente y el piso o la disminución de la producción traerá aumentos de precios y escasez. Eso es el pico del petróleo.

La experiencia del pico del petróleo

El pico del petróleo no es una teoría, sino una simple observación de un fenómeno natural. Es sólo uno de los síntomas del crecimiento exponencial de la población, con demandas exponencialmente crecientes, que alcanza los límites mundiales de todos los recursos.

"El pico del petróleo ha sido durante mucho tiempo una realidad para la industria del petróleo", dice Anita M. Burke, ex asesora senior sobre Cambio Climático y Sostenibilidad para Shell Internacional. "Creer cualquier otra cosa desmiente los hechos de la ciencia". En 2007, el Dr. James Schlesinger, ex Secretario de Energía y Defensa de los EE.UU., afirmó rotundamente, "Si hablas con los líderes de la industria, ellos reconocen que... nos enfrentamos a la caída de los combustibles líquidos. La batalla ha terminado. Aquellos que auguraban el pico del petróleo  ("peakists") han ganado".

El calentamiento global, causado principalmente por la destrucción de los bosques y la quema de combustibles fósiles, ahora agrava los límites de la naturaleza y el trastorno humano que estos límites provocan. Uno podría pensar que el pico del petróleo es la solución al calentamiento global porque menos petróleo significa menos emisiones de carbono. Lamentablemente esto no es así, porque la humanidad usó primer el mejor petróleo, el más barato y el más accesible en primer lugar, dejando el sucio, ácido, y más caro en las reservas marginales que requieren grandes cantidades de energía para recuperarse. En la década de 1930, 100 barriles de petróleo costaban alrededor de 1 barril en el equivalente de energía para extraer. Esta relación es ahora es de 20 a 1 y cae con rapidez. Las arenas alquitranadas canadienses producen apenas 1 a 1 de energía neta. En el momento en que alguien quema las arenas bituminosas de petróleo en su vehículo, la industria ha quemado casi una cantidad igual a la que tiene que recuperar.

Cuando contamos la energía neta que queda después de la producción, y el crecimiento de la población, descubrimos que el pico mundial de petróleo neto per cápita se produjo hace tres décadas, en 1979. Muchos de los proveedores de petróleo, -Arabia Saudita, Venezuela, y otros- reconociendo los límites de los recursos, están guardando más de su petróleo para uso doméstico, y lo reservan para un crecimiento futuro. Aún con alternativas energéticas - etanol, nuclear, solar, eólica, mareomotriz - la humanidad nunca más disfrutará de las actuales tasas de consumo de combustibles accesibles y de bajo costo. Este hecho lo cambia todo.

Somos testigos de los efectos en la creciente escasez y el costo de los alimentos y otros recursos críticos que se basan en el petróleo. La mayoría de las empresas de transporte ahora añaden un recargo por combustible para protegerse contra los aumentos de precios del combustible. Como los precios de los combustibles se disparan, las compañías aéreas cancelan sus vuelos o simplemente cierran. En muchas ciudades, la policía agrega un adicional por el gas a las boletas de tránsito porque los departamentos de policía ya han gastado su presupuesto anual de combustible de gasolina de buena calidad.

La era post "pico del petróleo" requerirá nuevos patrones y estrategias de desarrollo humano que se las arreglen con los límites al crecimiento. La humanidad no tiene nuevos continentes para explotar o planetas para ocupar. Las naciones industriales pueden perforar en el Ártico o excavar en sucias arenas alquitranadas, pero nada de esto hará que se incremente ni se iguale la pasada abundancia del combustible líquido barato que hemos desperdiciado. De cualquier manera, el momento en que la producción mundial de petróleo efectivamente llegue a su pico es menos relevante que nuestra preparación para el impacto.

Voces bien pagas que promueven la industrialización mundial, afirman que nuestras economías pueden crecer "para siempre", o "en el futuro inmediato", pero estas voces claman en contra de la evidencia ante nuestros ojos. Nuestras economías de crecimiento masivo fueron construidas con petróleo barato. El desarrollo mal planificado trajo aparejado la desaparición de bosques, los lagos tóxicos, la erosión de los suelos, la pérdida de especies, la falta de aire, los ríos muertos, los acuíferos secos y los desiertos.

El sueño de un mercado mundial globalizado conectado por aviones y camiones no será duradero. Las superficies monolíticas que dependen de los combustibles líquidos para enviar productos baratos a todo el mundo se convertirán en las reliquias de la era del petróleo barato. Estas enormes cadenas de tiendas también socavan la empresa local que las comunidades necesitan para sobrevivir.

"Las soluciones que se están discutiendo actualmente son inadecuadas para las condiciones a las que nos enfrentamos", dice Anita Burke, después de décadas dentro de la industria petrolera. "Debemos adoptar estrategias de adaptación para crear de inmediato nuevas formas de ser en relación a los otros y al planeta. Comprar localmente, librarte de los hidrocarburos en todos los aspectos de tu vida, reunirte en comunidad, y sólo proclamar el amor -  la vida de tus nietos depende de ello. "

Las comunidades adictas al petróleo barato, especialmente en entornos suburbanos sin transporte público, se convertirán en insostenibles. Las regiones que aún construyen carreteras para los autos están diseñando su propia desaparición. Las comunidades inteligentes diseñarán un transporte público práctico y liviano que funcione de manera eficiente con las fuentes de energía disponibles a nivel local.

La era post pico del petróleo exigirá que restablezcamos la producción local y la producción de alimentos, y renovemos las economías que han sido vaciadas por la globalización. Los diseñadores urbanos más inteligentes se están alistando para el fin de la energía barata, el calentamiento global, y la migración humana que estos cambios provocarán. Los barrios inteligentes y los planificadores regionales están preparando a las comunidades para la inevitable transición de un consumo en aumento a sociedades conservacionistas, construidas en base a una escala humana y conectadas con los servicios sociales y los ciclos naturales que las sostienen.

Construyendo comunidades en la naturaleza

He caminado recientemente a través de una sección industrial abandonada de Vancouver, donde vivo. Los edificios vacíos, vagamente diseñados, y decadentes lucen deprimentes, pero me di cuenta de cuánto espacio verde real floreció con plantas silvestres. Los ocupantes ilegales con conocimientos de jardinería, me quedé pensando, podrían arman una vida aquí.

La sociedad humana puede cambiar, ser testigo de los cambios históricos para establecer democracias, poner fin a la esclavitud, la seguridad civil y los derechos de la mujer, o erradicar  la poliomielitis y el SIDA. La humanidad puede aprovechar sus recursos para cambiar los hábitos destructivos y mejorar las condiciones de vida. La crisis del petróleo ofrece una oportunidad de fortalecer los dos pilares que alimentan la calidad real de la vida: la comunidad local y la naturaleza.

Relocalizar: El fin del petróleo barato significa menos productos que llegan de todo el mundo y menos puestos de trabajo haciendo basura para vender en otros lugares. La globalización se está quedando -literalmente- sin combustible. A medida que los precios de los combustibles se disparen, las comunidades tendrán que suministrar más alimentos, agua y recursos vitales a nivel local. Si usted está pensando en obtener un título en  finanzas internacionales, podría ser inteligente tomar algunos cursos de permacultura también.

Preservar tierras agrícolas: Las comunidades sabias preservarán las tierras agrícolas,  apoyarán a los agricultores, proveerán alimentos de origen local para el consumo local, harán compostaje de todos los residuos orgánicos incluyendo las aguas residuales, construirán suelos, aplicarán el uso eficiente del agua, avanzarán hacia las dietas vegetarianas, y restaurarán y repondrán los recursos hídricos. En lugar de construir suburbios y carreteras en tierras de cultivo, las comunidades inteligentes diseñarán pequeños barrios residenciales en las tierras menos cultivables, integrados con la vitalidad de las tierras agrícolas y la abundancia  de la naturaleza que sostiene una sociedad sana.

Cambiar el patrón de la comunidad: La distribución de la actividad pública, el espacio público y la vivienda deben adaptarse a menos combustible y un menor consumo de recursos. La planificación en la era petróleo barato creó disfunciones sociales, núcleos urbanos degradados, aire viciado, y energía desperdiciada. No tenemos generaciones para corregir estos errores - el tiempo que tenemos para actuar se mide en meses, no en décadas. Ahora nos enfrentamos a la elección de responder con gracia y sabiduría o de reaccionar más adelante en el caos.

Espacios verdes urbanos productivos: Las ciudades se enfrentan a enormes desafíos y requieren espacios verdes, no sólo para jugar y relajar la mente, sino para alimentarse. Los suburbios y barrios urbanos deben ser rediseñados para transformar el césped y las calles en zonas verdes productivas conectadas por el transporte público. Plantar árboles en cualquier lugar reduce el calentamiento global. Ciudades como Bogotá, Colombia, y San Luis Obispo, California, han demostrado que ciudades degradadas pueden revitalizar la comunidad y la vida económica con programas que aumentan el espacio verde.

Transporte público: Basar el desarrollo y los patrones del uso de la tierra en el automóvil  podría ser la peor decisión en la historia de la humanidad. El automóvil es responsable por el agotamiento de los recursos, el calentamiento global, las tierras agrícolas degradadas, los barrios marginados, el tiempo perdido en el tráfico, y una epidemia de muerte y lesiones. El tren liviano como transporte público es limpio, energéticamente eficiente, seguro, formador de comunidades, y permite a los viajeros ser más productivos, en lugar de estar más estresados. Las ciudades inteligentes implementarán el transporte público, fomentarán el uso de la bicicleta, y crearán barrios que alentarán ir a pie para realizar la mayoría de los servicios y cubrir las necesidades de la familia.

100% reciclado: La naturaleza recicla todo. No hay ningún "afuera" en la naturaleza donde la basura y los desechos se tiren. Las comunidades humanas deben imitar el 100% de reciclado de la naturaleza, eliminar la obsolescencia diseñada, y convertir los vertederos de basura en centros de reciclaje. Las aguas residuales son un compuesto natural que se puede convertir en suelo productivo, como se ha demostrado en Suecia, la India, y Mongolia.

Preservar la vida silvestre: La planificación ecológica inteligente no sólo alimenta a la gente sino que también preserva el hábitat para la diversidad de las especies. En las regiones donde los pueblos indígenas siguen viviendo en la tierra, la selva también preserva la diversidad cultural y el conocimiento de los alimentos, medicamentos y recursos locales.

Las ciudades modernas de consumo - que fueron posibles gracias a la era de los combustibles baratos, diseñadas para obtener efectivo, o no diseñadas en absoluto - alienaron a la gente de sus pares y de sus raíces orgánicas. Cuando miramos los paisajes de cemento degradados y las almas perdidas de los niños del centro de la ciudad que encuentran refugio en las pandillas y las drogas, vemos el costo de las comunidades quebradas. El fin de los combustibles baratos nos puede ayudar a recuperar una auténtica calidad de vida, que no se alcanza con más cosas sino con mejores relaciones: nuestra unión con los demás y con la naturaleza.

Rex Weyler

Ver capítulos anteriores 1 2 3 4 5