Rex Weyler cuenta nuestra historia

Página - 28 octubre, 2009
Rex Weyler fue el primer Director de la Fundación Greenpeace, el editor del primer newsletter de la organización, y el cofundador de Greenpeace Internacional en 1979. Fue también fotógrafo y reportero en las primeras campañas de focas y ballenas de Greenpeace y ha escrito una de las mejores y más exhaustivas historias de la organización, “Greenpeace” (Raincoast, 2004). Su libro, “Sangre de la Tierra, una historia del Movimiento Indoamericano”, fue nominado al Premio Pulitzer. “Verde profundo” es la columna mensual de Rex, donde recorre las raíces del activismo y el ecologismo, y nos cuenta acerca del pasado, presente y futuro de Greenpeace.

Capítulo 7: Los Desposeídos

En 1969, Marie Aimee llevó a sus dos hijos a recibir tratamiento médico, en un viaje de seis días a través del Océano Índico desde su casa en la isla de Diego García a Port Louis, Mauricio. Su marido, Dervillie Permal, se quedó a trabajar en una fábrica de aceite de coco y a cuidar el jardín de la familia y los animales.

Después de visitar al médico y recoger alimentos en Port Louis, Marie y sus hijos llegaron al muelle para viajar a casa. Sin embargo, un agente del gobierno británico se negó a subirlos al barco, dejando a Marie y sus hijos varados en Mauricio. A lo largo de las semanas siguientes, otros isleños abandonados aparecieron, y  todos fueron reunidos en un conventillo donde vivían en cajas o chozas de hojalata. Dos años más tarde, el marido de Marie llegó a Port Louis, con una pequeña bolsa y una escalofriante historia.

A veces, los ambientalistas son acusados de preocuparse más por los animales que por las personas, una idea refutada por las innumerables acciones de protección a las víctimas de los desastres industriales y militares. La campaña de Greenpeace en los 70's para detener los ensayos nucleares en el Pacífico Sur, por ejemplo, incluyó apoyo para los desplazados e irradiados inocentes de la isla de Rongelap. Más recientemente, en marzo de 2008, dos ex capitanes de Greenpeace - Jon Castle  y Peter Bouquet, ambos de la tripulación original del Rainbow Warrior - navegaron hacia la laguna de Diego García, en protesta por el tratamiento a los desposeídos isleños, incluidos Marie Aimee y sus descendientes.

Bienes raíces con vista al mar

La isla Diego García se encuentra en el archipiélago de Chagos, al este de las islas Seychelles, a 1000 millas náuticas al sur de la India. En el siglo XVIII, los buques de la Marina francesa abandonaron a los leprosos en la isla y establecieron más tarde plantaciones de coco trabajadas por esclavos.

Los británicos se apoderaron de las islas en 1815, convirtieron a los esclavos en trabajadores contratados, e importaron trabajadores campesinos de la India a Mauricio. Marie y su esposo son descendientes de estos trabajadores. Ellos son los chagosianos.

En el siglo XX, alrededor de 2000 chagosianos vivieron una vida modesta pero agradable en Diego García, bajo el dominio de los colonos británicos y los oficiales militares. Los isleños trabajaban en las plantaciones de coco, mantenían las huertas familiares, criaban los pollos, y comían langostas y peces de la generosa laguna. Sus hijos crecieron sanos, se alimentaron bien, fueron a la escuela, y jugaron en el paraíso marino.

En 1961, llegaron los oficiales militares estadounidenses, en busca de una adecuada base de bombardeo para EE.UU. en el Océano Índico. Diego García, con su protegida y clara laguna de coral, y una recepción de radio de largo alcance parecía perfecta. Un problema, sin embargo, persistió: los estadounidenses deseaban privacidad, y no querían indígenas cerca de su base.

Gran Bretaña pagó £ 3 millones su propia colonia en Mauricio con derechos ilimitados al archipiélago de Chagos y formó el "Territorio Británico del Océano Índico" (BIOT), entre las islas. Su primer acto jurídico fue la  "Ordenanza N º 1 de BIOT: adquisición forzosa de tierras", que presume que la autoridad para confiscar las tierras es necesaria para la seguridad británica o estadounidense.

En 1966, Gran Bretaña otorgó a los EE.UU. un contrato de arrendamiento de la isla por 50 años, por 1 dólar al año  más un pago único de 14 millones de dólares (£ 5 millones en el momento, una clara ganancia para sus inversiones en bienes inmobiliarios). EE.UU. efectuó el pago por canje, con misiles del submarino nuclear Polaris.

Cementerio de animales

Documentos posteriormente publicados bajo orden judicial por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, describían a los isleños como "Tarzanes y hombres Friday (1)", con "poca aptitud para todo excepto para cultivar el coco." El Ministerio de Asuntos Exteriores prometió a los estadounidenses que las deportaciones serían "programadas para llamar la atención lo menos posible", y para no dejar "ninguna población indígena, excepto las gaviotas".

Cuando Richard Nixon se convirtió en presidente de EE.UU. en 1969, entregó la cartera de Diego García a su protegido de 32 años,  Donald Rumsfeld. Los oficiales británicos, en nombre de sus clientes de EE.UU, cerraron las plantaciones de coco y dejaron a la gente sin trabajo. Engañaron a las familias de Mauricio con vacaciones gratis, les prohibieron regresar a sus hogares, y no previeron suministros para los isleños varados como Marie Aimee y sus hijos.

En 1971, soldados armados se apoderaron de la isla. Ellos ordenaron al marido de Marie, Dervillie Permal, que se fuera de inmediato permitiéndole llevarse sólo los bienes que había llevado en el camino de su casa al trabajo. Las tropas británicas quemaron casas, mataron ganado, y encerraron a unos 800 perros, incluidas las mascotas familiares, en un edificio abandonado de plantación de aceite de coco.  Convirtieron el edificio en una cámara de gas fabricada con los tubos de escape de los autos  y  ejecutaron a los perros frente al llanto de sus familias.

Los soldados metieron como ganado a los isleños, hombres y mujeres traumatizados, en los barcos. Marie Therese Mein, ahora de 68 años, sufrió un aborto involuntario a los seis días de viajar como esclavos, y  Simon y Christian, de 28, superados por la desesperación, se lanzaron al mar.

En Port Louis, Permal conoció a su esposa Marie en los barrios marginales de la ciudad, donde suplicaron por comida y  trabajo. Muchos chagosianos fueron víctimas del alcoholismo, las drogas y la prostitución. Sus hijos eran burlados y humillados en las escuelas locales. Mientras tanto, en Diego García, los oficiales británicos entregaban la despoblada isla paradisíaca al Sr. Rumsfeld y los generales estadounidenses.

La Huella de la libertad

La isla Diego García es actualmente la mayor base militar de EE.UU. fuera de los Estados Unidos, con arsenales, bunkers, y hangares para los sigilosos bombarderos B2.  La laguna que alguna vez fue rica, en la actualidad es un puerto aceitoso para unos 30 buques de guerra. Los bombardeos áereos del B52 salían desde Diego García hacia Iraq y Afganistán, bombardeando  a los campesinos para garantizar el acceso de Estados Unidos a los yacimientos de petróleo y las rutas de oleoductos.

Los 1450 soldados de EE.UU., los 2000 contratistas civiles, y  los 50 soldados británicos se entretenían en el club de windsurf, el de yates, los tours de pesca y el concurso anual de belleza "Miss Diego García". El personal militar de EE.UU. se refiere a sus 6000 bases mundiales como "huellas" estadounidenses, y la isla Diego García ha sido denominada la  "Huella de la Libertad".

En el corazón de la Huella de la  Libertad se encuentra un centro de detención e interrogatorios que los soldados llaman "Campamento de Justicia",  descubierto  por el diputado escocés Alex Salmon y ratificado por  el general estadounidense Barry McCaffrey  y  el Secretario de Relaciones Exteriores británico David Miliband. Donald Rumsfield - arquitecto de la solución final al problema indígena de la isla y planificador de la guerra de Iraq - reconoce que los EE.UU. mantienen "presos secretos " en estos campos de "extradición extraordinaria"(2).

En 2002, durante la planificación de la guerra de Iraq,  EE.UU. trajo al preso Ibn al-Sheikh al-Libi desde Diego García a la cárcel flotante USS Bataan. Según el grupo de derechos humanos de Londres, Reprieve, Al-Libi fue torturado hasta "admitir" que Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva y trabajaba con Al-Qaeda, dos falsos pretextos que Rumsfeld y George Bush usaron para lanzar las guerras por el petróleo. Según una investigación del Consejo de Europa, el "Campo de Justicia"  de Diego García es el principal centro de interrogatorios de "presos de alto valor."

Las reglas de la Ley

La historia de la isla de Diego García es la historia de un mundo occidental industrializado y militarizado que se volvió loco y  de los ricos y  poderosos que someten al medioambiente y  a los habitantes más indefensos de la Tierra. Los desposeídos chagosianos, sin embargo, volvieron a la lucha.

En el 2003 presentaron una demanda en los Estados Unidos contra Rumsfeld y otros que jugaron un rol decisivo en la incautación de Diego García, incluyendo al Vicepresidente de los EE.UU. Dick Cheney,  a los embajadores de EE.UU. Anne Armstrong y Lawrence Eagleburger, y a Halliburton, la empresa que contrataron para llevar a cabo el contrato de construcción de la base . Estos acusados enfrentan cargos de secuestro, genocidio, tortura y trato degradante de personas inocentes.  La Corte Suprema de los EE.UU. se negó a escuchar el caso y los medios de comunicación estadounidenses prácticamente han ignorado la historia.

En Gran Bretaña, sin embargo, los chagosianos han ganado en tres resoluciones del Tribunal Superior contra el Gobierno británico, confirmando que las expulsiones eran ilegales y que el derecho a una patria representa una "libertad fundamental" en el Reino Unido y el derecho internacional. Los gobiernos de Tony Blair y Gordon Brown han apelado estas sentencias, pero el caso está ahora ante la Cámara de los Lores británica, y se espera una resolución para octubre.

En julio de este año un comité de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Ginebra, Suiza, dictaminó que Gran Bretaña "debería velar por que los isleños de Chagos puedan ejercer su derecho a regresar a su territorio [y] debe investigar las denuncias relacionadas con los "vuelos de extradición" que habrían transitado por su territorio".

.

Las autoridades británicas arrestaron a Jon Castle  y Peter Bouquet en la laguna de Diego García y se apoderaron de su barco, Musichana. Otro ex activista de Greenpeace que navegó en los 70's en los buques de paz Fri y el  Rainbow Warrior, Martini Gotje, actualiza la información en The People's Navy (La Marina  del Pueblo). La Asociación de Apoyo a Chagos del Reino Unido publica información actualizada legalmente. El 21 de agosto comenzó  una Conferencia Internacional abierta, "El destino de los chagosianos,"  en  el Departamento de Antropología Social y Cultural de la Universidad VU de Amsterdam.

El caso de los chagosianos expone la hipocresía de la civilización industrial. Los líderes de las naciones ricas proclaman la libertad y la democracia, pero la mayoría de los campesinos y todos los ambientes de las personas  en el mundo continúan bajo una agresión que no cesa. Los pueblos indígenas en la India, África, China, el Tíbet, el Canadá, los EE.UU., Brasil, Argentina, y en todo el hemisferio occidental, han sido despojados de una vida sustentable en bosques, praderas, o  islas y  trasladados a tugurios urbanos en nombre del progreso económico. Existe un vínculo eterno entre la destrucción industrial y militar del medioambiente y la agresión a la gente más pobre del mundo.

- Rex Weyler

(1) Expresión que refiere a empleados fieles y eficientes, utilizada a raíz de Friday, el personaje de la novela "Robinson Crusoe", de Daniel Defoe.

(2) En inglés, "extraodinary rendition". Es el traslado secreto de presos entre estados.

Ver capítulos anteriores 1 2 3 4 5 6